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sábado, 28 de marzo de 2020

SUSPENDIDA EN EL AIRE

RIMAS CONFINADAS II


Con la luz suspendida en el aire
y las rosas cubiertas de rocío
el ánimo elevado,
los naranjos floridos
y el amor respirando
por sus poros el límpido
frescor de verde yerba
cual tálamo tupido.
Con las brumas de incienso en fragancias
prolongando perfiles inauditos
de santos patriarcas bienhechores
que dispersan sus rostros
por el lienzo infinito.
Reposando a la orilla del gran río
tendidos al solano
musitando -amor mío-
la capilla del puente, mientras tanto
ensayando su azul más escogido.
Y a la izquierda del Padre
como telón de fondo -el más bonito-
paisaje que soñaron los pintores
y no lo han conseguido
pintar, porque no existe
palestra que los mezcle en tal prodigio.
A la derecha del Padre
desde el trono que ocupa, Jesucristo
un cantar que es cantar de los cantares
repite como un himno:
bendita seas Sevilla, reina y madre
AMEN del -amor mío-


miércoles, 14 de octubre de 2015

Humildad de Montequinto

Dicen que si la educación de los niños; que si los niños están...que si no se conforman con nada...que si nada les entretiene, ni distrae...que no son capaces de pasear de la mano de sus padres más de un cuarto de hora. Aquella tarde, los niños de Montequinto, sintieron los tambores desde sus ventanas y torretas; se asomaron curiosos y vieron gran ambiente; escucharon el grave sonido del bombo , el estallido de los platillos, los sones de una música que les recordaba aquello que veían , por primera vez, por las avenidas de su barrio: ¡un paso...mira mamá! Y obligaron a sus padres a bajar a verla, -porque si hay algo que tienen los niños, es que su inocencia, obliga-. Bajaron también los ancianos aburridos; los dependientes en sillas de rueda; los curiosos que siempre están listos para ejercer de curiosidad. Habían venido los cofrades de Sevilla y provincia, los jartibles, que no se pierden acontecimiento; los medios de comunicación de la prensa morada; los bautizados en la religión de las redes sociales, con el atávico oficio de “comunity-manager”-; los aficionados de la reflex. Hasta la radio y televisión local y provincial de Dos Hermanas, que llevan este tipo de eventos, hasta los confines y mucho más del universo de internet. Y es que se había creado una cierta expectación, una especie de “morbo cofrade”, por ver a una Dolorosa en procesión de gloria, mes de octubre, sobre el paso y gran parte de la orfebrería que luce la popular cofradía de la Candelaria; comandada por el prestigioso capataz Ismael Vargas (Lanzada, Cachorro) y a los sones de de Banda Santa Ana de Dos Hermanas, nada más y nada menos, la que acompaña a la Esperanza de Triana en la noche mágica de Sevilla. Pero lo cierto y verdad, es que el germen cofrade de Montequinto, sembrado desde hace más de 20 años por la sementera de su patrona la Virgen de los Angeles, acrecentado por su Hermandad del Rocío y distintas fraternidades y afianzado por la Agrupación Parroquial de Ntro. Padre Jesús de la Humildad en Getsemaní y Ntra. Sra. Del Pilar en su Mayor Dolor, estaba dando sus frutos, con la anunciada, salida procesional de la Virgen del Pilar, esta vez en un paso -con todos sus avíos- portada por costaleros, entre los que formaban parte, vecinos del barrio. Del trabajo, en poco más de dos semanas, que han realizado: priostes, camareras, diputados, auxiliares y demás miembros de Junta de gobierno y hermanos implicados, -no hablamos-, porque, como bien saben vdes, es un trabajo, tan estresante, ímprobo y subestimado, que solo encuentra recompensa en poco más que la devoción. Aunque de bien nacidos, sea aquello de Agradecidos, siempre habrá alguien que le ponga falta. Hablamos también de una Dolorosa: la Virgen del Pilar en su Mayor Dolor, que en poco más de un año, desde su llegada a Montequinto, ha conseguido logros impensables, desde el punto de vista material y espiritual en el barrio. La Imagen tallada por el joven escultor, Jose Maria Leal, está dotada de genuina unción sagrada, que llama directamente a la devoción, para después entregarnos a su Hermosura y belleza irresistible, cualidades, que invitan a la oración, el recogimiento y sobre todo a quedar atrapados, para siempre en su presencia. Desde la humildad y jugando siempre con el tiempo, sin ninguna prisa, como aliado, no están los tiempos para hacer alardes de donaciones ni grandes presupuestos, con las necesidades que padecemos por la crisis interminable -desde la Humildad- que hace más generosos los frutos, el principal logro de esta procesión gloriosa, por las calles de Montequinto, en su segundo edición, se ha basado, en el ejemplo de evangelización que ha demostrado en su discurrir por el barrio; la buena noticia de pedir a los hermanos de la Candelaria, Las Aguas y los Negritos, aquello que es preciso para salir con dignidad y no jugar a los “pasitos” (pedid y se os dará, dad y recibireis). Los hermanos de esta Agrupación Parroquial, habeis dado testimonio de Fe y los niños, los primeros en acudir a recibiros, os han aclamado, con las tiernas palmas de sus manos, aferrándose a las andas de la Virgen del Pilar, algunos enganchados a la vera de los respiraderos, desde la salida hasta la entrada. Las madres de Montequinto, que en cuestiones de dar, lo dan todo por sus hijos, tampoco se apartaron del paso y lo abrazaron de tal forma, que no lo dejaron de arropar con su presencia, durante todo el recorrido. El sueño, se convirtió en realidad irreversible; se abrieron las ventanas, las persianas, los balcones y terrazas y por todas las calles, por donde pasó la Virgen, alguién se asomó para mirarla por curiosidad y muchos entonaron sus rezos y oraciones, desde la intimidad de cualquier rincón olvidado. A medida que avanzaba la tarde amenazante de lluvia, el cielo atormentado, se convirtió en un imponente paraje, donde no faltaron los más primados azules; el único chaparrón que le cayó a la Virgen, fue aquella petalada, cuando salía por el arco del triunfo del edificio convertido en Plaza de España. No se de cuantos colores, se tiñó el cielo acumulado, para que su bendita imagen, se recortara majestuosa en toda la grandeza del horizonte. Algo ha de tener el agua, cuando la bendicen, por más que critiquen la actitud y molestias que originamos los cristianos, devotos y cofrades, en este tipo de manifestaciones públicas, no obstante insisto: algo debe tener el agua, cuando se convierte en vino, como ocurrió en las Bodas de Canaán; el fín, justifica los medios y es que la gente -como los niños que lo tienen todo en este mundo de vagas ilusiones- aprenden, aprendemos sólo con el ejemplo. Y la procesión de la Virgen del Pilar en su Mayor Dolor, recorriendo las calles y avenidas de su barrio en este año de 2015, se convirtió en todo un ejemplo de compostura, un testimonio humilde de fé y elegancia cofrade, un verdadero ¡acontecimiento!, que sin duda marcará un antes y un después en la pequeña historia de Montequinto.  

y nos dejó grabado para siempre estos "Detalles"



















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