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viernes, 20 de febrero de 2015

"La Cofradía Perfecta" CIEN AÑOS DE AMARGURAS



Una cofradía perfecta
cruza la calle extasiada
de dorado atardecer
con parsimoniosa estampa.

Su cortejo nazareno
-ejemplar donde los haya-
viste túnica de Blanco
impoluto de prestancia.

Blanco silencio de cirios
que preceden la elegancia
de Jesús ante el Desprecio
miserable del tetrarca.

Todo es perfecto, de donde
se mire su Cruz alzada,
charol que mima el carey,
antología de la plata.
Terciopelo de colores
y finas sedas bordadas
que al realce de la noche
brillan la luz de su heráldica.

Una cofradía perfecta
es la que de frente avanza
con su paso de misterio
sentando su augusta cátedra.

Por un nombre se conoce
que el Dolor hizo la gracia
que fuera en honor y gloria
¡la primera coronada!

Si la perfección existe
está en San Juan de la Palma
bajo el palio de primores
que Juan Manuel le bordara.

Miradla, si nó de vuelta
frente al cancel de Sor Angela,
escuchad los celestiales
cánticos de las hermanas
apresad la sinfonía
que va marcando su Marcha
y el diálogo sublime
que mantiene su mirada.

La perfección tiene nombre
-Secreto de la Roldana-
y responde a la AMARGURA,
donde sobran las palabras.


viernes, 9 de noviembre de 2012

AMARGURA DE OTOÑO



Hemos dicho, tantas veces, que en Sevilla la Amargura tiene el dulce paladar de los caldos escanciados en la tierra fértil aljarafeña; hemos hablado que sabe al empalagoso manjar de la carne del membrillo, que tiene la misma color vidriada de sus vírgenes mejillas. Hemos sentido que la Amargura, tiene el sonido de las alpargatas pobres que rachean en pareja la caridad de Madre Angelita desde la antigua Alcazares, hasta la diáspora más deprimida. Que se alarga por las inmediaciones de Feria, convertida en la sombra de Don Pedro Roldán y su legendaria hija acompañada de su cuestionado esposo el caballero de Los Arcos y Benito Hita del Castillo, disputándose una posible autoría que nunca llegó a acreditarse, pero que todos firmaron rendidos ante el espejo de sus ojos. En la ciudad dual de amores divididos entre Guzmanes y Ponces de León, la devoción tambíen había de tener un nombre que reflejara la antítesis; una advocación de Amargura, diametralmente opuesta a lo que significa su adjetivo. Hemos dicho muchas veces, que sólo Sevilla es capaz de rimar Amargura con dulzura; extremo dolor con abrumadora belleza, dos términos yuxtapuestos…¡Señora, qué dulce es tu Amargura!, cuando la tarde llora su malva palidez…Como ese rayo de sol furtivo que una sóla vez al año, se filtra por el ojo de buey, para iluminar su acaramelado rostro, haciendo eterna la fugacidad del tiempo, así es la Amargura cuando se mira de frente sin poder sostener la mirada. Como una medida exacta de perfección bajo palio granate, bordado por la fantasía de Rodríguez Ojeda, que hace imperfecto a su alrededor todo exorno complementario y no necesita más flor ni perfume que el contado clavel de su escueto friso inmaculado. La profundidad de la Amargura, alcanzó la belleza, una señorial belleza que permaneció intacta, aun protegida de la sinrazón dentro de un escueto cajón de madera. Amargura de la inspiración que convirtió el sueño en música desde el exilio madrileño de Font de Anta, cuando sentado en un velador, frente a la estampa de cartera de la Reina de San Juan de la Palma, compúsole el poema sinfónico convertido en el himno indiscutible de la Semana Santa de Sevilla. La profundidad de los ojos de la Amargura reflejan la perfección de la belleza, todo lo demás; dolor y lágrimas, forma parte de la imperfección humana en el mundo que nos rodea. Por eso, en los confines de Noviembre, el dulce paladar de la Amargura, baja a nuestra altura para tendernos su coronada mano; mano que nos hace alcanzar la perfección por la Caridad.

domingo, 25 de enero de 2009

LAS MANOS DE LA AMARGURA

ANTONIO SUSILLO.

Cuenta la leyenda que Antonio, dejó en la Señora de San Juan de la Palma, las manos de toda la Amargura existencial que padecía. Las manos del niño aquel que jugaba con barro de la Alameda, a modelar sus sueños de escultura. Aquellas manos emprendedoras que pronto surcaron los cielos del éxito, hasta alcanzar la cima de la diosa Fama en la segunda mitad del siglo XIX. Desarrolló sus estudios de Bellas Artes en la ciudad del Amor y en la eterna Roma. Quien sabe, si para cuando volvió a la Julia Rómula, las consecuencias de tanto amor y arte cosechados fuera, no forjarían el malogrado destino que le aguardaba. Dicen que fué la infanta Maria Luisa su mecenas artístico; la que advirtió los talentos que encerraban aquellas figuritas de barro que el niño modelaba en el suelo de la Alameda. Pero nunca segundas partes fueron buenas y menos en el amor y el dinero, que están reñidos con la felicidad -si es que la felicidad existe. Antonio Susillo gozaba del mayor prestigio y reconocimiento social, tanto en lo personal como en lo artístico donde era escultor de cámana en la corte sevillana de los Montpernier;para los Duques, remató las balaustradas de su palacio romántico de San Telmo con las esculturas de los caballeros principales: Velazquez, Murillo, Montañés, Miguel de Mañara...y para el erario público, embelleció las más galanas Plazas de Sevilla, con el bronce munumental del pintor de la verdad y la herocidad de Daoiz. Pero todo aquello lo hubiera sacrificado el genio en aras de un gesto de cariño y admiración; el mismo que le negaba su segunda esposa, cuya ignorancia artística empozoñada por la ambición y el materialismo le solía espetar: “creí que me había casado con un artista y nó con un albañil”. Todo el peso del bronce y la piedra transformada en arte, se derrumbaba ante la vileza del amor contrariado. Por el amor de una mujer, Antonio estaba dispues a sacribicarlo todo, incluso fama que perseguía y la gloria que casi tocaba con sus manos. Las manos de la Amargura le dieron una señal divina. Fué tras el incendio fortuito que sufría la Virgen con San Juan, cuando un infausto Domingo de Ramos de 1.892, salía ardiendo en su paso de palio a la altura de los palcos del Ayuntamiento. La Señora se salvó por el gesto heroico de un “guardia” de la época, pero resultó seriamente dañada en su rostro y perdió sus manos. Antonio Susillo, fué designado por la Junta de Gobierno de la Hermandad para la restauración de la Virgen y la reposición de sus manos. ¿quien otro podría ser, el mejor garante para tan delicada empresa?.¿Podría enfrentarse el insigne escultor al rostro de la más Amarga de todas las penas?. Está claro que sí, que la Virgen le mostró el mejor espejo donde pudiera ver reflejada su Amargura; por eso le talló las manos más exactas; las manos de la única Amargura que podía soñar para la madre de Dios, sus propias manos hinchadas de Amargura...porque el Dolor cuando es tan profundo y desalmado, desgarra los órganos y dilata las carnes. Antonio Susillo depositó en la Señora de San Juan de la Palma, las manos de toda su Amargura -la Amargura en sus manos de Virgen y la otra Amargura del hombre que camina sin rumbo por la calle de enmedio hasta encontrarse en el campo santo de la desolación, con su imponente Cristo de bronce, sobre la cima del calvario donde reposan en ¿Paz? los que se dice, pasaron a mejor vida. Antonio Susullo salía aquel día de su casa como un poseso, tomó el camino de San Jerónimo con el firme propósito de arrojarse al tren. Se miró sus manos y vió las de aquel niño que soñaba esculturas jugando con el barro de la Alameda; aún tuvo tiempo de pensar en el escarnio que supondría para sus discípulos y admiradores recoger, los restos de su cuerpo descuartizados por el tren. Regresó a casa por la vieja pistola que recordaba; sería más dulce y romántica -a la moda de la época- esa triste forma de acabar con su vida. Volvió a mirarse las manos: eran las manos de la Amargura. Nadie oyó el disparo, tan sólo una bandada de abejas laboriosas, que dedidieron entonces fabricar una colmena en el vacío de su Cristo de bronce. La miel brotó por la boca del Crucificado, desde entonces, Sevilla y el mundo lo conoce por el Cristo de las Mieles.

martes, 30 de enero de 2007

AMARGURA ó la cofradía perfecta...

http://fotoblognaturaldesevilla.blogspot.com.es/2014/11/amargura-de-otono.html

Archivo Elena Mep.
http://amarguraysilencio.blogspot.com/
Si...aquella tarde del 92; de contraluces inéditos en Campana; de inefables planos que constituian una amalgama perfecta en los misterios de la Pasión de Cristo; recuerdo el Desprecio de Herodes y al fondo entre un nimbo de incienso, la clámide púrpura del Cristo de la Ventana...sí amigo, aquella irrepetible tarde del 92, pura gracia de Dios , gracias a tí Amargura y Silencio. EL HIMNO... Gracias al amigo David B. -Amargura y Silencio- "la verdad está ahí fuera", seguimos enriqueciendo el patrimonio histórico-grafico de este post sobre "La cofradía perfecta".

Piadoso BESAMANOS; 21-22 y 23 de Noviembre 2008






¡qué dulce es tu AMARGURA!
Hemos dicho, tantas veces, que en Sevilla la Amargura tiene el dulce paladar de los caldos escanciados en la tierra fértil aljarafeña; hemos hablado que sabe al empalagoso manjar de la carne del membrillo, que tiene la misma color vidriada de sus vírgenes mejillas. Hemos sentido que la Amargura, tiene el sonido de las alpargatas pobres que rachean en pareja la caridad de Madre Angelita desde la antigua Alcazares, hasta la diáspora más deprimida. Que se alarga por las inmediaciones de Feria, convertida en la sombra de Don Pedro Roldán y su legendaria hija acompañada de su cuestionado esposo el caballero de Los Arcos y Benito Hita del Castillo, disputándose una posible autoría que nunca llegó a acreditarse, pero que todos firmaron rendidos ante el espejo de sus ojos. En la ciudad dual de amores divididos entre Guzmanes y Ponces de León, la devoción tambíen había de tener un nombre que reflejara la antítesis; una advocación de Amargura, diametralmente opuesta a lo que significa su adjetivo. Hemos dicho muchas veces, que sólo Sevilla es capaz de rimar Amargura con dulzura; extremo dolor con abrumadora belleza, dos términos yuxtapuestos…¡Señora, qué dulce es tu Amargura!, cuando la tarde llora su malva palidez…Como ese rayo de sol furtivo que una sóla vez al año, se filtra por el ojo de buey, para iluminar su acaramelado rostro, haciendo eterna la fugacidad del tiempo, así es la Amargura cuando se mira de frente sin poder sostener la mirada. Como una medida exacta de perfección bajo palio granate, bordado por la fantasía de Rodríguez Ojeda, que hace imperfecto a su alrededor todo exhorno complementario y no necesita más flor ni perfume que el contado clavel de su escueto friso inmaculado. La profundidad de la Amargura, alcanzó la belleza, una señorial belleza que permaneció intacta, aun protegida de la sinrazón dentro de un escueto cajón de madera. Amargura de la inspiración que convirtió el sueño en música desde el exilio madrileño de Font de Anta, cuando sentado en un velador, frente a la estampa de cartera de la Reina de San Juan de la Palma, compúsole el poema sinfónico convertido en el himno indiscutible de la Semana Santa de Sevilla. La profundidad de los ojos de la Amargura reflejan la perfección de la belleza, todo lo demás; dolor y lágrimas, forma parte de la imperfección humana en el mundo que nos rodea. Por eso, en los confines de Noviembre, el dulce paladar de la Amargura, baja a nuestra altura para tendernos su coronada mano; mano que nos hace alcanzar la perfección por la Caridad.
joya, prestada del blog Amargura y Silencio http://amarguraysilencio.blogspot.com/
...Manos Divinas, manos humanas; la camarera viste a su Virgen
SEPTENARIO DOLOROSO notas celestiales se aunan para componer canto dolorido como un himno a tu desde... la noche en los varales no ha sabido comprender el llanto de Amargura que se esconde en su vaivén...
…cuando se abren las puertas de un atardecer que envidia el cielo, la Amargura se torna un murmullo en anhelos bajo los ocres de San Juan de la Palma.
Entonces la Amargura de Sevilla, se hace sinónimo de elegancia vestida con su túnica de silencio blanco, doblando la estrechez de Feria en apretado cortejo que vá anegando de empaque nazareno las esquinas. Al lado de Amargura, se ha hecho la noche presente, sin ser vista, cincelada en el brillo del arte de la plata, confundida en los bordados de seda para abrazar la primorosa conjunción de su juego de insignias. La Amargura de Sevilla, se ha hecho dulce a la espera, se ha convertido en música de fondo de toda la Semana Santa, cuando apenas la gloria del Domingo atardece en la serena puesta de sol de su primera noche.
Silencio…ya..que los muros de cal van a sentir la dulce voz, hecha flor de Santidad…
...Señora...qué dulce es tu AMARGURA cuando la tarde llora su malva palidez... la sombra del Discipulo Amado compartiendo a tu lado todo el amargo sabor a hiel. Mecida en el aura estética del esplendor de la plata cuando en éxtasis las flores aromas de miel derraman viene el Dolor Coronado por la Pena más Amarga... Entre ténue y encendida la esencia de su mirada deja entre sombras un beso de azahar y porcelana y un perfume de violetas la densa noche propaga al rozar los níveo muros donde la espera Sor Angela. Magestad inconfundible su palio granate avanza impasible ante el asombro de la multitud callada en peregrino vagaje de pupilas absortadas en su llanto de Amargura reflejado en las fachadas. Rumores angelicales entonan dulce plegaria ante el vergel de su paso prodigio de filigrana frescura de celosía nardo de pureza ingrávida componen la melodía más sentida y sevillana... Salve para la AMARGURA Reina y Madre Soberana que encuentra amparo en la seda de sus sutiles gargantas... Salve para la Señora AMARGURA Coronada cuando le rinde la noche sus honores de alabanza en la CAridad bendita de las Hijas de Santa ANGELA. AYER HOY Y SIEMPRE...COMO EL PRIMER DIA.
. En este caso se trataba de participar por sexta vez en el Santo Entierro Grande ocupando el paso del Desprecio de Herodes el séptimo lugar del magno cortejo. Cuando el paso se encontraba ya de regreso desde la Catedral, cayó un fuerte aguacero que le obligó a resguardarse en El Salvador, donde también se refugiaron los pasos de misterio de La Bofetá, Cigarreras y Sentencia. Vemos el momento en que dos días después el paso del Señor del Silencio inicia, sin nazarenos, el descenso por la añorada rampa del Salvador de regreso a su iglesia.(La Sevilla que no vemos JULIO DOMINGUEZ)
En Noviembre de 1.954, el Cardenal Segura impuso la presea de metal noble a la Virgen de la Amargura; conviertíendose en la primera Dolorosa sevillana, que fué Coronada Canónicamente.
Concretamente la Virgen de la Amargura acompañada de San Juan estuvo en El Salvador entre el 13 de mayo (festividad de la Virgen de Fátima) y el 14 de julio de 1929 . Los bordados de palio faldones y manto de Rodríguez Ojeda se acababan de estrenar dos años antes y son los actuales. En los enseres de orfebrería encontramos notables diferencias. Así los respiraderos de este paso pasaron en 1944 a la Virgen de las Aguas del Museo al estrenarse los actuales de Cayetano González y echamos en falta los característicos ángeles mancebos luciferarios de Seco estrenados en los cincuenta.-(La SEvilla que no vemos -JULIO DOMINGUEZ)
Postal antigua del anterior misterio del Desprecio de Herodes ...preservada de la sinrazón

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