Ahora sé porqué se inauguraban los cines de Verano de Sevilla el último domingo de Mayo. Y es que su patrón, el Santo patrón de la cinematografía, que era un sacerdote con capelo de amplia sonrisa y tocado por el don de la ubicuidad, se asomaba al luminoso patio de los salesianos de la Trinidad, ese que accede al Santuario y recorta el acaramelado perfil de la torre desde uno de sus vértices y le decía a los jóvenes inquietos mirándole a los ojos cargados de monotonía: “vosotros sois responsables de vuestro futuro, pero la luz de estas tardes floridas invita ya a escribir sus glorias…Entonces –de repente como por ensalmo- acudía a su regazo el joven Sabio llamado Domingo, que era como la sombra de su ejemplo y tres él hacian corro los niños obreros y artesanos, los de las escuelas talleres los futuros Arquitectos, Ingenieros, Doctores, Letrados y aspirantes a poetas que llenaban el idílico claustro de una alegría sin par. Era por María Auxiliadora, días de fragor a nardos y revuelo de vencejos, cuando el Santo Sacerdote rico en ardides, hacía malabares con la gracia de Dios, para que sus jóvenes formasen rondallas con púas de nácar para cantar las glorias de la celestial princesa a ritmo de laudes: Tristeza y melancolía, fuera de la casa mía que decía el fundador de los salesianos y entonces aprovechaba sin moverse de su aula de Turín, para pasear por la ronda y tomarse su cervecita en Baturrotes, cruzar hacia la carretera de Carmona e inaugurar su CINE SAN JUAN BOSCO, comiéndose un higo chumbo fresquito, despachado sobre la nieve de un baño de cinc a la puerta, por una mujer que trenzaba las moñas de jazmines en horquilla, cuando la noche caía trazando los márgenes de un retángulo azul en la radiante pantalla donde subía con honores de ordenanza la primera salamanquesa. Cuanta gloria nos trae María cuando baja a Sevilla para ser su Auxiliadora, ahora sé por qué Don Bosco la precede siempre susurrándole al oido de su discípulo amado: Los jóvenes no solo deben ser amados, sino también deben notar que se les ama.
Publicado el domingo 13 de mayo de 2007
Y que todo tenga que tener un por qué en el cielo
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