Araceli sabía que me gustaba mucho las estampitas de santos. Me observaba a menudo, cuando jugaba en el corredor de geraneos a los pasistos con mi caja de zapatos y una estampa recortada entre cuatro velitas de cumpleaños. Araceli la de los cuatro hermosos balcones a la calle Enladrillada, tenía una pequeña imagen de unos 30 cms del Señor del Gran Poder vaciada en barro -algo vasta en lo que respecta a sus manos abrazadas a la cruz- que guardaa sinembargo una más que digna fidelidad en cuanto a, rasgos en sus hechuras a escala, del portentoso nazareno. Un buen día de primavera, hace ahora más de cuarenta años, la buena de Araceli, me hizo entrega de la pequeña imagen del Señor, con la condición de que le hiciera un paso a su medida. Me dijo que tuviera mucho cuidado con él, que era un recuerdo de sus padres, tan frágil como apreciado y que por supuesto iba en calidad de depósito. Tanto Araceli, como yo, sabíamos que el cristo nunca sería devuelto a su dueña, ya que ésta tenía clarísimamente preconcebida la idea de yo iba a ser su distinguido heredero. Cuantas gracias te doy, Araceli por ese cariño que desprendían tus ojos vidriados de admiración, allá donde estés que será lo más parecido a la gloria por la que todos suspiramos. Desde entonces, “mi Gran Poder de barro”, tuvo capilla propia, toda una basílica de sentimiento que se hacía hueco bajo las patas de una silla forrada de damasco con incrustaciones de papel aluminio emulando un retablo barroco garabateado por la más tierna gubia. Estrenó, paso, con su pariguela de madera que le sirvió un antiguo banquito, sus faldones carmesí de pana acrílica y los respiraderos de encajes pintados de purpulina...canastilla de la mejor fantasía cofrade que se pueda despachar por un niño, rematado por sus cuatro faroles, cuya manufactura en plastilina forrada de oropel, contó con el entrañable concurso de mi hermano mayor, debido a la dificultad añadida de su diseño. Lo cierto es, que aunque la vida, se encargó después de ir cubriendo, esta deliciosa imagen, con el polvo del olvido...mi pequeño Gran Poder de barro, me acompañó siempre allá donde el destino me llevaba, presidiendo la calle del centro de mis días; desde la altura del famoso mueble bar de formica de los años setenta, hasta los anaqueles aglomerados de los provenzales diseños de salón. Un día, supongo que también de primavera, paseando por el jueves, le encontré cruz a su medida y peana de escayola, llegué a mi hogar y recorté tres potencias a modo de ráfagas, emulando las que luce el verdadero Señor de Sevilla y lo coloqué al final de la pared del pasillo de todas las casas que hemos habitado. Y desde entonces -como ha sido siempre- él bendice cada rincón de mi hogar.
el blog de Antonio Sierra Escobar -Mayo 2006- Mi espacio para el verso y la prosa, la crítica y la imaginación desmedida y por descubrir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entrada destacada
MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"
Serie: #Pararse,ahi Cap 04
-
CINE DE VERANO Ven conmigo al cine De sábanas blancas En noche fragante De aroma de albahaca… La salama...
-
Primera parte La escuché en el LLAMADOR de la semana después, de la voz -sevillana y cofrade de Charo Padilla- pudo suceder en e...
-
naturaldesevilla: tu escudo invencible : Menudo sueño has tenido, un sueño de superhéroe, tan intenso y profundo, que el mismo Capi...
que bonita historia, que bonitos recuerdos, al fín y al cabo, mirar esa figura es vivir lo vivido, y mirar dentro del corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay recuerdos que no son recuerdos porque siempre se tienen presentes miarma, y este es uno de ellos, has plasmado perfectamente lo que esa figurita representa para tí.
ResponderEliminar¡Un saludasso!
Araceli estará muy orgullosa de tí y ver esa imagen del Gran Poder, que tantos años ha de tener, en tu hogar, bendiciéndolo y protegiéndolo.
ResponderEliminarBesitos
Eres entrañable... es un placer leer tanta ternura a estas horas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mira que he pisado distintas viviendas en las cuales has vivido a lo largo de tu vida, "Tito" -hoy descubro la historia de esa figura tan simbólica que miro cada vez que entro en el largo pasillo de tu casa y que recordando y recordando, en momentos de euforia por la desesperacion de ver perder a mi equipo, El Real Betis, le pedi una vez en mitad del pasillo que ganara en un derbi.
ResponderEliminarSigues despertanto en mí, la misma sensación que cuando tenia 10 años y me contabas a pie de la catedral, los detalles paso a paso de cada cofradia de sevilla. Hoy digo; ERES NATURAL DE SEVILLA.
Que historia tan preciosa!
ResponderEliminarHay cosas que por mucho que pase el tiempo, jamás se olvidan...
Que siga cuidandote a ti y a los tuyos de la misma manera que lo llevas cuidando toda la vida a él.
Muchos besitos
Como siempre los humanos nos vamos, pero nuestros recuerdos siempre permanecen en la memoria de los que siguen, preciosa historia compañero.
ResponderEliminarHola, bonita historia, como ya sabes yo tambien tengo uno desde hace unos 3 ó 4 años, me lo regalaron en Reyes y aunque yo no lo he montado en un paso, si que lo tengo en el salon dentro de una vitrina con su cruz. seguramente dentro de unos años recordare tambien los momentos que tu as plasmado. Tambien tengo una virgen que nesecita una restauración urgente, cuando la tenga en condiciones la mostrare y contare algo de la historia que tiene(que es mucha por lo visto).
ResponderEliminarMuchos saludos.
cuando una entrada como esta, que esconde una historia tan significativa para el que os escribe, logra conectar de la forma tan hermosa, como lo estais haciendo a través de vuestros comentarios...uno se siente realmente, lleno, no tengo palabras para expresaros mi agradecimiento, sincero y emocionado. Un fuerte abrazo a todos.
ResponderEliminarPreciosa historia, supongo que ya estarás pensando a quien prestárselo..
ResponderEliminarUn abrazo
Una historia Sevillana por los cuatro costaos ........
ResponderEliminarTodo el mundo tiene historias preciosas que contar,pero como usted las cuenta ......
Un abrazo canino