costalero “tuneao”
la mujer que a tí te aguante
Con su chaqueta de abogado, puños de diplomático; polo del “water polo”; camisa con sus iniciales, corbata apretá o simplemente a la moda vaquera de los preciados mercadillos, el “costalero tuneao”, recorre Sevilla con carencia de centro histórico. Visitando clientes más tiesos que él, pero con empresas: “una mala empresa la tiene cualquiera”. Antes tieso que en el paro...el “costalero tuneado” poco-a-poco, las llamadas-muy cortas- se va acercando a la taberna cofrade; a la tertulia más cercana, que le proporcione su pequeña dosis de incienso de la “cruz del campo” aunque sea sin alcohol. La primera chicotá es la que más trabajo cuesta de engullir, pero para eso está la inyección de moral que le proporciona la esquina de la Plaza de la Pescadería con la cuesta del Rosario. “Ofú -dios mio de mi alma, cómo está la cosa -la una y cinco- y no he vendío una escoba”. Se palpa la cartera en el bolsillo trasero del pantalón; con cinco euros en la billetera y el tarjetero lleno de estampas de sus cristos y vírgenes, aun resuena en sus oidos la cantinela sarcástica de su parienta; “con eso tienes de sobra para desayunar algo y tomarte una cervecita”. Pero como los “costaleros tuneados” en llegando la hora del angelus, suelen tener todos la misma llamada en sus respectivos móviles, no tarda en sonar el polifono de “coronación macarena” ó el tamboril y la flauta del Reina de Triana” ó el sólo de Julio Vera o lo último en el hit parade de los “costaleros tuneados” más rancios, cual es, la marcha de moda: hosamna in excelsis. Y comienza la quedada: “illo...¡que pasa, buscapina!...¿donde estas?...ah que me estás viendo con el movil en la oreja...jajajajaja...illo, mira que eres mam...
En la penumbra vaga de la pequeña taberna: “adivinando el alba de una nueva “roncha”, aparece la silueta del Señor de la Salud”, citando al “costalero tuneado”, su fijador y amigo, compadre el “buscapina”...besos, ternura, cuantos abrazos se dan los costaleros cuando se saludan...tocan el llamador (digo el mostrador) como quien pasa la mano por el costero de una parihuela, como manda la liturgia; extraen un par de servilletas y limpian automáticamente el lecho donde van a reposar sus codales; primer “chisporroteo”: “illo lo de ayer de categoría”...aunque la vida del “costalero tuneado” sea una semana, cada Domingo sale una gloria; cada lunes hay una igualá; los martes una mudá; los miércoles; un ensayo; los jueves con otra cuadrilla; los viernes una convivencia; los sábados un pescaito y los domingos por la mañana: un potaje, una garbanzada, un tentadero...y por la tarde, rara es la vez que el costalero tuneado no libra, aunque sólo sea, matando el gusanillo en una procesión organizada por la Asociación cofrade: “La espantá”.
Segundo “chisporroteo”, el costalero tuneado, una vez sale del éxtasis que le produce la contemplación del video que acaba de despachar el tabernero (revirá interminable del titanic salvando la estrechez del iceberg con la banda tocando ininterrumpidamente hasta su hundimiento), le interpela a su fijador y compadre, el buscapina: “illo de ar-te”...de arte compadre- fue la bulla que me echó ayer mi parienta (que por cierto la plantamos en un banco “ikea” de la alfalfa con una bola de “legendario-cola” , la jarra de cerveza y la carta de los cien montaditos), mientras nosotros nos encasquetamos el costal por debajo de las cejas y comenzamos nuestra particular ronda del via-crucis de la cruz del campo y las raciones de adobo penitenciales. De categoría -compadre- replicó el costalero tuneado: asín es como se llevan los pasos: ¡bien cargaos!, para no dar dos viajes...lo malo es cuando llegué a mi casa -compadre- a las dos de la mañana, bien calentito, con ganas..tu sabes, de una buena “levantá a pulso aliviao” y me dice la parienta: “buscapina, dame la morcilla... (¡ay que alegría !)...¡esa no... la de la ropa de costalero!...y ahora si quieres trabajar a gustito, que te la tunee tu compadre”.
Entrada de arte D. Antonio, simplemente de Arte. Que bien escribes y describes.
ResponderEliminarUn estrechón de manos.