martes, 23 de noviembre de 2021

LA HUMILDAD DE MONTEQUINTO



 Que manera de atraer, Señor, que forma más sencilla de atrapar, de convertir, de enamorar con el flechazo de Tu Divina Humildad. No más has llegado al barrio, quien te ha visto y quien te ve, no se va  a soltar jamás de las amarras de tus brazos abiertos. Señor, ¡que maravilla! sin arrogancia, pero  ¡que portento el tuyo, por derecho, como diciendo! "Venga ya, Venid a mi... ¿Que problema hay? Aquí estoy Yo, vuestro Cristo, para todas vuestras penas, vuestras alegrías... Vuestro Señor, para todas vuestras necesidades, para lo bueno, para lo malo, en la salud y en la enfermedad" Has llegado recogiendo la cosecha de tu Bendita Madre del Pilar. Ella, nos venía advirtiendo:"Haced lo que El os diga"... porque quien me ve a mi, verá a mi Hijo, el Señor de la Humildad, fruto bendito de mi vientre. Y así ha sido " Fiat voluntas tua" Hágase tu voluntad, que nadie va al Padre, si no es por el Señor de la Humildad, que ha llegado para quedarse en nuestros corazones para siempre. Y de que forma, tan sencilla, como solemne en su Bendición, cuidada hasta el último detalle. Así, te presentabas, Señor, en el centro de nuestra Parroquia; la Señora de los Ángeles, tocaba revuelo en las Cortes celestiales, hasta parecía escucharse el eco de la Teófania: "Este es mi hijo amado, escuchadle". Del azul morado litúrgico y ceremonial, pasabas en unas horas a vestir el blanco pureza, radiante y arrollador para salir a las calles del barrio que te esperaba; y como te recibió, ¡cuanta emoción y orgullo, cuantas lágrimas por dentro y por fuera de la unánime admiración!. Brotaban los suspiros y emociones a tu paso, como las flores primeras, recién estrenada, que perfumaban sencillamente tus plantas. Sobre el GETSEMANÍ, de tus hermanos costaleros, Tu imagen Viva de Cristo Rey, en la HUMILDAD certera: "Venid a mi los que estáis cansados y agobiados"... A quien temereis, estando aquí YO, con mis brazos abiertos... Yo soy el camino...sonaba " Alma de Dios" cuando el cielo derramaba sus azules más eléctricos. Y la primera saeta, razgaba la noche en la Vía Augusta. Y la bulla por Trajano, esperándote, escoltandote, siguiendo tu Cruz invisible. Señor, en la entrada de Bolonia, te esperaban tus vecinas, las hermanas que soñaban con portar, los kilos de tu sagrado peso, ya lo decía tu Santo Evangelio: "Venid a mi, porque mi peso es liviano y mi yugo ligero".Y al calor de tu Humildad, tantas lágrimas como aplausos a las que han sido y serán para siempre tus eternas cirineas. Sonaba la saeta al cantar de la Banda. La noche se fue cerrando por el huerto recóndito del pasaje de "Surval", el Señor, entre los árboles, parecía despertar la HUMILDAD de su nombre en el mismo Getsemani. Finalmente, el tiempo que pasa sin tiempo a discernir entre el sueño y la realidad. Tus costaleros en alarde de saber pasear como nadie, su HUMILDAD, que es la de su Cristo y tras de sí, una Banda, "La Estrella nazarena", que será el Oriente de tu salida procesional en vísperas. Y una Agrupación Parroquial que sueña, rezando Tu Nombre, al pie del Pilar de tu Bendita Madre: " Venga a nosotros, Tu Reino, SEÑOR DE LA HUMILDAD en GETSEMANÍ, hágase tu voluntad. "FIAT VOLUNTAS TUA".

domingo, 21 de noviembre de 2021

HUMILDAD DE MONTEQUINTO

 Doy gracias al Señor por haber tenido la dicha de conocer en persona a José María Leal. Su cercanía, su sencillez, su trato sin distinción y sobre todo su HUMILDAD. De su inspirada mano, vino al barrio de Montequinto, la primera Dolorosa, Ntra. Sra de Pilar en su Mayor Dolor y Gloria, sembrando la piedad y devoción -cada día más- entre los vecinos y parroquianos, por su hermosura Serena y exclusiva. Con Ella camina y crece la Misión de la Iglesia diocesana, de la mano de la Agrupación Parroquial, que en estos días, firma otra de las páginas gloriosas de su historia reciente, con la Solemne bendición de la Imagen, de Ntro Padre Jesús de la HUMILDAD en GETSEMANÍ, titular cristifero de dicha Agrupación. No voy  a referirme al prestigioso catálogo que distingue a este escultor-imaginero, como autor de magníficas obras que salieron de su gubia y hoy se reparten a lo largo de la geografía, haciendo las delicias de crítica y público. No voy  a descubrir nada nuevo de este joven talento, en cuanto a su prestigio y excelencia creativa, solo resaltar su condición humana, por encima del valor de su obra, ya que José María, para todo el que ha tenido la gracia de gozar su amistad, posee el don de la empatía y la virtud impagable de la HUMILDAD. Y esa HUMILDAD, intrínseca que marca su personalidad humana, ha sabido transmitirla, sin cortapisas ninguna, en la realización de este Cristo, que rezuma, por los cardinales de su bellísima Imagen, la HUMILDAD divina y humana, en todos los sentidos. La Humildad de José María Leal, ese algo indescriptible, que te atrapa desde el principio; como el agradable soplo del calor de la hoguera de la Fe. En los tiempos del culto al cuerpo y la ausencia creciente de los valores humanos, en los vientos que corren a favor del laicismo y el reparo a llamar por su nombre, a aquel, que pasó por el mundo, haciendo el bien y entregó su vida por nosotros. José María, ha dado un golpe de gubia más, para hacernos confiar en Jesucristo, Ntro Señor, imagen pura y viva de la HUMILDAD, que acepta el Cáliz de su Pasión y se entrega a todo el que acude a sus Divinas plantas, con las manos abiertas, rebosantes de Gracia, momentos antes de su Prendimiento, para cumplir la voluntad del Padre: #Fiat voluntas tua. José María Leal, ha plasmado exactamente, esa HUMILDAD, que es todo lo contrario a lo que el hombre de hoy piensa. Esa HUMILDAD, que desarma a los soberbios, humilla a los prepotentes y enaltece a los limpios de corazón. Esa HUMILDAD, que no pide para si, más que el bien de sus hermanos, esa HUMILDAD que te atrapa en su belleza y te lleva en volandas al paraíso florecido  del perdón y la Misericordia, ese que infunde su unción Sagrada. Puede el barrio de Montequinto, presumir, sin afán de protagonismo ni vanidad, de Aquel que ha llegado Bendiciendonos a todos, en la gloriosa solemnidad de Cristo, Rey del Universo, radiante de esplendor, ungido por la gracia y sobre todo transfigurado por la HUMILDAD de su Soberano Poder. Gracias a José María Leal, joven pero ya insigne imaginero, que ha hecho posible con sus inspiradas manos, la obra eterna del Santo Evangelio, Palabra de Dios, puesta en pie, delirio expresivo de la HUMILDAD de Cristo en GETSEMANÍ, con las manos abiertas para recibir todas nuestras plegarias y oraciones. 

Gracias, José María Leal, por acercarnos el Reino, del Poder y la Gloria. Por dejarnos para siempre, el Regalo de tu HUMILDAD, la HUMILDAD del CRISTO que viene para quedarse eternamente con nosotros. AMEN. 







Querido Antonio, muchas gracias por estas inmerecidas palabras, yo solo soy un medio para que el Señor esté presente por tantos sitios del mundo. Agradecido de tanto cariño recibido estos días con regalos como este que usted me esta haciendo. Orgullo de saber que la Humildad está siempre presente en mi vida y se refleja en mi obra.Recibe un cordial abrazo en Jesucristo nuestro Señor agradecido eternamente por sus palabras.

Entrada destacada

MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04