sábado, 18 de octubre de 2014

EL RITO sin palma

 En primer lugar, felicitar al Pregonero de cuyo nombre es tan difícil olvidarse como recordar, D. Lutgardo García, por el alto honor de una designación por la que pugnan y se reconocen tantos cofrades futuribles en esta especie de liga de las estrellas fugaces, que cada año figuran en las quinielas de “Saint Gregor street”. Felicitarlo digo, por el alto honor de cantarle a la Semana Grande de Sevilla, con la pasión que tantos sentimos por Ella y sólo alcanzan a pregonar los elegidos; que para impartir clases de catequesis inducida y tesis doctorales de derecho a la vida y a la inclinación sexual, ya tenemos toda una cuaresma de solemnes quinarios y septenarios de sagrada y prestigiosa cátedra oratoria por parte de los pastores. No se puede tener mejor presencia, hablo ya del pregonero; mejor edad; mejor curriculum; ni trayectoria cofrade más impecable, que la que precede a D. Lutgardo García, a quien tuve la oportunidad de escuchar el Pregón de las Glorias, causándome una gratísima impresión por sus dotes de orador y dominio de la prosa y el verso, tanto como su contenido espiritual y litúrgico; avales que garantizan sobradamente la preparación y virtudes que lo hacen, dignísimo acreedor , a la distinción de pronunciar el Pregón de los Pregones para el próximo 2015. Pero en la realidad, cada año, llegando el momento de tan esperada elección, todos terminamos tan descorazonados como impávidos, por la impresión que produce -en las formas- la designación del Pregonero, por parte del Consejo General de HHyCC. Los representantes de la Sevilla cofrade, integrada por la Junta Supèrior y Hermanos Mayores, no dejan de sus manos, en los últimos años, el invento del “whats-up”. En conjura sublime con la prensa morada, tocando el llamador de las filtraciones, para ser el primero en anunciar a las redes sociales, al Pregonero, apuntándose un trofeo que a nadie convence, más que a los propios intereses creados, de quienes se creen en poder de una égida, que termina aburriendo a la opinión pública y al cofrade sevillano en particular. La verdad es que todo parece haber perdido su medida y virtud, en estos tiempos convulsos de sobreinformación, de directo continuo, de irrealidad puntual. Las noticias llegan antes que los reporteros; los titulares, antes que la alineación y todo el mundo está en posesión de una exclusiva despiadada, que se puede editar o publicar a la velocidad de la luz de una table que tenga whats-up.
Sabemos lo que pasa, porque nos está pasando a nosotros mismos y el que avisa no es traidor; el que avisa, lo que ocurre es, que no es tan “friki” como los que nos estamos convirtiendo en “frikofrades” (término odioso donde los halla), porque no es normal que la elección del Pregonero, suscite tanta intriga como indiferencia y lo que es peor, frustración para algunos, que por lo visto, le va la vida en ello o la viven como una auténtica obsesión, que esto último tiene whats-up. Como no es normal, por muy cofrade que seamos y nos guste la Semana Santa, redifundir la entrada en Campana de las cofradías “galacticas” desde las postrimerías de Mayo, hasta nuestros días, Después nos quejaremos que, de tantos izquierdazos por delante, llegue al Poder “Podemos” y padezcamos la psicosis infundada de la quema de Iglesias de Pablo, que también tiene whats-up, llegar tan siquiera a imaginarlo, Así las cosas, no nos rajemos las vestiduras cuando escuchemos que determinada cofradía ha hecho un casting para elegir a sus capataces, ni lleguemos a extrañarnos que una Virgen de Gloria, lleve más público alrededor de la banda de música, que delante del paso, una Virgen de Gloria digo, que vá si hay hermandades de penitencia que llevan tantos músicos o más que nazarenos, No soy partidario de un “Apagón Cofrade” como preconizan los magníficos, porque mucho me temo, que ese remedio es peor que la enfermedad, cuando viene de las voces de quienes, no dejan en todo el año de publicar y cantar las excelencias de sus cofradías de nómina, Hay que medirnos todos con el mismo rasero, la templanza, la prudencia -se imponen-, lo justo sería la medida del término medio, donde dicen y dicen que está la virtud. Tiene whats-up`que a estas alturas, ni me acuerde ya del nombre del Pregonero (modo irónico), pues el nombre es como para olvidarlo, Don Lutgardo García, le deseo de corazón muchísima suerte y enhorabuena por su designación, espero que encuentre la Verdad y la Belleza, que tan humildemente nos ha prometido pronunciar en su Pregón. Disfrute y no pierda nunca la ilusión, que este mundillo cofrade y su prensa morada tienen mucha what-up`.

Entrada destacada

MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04