una "niña nazarena"
Oh, sublime de Triana
ya ha concebido en su seno
la luz de nuestra Esperanza.
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Y al que no diga ole, que se le seque la hierbabuena.
ResponderEliminarOle, no se me vaya a seca lo que queda de ella.
ResponderEliminarMuy buenas las fotos de ayer también.
Un abrazo
Que la Esperanza sea lo último que perdamos. Por una Sevilla mejor conservada. Por reuniones de gente que lo hagan posible... Fue un placer conocerle. Un abrazo
ResponderEliminarMi querido Antonio, perdóneme Usía que servidora mora no le haya dejado más comentarios. Es tanta la belleza que emanas en tus palabras y lecturas que me dejas extasiada y con el seso sorbido, como al mismo Quijote.
ResponderEliminarMe alegró muchísimo reencontrarme contigo ayer, porque, aunque no te acordaras de mí, ya nos conocíamos de viejos días de cabildo y palmeras de huevo con los amigos Roberto, Diego y David. De hecho, conservo con cariño el libro que me regalaste firmado.
Te mando un beso renacentista con aromas de rosa, mi querido amigo.
Una de las mas bellas advocaciones.
ResponderEliminarOjalá estemos todos en permanente estado de "buena ESPERANZA". uN BESO SONORO A VILLANCICOS CON SABOR a anís y dulce de mazapán a mis incondicionales, compadres; LACAVA, luz de Gas y a mis Reinas Mora y del Arenal y muy especialmente a mi querido y admirado Profesor que ha honrado este rincón Natural de Sevilla con su visita comentada. Placeres recíprocos.
ResponderEliminarLa Esperanza, me queda la Esperanza.
ResponderEliminarOle, mi querido Antonio, porque cuando aparecen esas imágenes, y ese bello rostro, poco más se puede decir.
ResponderEliminarAl fin tuve el gran honor de conocer a uno de mis maestros de este mundo. A una de las personas de las que más aprendo. A tus pies siempre, mi querido Antonio, pues no olvidaré el encuentro acaecído a las puertas de Santa Catalina el viernes.
Un fortísimo abrazo amigo mío.