http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2015/02/a-quien-quieren-enganar.html http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2015/03/cuaresmadas-un-consejo-sin-pies-ni.html http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2015/03/imaginatela-burrielada.html http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2015/03/el-muro-de-la-verguenza.html http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2015/03/mas-vale-lo-malo-conocido.h
Lo veníamos anunciado desde hace un mes (el que avisa no es traidor), ahí tienen los enlaces de las entradas suscritas por un servidor, en las que denunciaba al Consejo Gral. de HHCC, junto con los responsables de día y Diputados Mayores de Gobierno, Autoridades Municipales y CECOP, del galimatías que se estaba fraguando con respecto a la regulación de horarios e itinerarios de la "maltrecha Madrugá" 2015, bajo los premonitorios títulos: A quien quieren engañar...Un Consejo sin piés ni cabeza...Imagínense que burreliada...El muro de la verguenza y más vale lo malo conocido. No quiero ni pensar lo que hubiese sido de esta Madrugá 2015,- habida cuenta los incidentes sufridos por nuestras Cofradías en varios puntos de su recorrido- en el caso probable de haberse aplicado el "plan B" (El Señor por la Calle Cuna), como estaba previsto y se corrigió in extremis, via CECOP.
Mucho se ha escrito sobre la crónica de esta Madrugá anunciada; anunciada con sones de desconfianza; amenazada por despropósitos que iban desde la rigurosidad por cumplir unos horarios inalcanzables, hasta la advertencia de una posible desobediencia pactada entre Hermandades que tenían muy claro sus posturas y no estaban dispuestas a sacrificar ni un ápice de su Antiguedad e Historia, en favor de la fraternidad restante. Entre la mucha tinta derramada al respecto, me ha conmovido el artículo del amigo y mejor periodista, Diego Geniz, escrito con el corazón desgarrado de un penitente Primitivo, que se ve arrollado por la turbamulta que bajaba por Lasso de la Vega, en busca de su cruz, hecha añicos como la noche macabra. "No, verdaderamente, no era un hecho aislado". ¡Que triste y deprimente observar como lo que no ha podido desordenar más de 600 años de historia, lo arrase y ponga contra la pared, una atronadora estampida, presa del pánico y la histeria!. Con razón escribía Navarro Antolín, que para eso no sale la Primitiva Cofradía de los Nazarenos de Sevilla; para ver a sus soldados descubrise; a sus infantiles pajes, refugiarse bajo el paso del Nazareno, a sus acólitos alinearse contra la pared e incluso a un escolta de la benemérita, llevarse la mano al arma. ¡Efectivamente, para eso, está claro que NO salen nuestras cofradías ni mucho menos la decana! Tampoco pienso, que haya que ponerse al amparo de la crónica apocalíptica, firmada por el insigne Carlos Colón, cuya metáfora del "cadáver en descomposición" en el que se ha convertido nuestra Semana Santa, no obedece a la realidad, según el cristal donde se mire, más bien a la indignación de un cofrade sensible, que sabe adornar como pocos sus célebrados artículos literarios. Y a las pruebas me remito de que lo acaecido en la Madrugá 2015, NO fue un hecho aislado, como en un principio se calificó por parte de las Autoridades, en un llamamiento razonable a la calma, refrendado por un público ejemplar y unos medios de comunicación, que automáticamente blandieron la consigna de frenar el efecto dominó que se extendía por las redes sociales; Ni el comunicador de moda, García Rayo, en su país de la felicidad, calle de la golosina teledirigida, concedió un segundo de importancia al asunto, dado que en Sevilla, en el corazón de la Campana, estaba en aquellos precisos momentos, la Reina de la Esperanza, la Virgen más soñada...¡la Macarena!, solo el lamento aterido de Fran Lopez de Paz, transmitía desde los micrófonos del Llamador, la queja de lo que estaba viendo -el salto a la reja- cual almonteños enfervorizados; un nuevo asalto a las vallas de la tribuna Campana, cuyo público, anonadado y estupefacto, no daba crédito a la avalancha que se se estaba produciendo, procedente de Laraña. La muerte anunciada de la noche mágica, cambió de color, en aquellos instantes el caos se apoderó de los abonados y todos -ante la preocupación más razonable- dieron la espalda a la Esperanza. Quien niegue la evidencia, aquí tiene el video que retrata inapelablemente lo ocurrido. Dejaron de grabar los móviles y todas las miradas se volvieron hacia la amenaza canalla de esa otra expectación que rugía por Laraña. La escolta del CECOP que traía la Virgen, corría hacia el foco del desorden con ademanes de calma, La reacción del público, no tardó en producirse, aplausos, ovación de gala e indignación, incluso algún que otro grito de ¡GUAPA! en Campana, "pasa la Macarena" y no puede ocurrir nada, pero esa noche, le dimos la espalda a la Esperanza. Claro que los miembros del Consejo, desde el palquillo, no observaron nada -que van a ver los ínclitos- si a lo largo de tan enmarañada cuaresma, no han querido ver ni oir, nada, si hasta el Cabildo de "toma de pelo", no quisieron ver ni oir nada. Menos mal que el CECOP, no estaba de huelga. Menos mal que los sevillanos cofrades y adeptos a la Semana Santa; los que no queremos ni vamos a consentir que la Madrugá -nuestra Santa Madrugá- sea un "cadáver en descomposición, no tragamos ya con aquello "del hecho aislado"; ni confiamos en las arbitrariedades de nuestro Excmo. Sr. Alcalde, ni en el esperpento autoritario y manipulador, en el que se ha convertido el CGHHCC y reparamos en los detalles de la verdad, observando como en la lejanía de la calle Alfonso XXII, se producían también "carreritas" al mismo tiempo y recabamos información desde todos los puntos de nuestra ciudad, para enterarnos, que horas antes, cuando el Señor de la Salud de los Gitanos, discurría por la calle Matahacas (está grabado en vídeo), sufría otro altercado en las carnes de los integrantes de su Agrupación Musical, que al ser arrollados, tuvieron que dejar de tocar la marcha que venían interpretando y el paso del Señor fue arriado al efecto, según declaración vertida por el fiscal de dicho paso en el programa El Llamador, del día después. En otro orden de cosas, he de decir y en honor a la verdad, que en las horas en que se produjeron los referidos incidentes (3-4,30 de la mañana aprox), el que suscribe, contemplaba el paso de la Hermandad de la Esperanza de Triana por la calle Reyes Católicos, al mismo tiempo que escuchaba las crónicas en directo, desde mi "llamador de pinganillo", fiel compañero de andanzas cofradieras, sin que por dicha zona, se produjera, ningún movimiento fuera de lo habitual y normal de esa noche. Lo que sí fui testigo, del parón de la Esperanza de Triana, cuyo cuerpo de nazarenos se encontraba totalmente comprimido y estancado por la Magdalena, observando como la Cruz de Guía del Gran Poder, esperaba pacientemente en el cruce de Zaragoza, interrumpida en su paso, únicamente por los miembros de la banda Santa Ana de Dos Hermanas, lo cual me pareció, un tanto extraño, supuesto que dicha Banda de Música con solo echar hacia un lado el orden de sus músicos, hubiera facilitado el cruce de los nazarenos del Gran Poder hacia c/Gravina, sin problema ninguno. Después de la tormenta, vino la calma y camino de la plaza del Duque, por la Magdalena, San Eloy y calle del Silencio, para ver al Señor de los Gitanos, reinaba la más absoluta calma...continuará
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