QUE NO SE PONGAN MEDALLA, quienes con prisas corrieran a concedérselas ¡VAYA! cuando en vida solo quedan tres ases de la baraja de la cuna cigarrera. Que no se pongan medalla, que la medalla más cierta, ya la tienen los maestros, LOS ROMEROS DE LA PUEBLA, que a gala y honra son dignos de lucir en la pechera, el galardón más sublime. SER Profetas en Su Tierra. Y su tierra Andalucía, a la que tanto veneran, no le debe más que el verso de toda una vida entera, cantándole sus Amores que llevaban por Bandera. Que no se pongan medallas, que las medallas no quieran ponerse los que a deshora, saldar la impagable deuda, que se debe a los ROMEROS, aunque al cabo ELLOS lo dieran -TODO- a cambio del aplauso desde el principio al omega en todos los escenarios de su brillante Carrera. ...."Cuarenta y cinco los años, que llevamos a tu vera"
Pero el Pueblo al que han cantado, con tanto estilo y entrega, con el registro sagrado de sus voces ribereñas, con su inconfundible estilo, con lo mejor de las letras compuestas por sevillanas que todo el mundo corea, ya le puso la medalla de toda una vida llena en su amable sintonía, en su inconfundible estela, perfumando los caminos desde Sevilla, hasta Lleida, desde Gerona hasta Cádiz, desde Pamplona hasta Ceuta, desde Gata al Santo Reino, desde el Guadiana hasta el Sena, de la ciudad de la Luz, hasta Málaga la bella, desde Córdoba la llana, hasta la orilla de Huelva, desde la Alhambra a Almería, desde el Rocío hasta la PUEBLA...un guadalquivir de coplas que de ROMERO se impregna, para perfumar la orilla de suspiros y leyendas, hasta llegar al buen puerto de aroma camaronera. El Pueblo sigue queriendo, y lo sabe a ciencia cierta, nuestra noble Andalucía, que no hay quien más se merezca, esa dichosa medalla, que los políticos niegan...pero hablando de política, no merece ni la pena...ya se sabe, que a Iscariotes, ni a promesas fariseas, no le gana ni el mismísimo -traidor- que se apareciera,
En el día de Andalucía, un año más a la espera, nos quedamos con sus coplas,¡ ROMERISTA HASTA QUE MUERA!, para volver a escribir, la carta de nuestra queja, habrá una carta más linda y bien cantá, que a Manuela y aunque el tiempo fugitivo, no se pare ni detenga, duraran nuestros anhelos eternamente, que es tan grande el consuelo que el alma siente, al saber que ROMEROS, ¡ROMEROS SIEMPRE!!
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