Era 18
de Diciembre, día de la Esperanza. Los trabajadores se afanaban en
cumplir con su obligación, conscientes de lo que cuesta encontrar y
mantenerse en su puesto de trabajo, a pesar de las precarias
condiciones en las que son contratados. Los empleados de una
conocidísima y muy en voga franquicia que se extiende por todo el
territorio “sureño” como la pólvora, especializada en
deliciosos y minúsculos “montaditos cien”, servidos junto a la
suculenta jarra de la “mayorquina cerveza”, llevaban todo el mes
de noviembre sin percibir su salario más los dieciocho días de
Diciembre -día de la Esperanza que es lo último que se pierde-.
Todos se preguntaban con la mirada, el motivo de tal retraso en el
pago de sus respectivas nóminas, sobre todo, cuando un negocio tan
boyante genera suficientes beneficios diarios en orden a su
clientela, éxito publicitario y precios sin competencia. Después
del trabajo agotador, horas extraordinarias y turnos intempestivos,
los empleados murmuraban -entre el temor y la indignación- ¿para
cuando podremos efectuar nuestras compras y regalos en estas fechas
que se avecinan?. Todos sabemos que el lugar más idóneo para hacer
valer nuestras quejas y formular comentarios apropiados al estado de
ánimo por el que atravesamos, es y son las redes sociales. Allí en
ese muro público de nuestras lamentaciones cotidianas, las personas
vertemos, nuestras quejas y preocupaciones, así como las
circunstancias afortunadas o adversas por las que atravesamos, con la
“garantía” de poder expresar nuestra opinión “libremente”.
Allí -en las redes sociales- algunos trabajadores que atraviesan
conflictos colectivos o cualquier tipo de anomalía o vulneración en
sus derechos sociales, recaban información o denuncian públicamente
las condiciones de trabajo por las que atraviesan, buscando el apoyo
y la solidaridad de familiares y amigos. Pues como la más natural
del mundo en estos tiempos del mensaje directo e inmediato -vulgo
“wash-up”-smartfone”-, llegó a las redes sociales el clamor de
un trabajador empleado en la tan “sureña franquicia de los
montaditos a euro”, formulando la queja razonable de llevar más de
45 días trabajados y sin cobrar (horas extraordinarias incluidas).
Dicho comentario cobró fuerza con el refrendo y apoyo de sus
correspondientes amigos del “feibú”, pero resultó a todas luces
irrelevante de cara a la reacción de la conocida firma u empresa.
Sin embargo un tweets, dirigido a la @ de la página oficial de la
franquicia, con más de 5.000 seguidores, por parte del que suscribe,
con el único fin de que esos trabajadores, cobraran los atrasos que
en justicia les pertenece, sobre todo en estas fechas donde se hace
tan imprescindible como necesario atender a los compromisos de pago y
regalos propios de navidad-, provocó la reacción inmediata de la
franquicia, quien acusó recibo del mismo a través de un mensaje
directo a mi cuenta en estos términos que copio y pego:
Gracias por seguirnos, Antonio. Por favor, ¿podrías
indicarnos el local al que te refieres?
Gracias por informarnos,
Antonio. Trasladamos tu comentario internamente y te recordamos
que R... no toma parte en la...
17 dic
...relación laboral entre las franquicias y sus empleados. No obstante, nos ponemos en contacto con el franquiciado. Un saludo
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...relación laboral entre las franquicias y sus empleados. No obstante, nos ponemos en contacto con el franquiciado. Un saludo
Era
18 de Diciembre -día de la Esperanza-, el mismo día que un
trabajador, honrado y cabal, era DESPEDIDO automáticamente por la
conocida firma extendida por toda la geografía sureña dispensadora
de “montaditos cien a un euro”...motivo del Despido: Finalización
de contrato de prueba, bastante creible en estos tiempos de trabajo
basura-precario...pero ¿que casualidad? Porque el trabajador de
marras era y es mi yerno; un joven Licenciado en Educación física,
víctima -como millones de jóvenes de la situación insostenible en
la que nos encontramos en el terreno laboral en este corrupto e
intratable país, donde los empresarios -despiadados y crueles-
campan a su antojo, vulnerando todos los derechos habidos y por
haber. Lo triste de esta historia, fue la cara de indignación y
rabia de mi futuro yerno, quien con lágrimas en los ojos y bastante
afectado, se dolía más del DESPIDO, que de los 48 días de trabajo
que le debían...por Dios bendito a lo que hemos llegado, me pregunto
embargado de culpabilidad y desconcierto, maldiciendo la hora en la
que -guiado por mi afán de reclamar justicia- redacté esos 140
caracteres, que tanto perjuicio ha causado a un ser querido!...pero
no dejo de preguntarme, sin encontrar otra explicación que la que
hay, porque no hay otra cosa: Los jóvenes responsables, prefieren
que les paguen al albedrío contable de las empresas, antes que
perder un puesto de trabajo, por más precario que este sea y habida
cuenta como está el mercado laboral. Que las grandes empresas se
rigen por la ley del más fuerte y el ancho del embudo, encargando el
pago de sus nóminas a gestoras que cierran sus cuentas, cuanto más
intereses genera el banco, en detrimento del pago a sus trabajadores.
(No es lo mismo pagar en efectivo que a través de
liquidaciones-cheques a cuarenta o cincuenta días retenidos en la
entidad financiera) Y por último que las redes sociales, siguen
siendo una herramienta tan constructiva como mortal, según como y
donde se empleen y para el fín que se las utilice, porque como bien
dice el refrán: el pez grande se come al chico y por más que llores
y patalees -en estos tiempos de indefensión total y absoluta: urge
humillar, si quieres subsistir y comer. Por otra parte, cómo te
explicarías, que un “montadito costase 0,50€ y un cubo de
botellines glacé a ...
Antonio:
ResponderEliminarPermiteme que te diga que tu no eres culpable de nada, lo que has hecho es denunciar una injusticia.Pienso que cuanto más nos humillemos, más nos agachemos, más nos pisaran el pescuezo, y los culpables son los impresentables del Gobierno con sus leyes y los mucho H. de P. que se llaman empresarios y que andan por ahí suelto y solo son unos explotadores.Un saludo.
Estoy con el amigo Triti. Tú no eres culpable de nada, los culpables somos todos que mantenemos esta situación. Y lo triste es que hay muchas empresas como la de los montaitos a veinte pavos, franquiciadas o nó, que hacen lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo y por un año vacío de situaciones como esta.
De vergüenza es la situación que estamos viviendo, en la que me incluyo pues también la sufro.
ResponderEliminarEs difícil hacer cambiar a un país de forma de pensar, somos un país de conformistas en el que lo hemos permitido todo y ahora vemos las consecuencias.