Pregón de los Reyes Magos, Montequinto 2 de Enero 2014
Buscando palabras para definir la ilusión y la ilusión la llevaba puesta; está presente esta noche y encarnada por S.M. Los Reyes, a quienes nunca había tenido tan cerca. La Ilusión sois vosotros, los que me honráis con vuestra presencia. Se que algunos no encontrarán la ilusión, porque la tienen bien guardada en su corazón, a la espera de mejores momentos. Otros, en cambio, no ven la Ilusión, aunque la tengan delante de sus narices. ..
Buscando palabras para definir la ilusión y la ilusión la llevaba puesta; está presente esta noche y encarnada por S.M. Los Reyes, a quienes nunca había tenido tan cerca. La Ilusión sois vosotros, los que me honráis con vuestra presencia. Se que algunos no encontrarán la ilusión, porque la tienen bien guardada en su corazón, a la espera de mejores momentos. Otros, en cambio, no ven la Ilusión, aunque la tengan delante de sus narices. ..
Estrella de Oriente Tu,
que alzas las palmas al cielo
de los niños que volvieron
a ser niños con tu Luz...
Recortada en el azul
se divisa tu silueta
y en tus puntas se sujetan
las ansias y los anhelos
de los que nunca crecieron
para tenerte más cerca.
Estrella de Oriente Tu,
que anuncias la Cabalgata
blanca y radiante de plata
en tu carroza de ensueño,
encendiendo los risueños
corazones de los niños
que reclaman con delirio
tu dulce lluvia de sueños...
Tu que marcas el camino
de los Tres Reyes de Oriente
reflejando en las pupilas
de los hombres que se sienten,
niños -sin tiempo ni edad-
jubilosos, inocentes,
en la pugna agradecida
de recibir tu presente...
Tu que marcas el sendero,
¡Estrella, alúmbranos siempre!
no dejes que por ser hombres,
por crecer más y más fuertes,
dejemos de ser el niño
que confunden con los débiles
porque se aferra a la mano
maternal que lo protege...
No dejes que por ser hombres
nos seduzcan los poderes
de querer ser más que nadie
de tener más que se debe,
de escalar hasta la cima
donde la moral se pierde
y la manzana jugosa
de la "corrupción" se muerde...
Tu que señalas la Luz
donde nace la cimiente
del Amor que vino al mundo
en un humilde pesebre
y a sus plantas conseguiste
que lo adorasen los Reyes...
¡no dejes de relucirnos,
no te apagues, no te alejes!
que por oscura la noche
y nublado el día se preste
a sembrar malos augurios
en un mundo que parece,
tan perdido y desigual,
tan injusto y aparente...
¡sigue alumbrando tu norte
sobre el ocaso poniente!
que aún brilla la fantasía
y la vida resplandece,
tras tu estela fulminante
que apuntando hacia el Oriente,
mantiene la Ilusión viva
¡¡Porque ya vienen los Reyes!!
,EXALTACION
A LOS
REYES MAGOS
CENTRO CULTURAL Y DEPORTIVO
ENTRETORRES
MONTEQUINTO
Sevilla a 2 de Enero 2015
por
ANTONIO SIERRA ESCOBAR
http:naturaldesevilla.blogspot.com
A la hora de escribir mi carta a los Reyes Magos, me asalta
la duda -que si lo hago, como el niño que soy, sigo siendo y
seré mientras viva- o, por el contrario, la escribo con el
pensamiento sereno de una persona mayor, -el hombre que
soy- a punto de cumplir los 60 años.
Si escribo la carta a los Reyes, como el niño que soy, le
pediría a su Majestad Melchor (que es el mío de toda la vida),
-un objetivo macro de 70/300 mm para mi cámara reflex, que
en estos momentos es, lo que más ilusión me hace.
Se supone que un niño, entre otras cosas, es fiel a sus
caprichos y deseos. La inocencia es pura sinceridad,
independientemente haga uso de la razón, cosa improbable en
un niño, egoísta por naturaleza.
Si escribo la carta a los Reyes con el pensamiento puesto
en la realidad del hombre de nuestros días; naturalmente será
una carta dramática, donde le pida a sus majestades por la
justicia social, para que nos hagan el regalo de ajustar una
situación que está acabando con la dignidad del hombre.
Puede incluso que desaparezcan las ganas de escribir la carta,
angustiado por la precariedad laboral y la incertidumbre del
futuro de nuestros jóvenes. Pero ese no es el caso; el caso es
mantener viva la Fe y continuar sembrando ilusión y
esperanza, donde quiera que exista el desánimo y la necesidad.
Los Reyes, por Magos, lo saben todo; saben que los niños,
cada vez están más deshumanizados; que juegan menos entre
ellos, para jugar más con ellos mismos, a través de la máquina,
-esa dichosa máquina digital que los tiene, cada vez más
ensimismados, aislados de los juegos de compañía.
Cada niño con su “play”; cada hermano con su “tablet”.
Poseer sin compartir, es perder, por buenos niveles que se
alcance en el manejo de esas tecnologías.
Los Reyes, por Magos, consideran absurdo y aberrante,
que un niño, pierda su condición de inocencia, con un móvil de
última generación en sus manos, que lo convierte en presunto
implicado de una trama de iniciación que no le corresponde
por edad.
Dicen, sus Majestades de Oriente que los niños son el
reflejo de la sociedad en la que viven y por ende, los máximos
seguidores del ejemplo de sus padre y educadores, estos
últimos, -me refiero a los profesores de Colegio-, cada vez más
sólos e impotentes, para domeñarlos.
También se quejan sus ilustres majestades, que haya niños en
pleno siglo XXI, que pasan hambre.
Niños que no son precisamente los negritos famélicos que toda
la vida, han mostrado las imagenes nefastas del cuerno de
Africa, ¡sino que son nuestros niños!; Andaluces y españoles...
los niños de dos millones de familias, que han tenido que
acudir al recurso urgente de los comedores del Colegio, para
que al menos, puedan hacer una comida consistente al día y
eso -parece mentira-, una auténtica pesadilla que deja en
entredicho y evidencia el fracaso de todo un sistema político,
social y económico.
Los Reyes Magos, se sienten, desolados, tristes e
impotentes frente a este panorama; ellos son Magos, trabajan
con la fantasía, pero no pueden hacer milagros. Bastante
tienen, con leer los millones de cartas que reciben, con el don
de compensar y tratar de satisfacer, los deseos de los niños, ya
sean de familias ricas, acomodadas, humildes, pobres y pobres
de solemnidad, intentando equilibrar tan imprecisa balanza.
Es por ello, que al disponerme a escribirles la carta de
todos los años; este pregonero, al que le traiciona el
subconciente de hombre mayor, quiera y desee fervientemente,
volver a ser niño; con todo el egoísmo de pensar en uno mismo,
pero sin perder un ápice de ilusión...
Con la aparente crueldad, con la que un niño humilla a otro
niño, valiéndose de su fuerza o ingenio... pero con la verdad
siempre por delante y el deseo de amistad y compañerismo por
bandera.
Porque... ¡pobre del hombre que no se sienta niño y sueñe con
la cabalgata que le traerá su regalo de Reyes!...
-¡Pobre del hombre que haya perdido su estrella de oriente...
¡la ilusión!
-pobre del hombre que se quedó sin trabajo...
-que perdió el calor de aquel techo...y que mira y ve reflejado a
sus niños en el mar de sus lágrimas, incapaz de decirle a la
cara, que esta noche de Reyes, el único regalo que recibirán en
su habitación, será el cariño de sus padres.
-Pues en verdad os digo, que de ¡Pobres nada!...
-que para ellos salen los Reyes Magos, -los auténticos- y se
organiza la más fantástica de las Cabalgatas...
-de ¡Pobres nada!...que para algo son Bienaventurados los
humildes, que unen sus esfuerzos y se desvelan para que la
Cabalgata llegue a todos los rincones donde urge la
solidaridad y los llenen de juguetes envueltos de ilusión y
júbilo.
-Si no os lo creeis, porque por demasiado pesimistas, decís que
sois realistas, escribid con espíritu párvulo la Carta a los
verdaderos Reyes Magos;
-vereis como una legión de heraldos redoblarán sus esfuerzos
con el corazón desbordado por Cáritas, para que esa Noche no
falte en las casas el pan de la vida...
-veréis como el Gran Visir, se multiplicará por cien y un
ejército de mensajeros de la paz, llevará a cada hogar la luz
que siempre aparece al final del túnel.
-Si no os lo creeis, hombres de poca fe, cansados, afligidos,
derrotados...¡Venid a ver como se organiza la Cabalgata! -
¡Porque si no lo veis, no os lo creeréis y todo lo demás serán
excusas!-¡De modo que todos prestos a escribir la Carta a los Reyes
Magos!... si no lo hemos hecho ya...
¡niños de todas las edades!... Porque los sueños se cumplen y
no hay sueños sin Estrella: ¡Que no nos roben el nuestro!
LOS NIÑOS DE ACOGIDA
Hay niños que no se creen
que salga el agua de un grifo
y les parece mentira
beberla en cristales finos.
Para esos niños, el agua
es el juguete más lindo.
Hay niños que no se creen
que de un simple mecanismo
salga música y canciones
y mil juegos divertidos.
Para esos niños, un móvil
nunca le quedará antiguo.
Hay niños que los juguetes
condenados al olvido
en un cajón del desastre
que almacena el egoísmo
Ya quisieran para ellos
estrenarlos, ahora mismo.
Son niños que lo que tienen
valoran por ser lo mínimo
sus bienes, son bien escaso,
los juguetes, el delirio
¡que lo poco que poseen
-como nunca lo han pedido-
lo reciben con constante
sonrisa de agradecidos!
Estos niños de acogida
son el regalo magnífico
que reciben cada año
los padres que dan cobijo.
En su mirada de ángel
el mismo cielo infinito...
la ilusión no tiene precio
ni vayas tiene el cariño,
¡que dan por lo que reciben
el múltiplo recibido!
Por eso cuando a la hora
de partir a su destino...
no hay lágrimas que compensen
el mar de amor
de estos niños.
Sus Majestades de Oriente
saben que para estos críos
no hay Juguete prodigioso
que sea de su altura digno.
Los Reyes Magos lo saben
y sólo para esos niños
sale una gran Cabalgata
de Acogida y de optimismo
que no da a bastos en pajes
visires y beduinos
cargaditos de juguetes
¡desde el mismo Paraíso!
Que no te roben tu sueño con estrella, que hay muchos
ladrones de sueños que terminan estrellados.
Como aquellos niños, que creyeron saber más que los demás y
acabaron perdiendo el tesoro de la inocencia.
Puede que Un día escuchases la verdad:
“Los Reyes Magos son los padres”
y pareció derrumbarse tu castillo de fantasía. Fue aquel niño
odioso, el que te lo reprochó en la cara, el mismo niño que en
el recreo, se mofaba de tu físico, de tu peso, de tus gafas.
No sabe el necio, lo estúpido que parece, cuando se la quiere
dar de listo.
Conociste La Verdad -podría ser cierto- ¡pero la verdad te
hizo más libre, más sabio, más niño aún!
Si los Reyes son los padres...entonces, es verdad que existen,
porque no puede haber mejores Reyes, ni pajes; ni magos, ni
personajes más fantásticos y queridos en tu vida...¡que tus
propios padres!...esa es la verdad del cuento, que es muy
distinta a la mentira despiadada que quisieron contarte, para
pasarse de listillos.
Venimos celebrando unas navidades que se nos hacen cada año
más cuesta arriba;
-yo no se si estamos insatisfechos -teniéndolo casi todo- o es
verdad el dicho aquel: “no es más feliz el que más tiene, sino el
que menos necesita”.
Una navidad que nos divide más que nos une y nos entristece
más que nos alienta. No puede ser la Navidad que nosotros
recordamos de niño...
Aquellas Felices Navidades del pavo escuálido y los abuelos
de la gran familia, que nos reunían en torno a una mesa de
anís dulce, mantecados y polvorones.
A los que no le han encontrado nunca sentido a la navidad,
simplemente porque no creen en su verdadero sentido, la Cena
les resulta insufrible a pesar de los manjares que decoran las
exuberantes mesas.
Se ha convertido en un mero compromiso, en el que las
parejas han de cumplir con sus padres y suegros respectivos,
soportando diplomáticamente la incómoda presencia de
cuñados y hermanos, que convertirán la mesa en un debate
político sobre el estado de la condición social que goza cada
miembro.
Los unos presumiendo de su estatus y los otros quejándose de
su infortunio. A los postres, los niños cogerán el turrón con
una mano y con la otra, los petardos, convirtiendo la plazuela
en una batalla campal de fuegos cruzados, para terror de los
pobres perros y gatos que no sabrán esa noche donde meterse.
Pero, afortunadamente y por lo general, la Navidad no ha
perdido su verdadero sentido;
-el sentido de la unidad; el sentido de volver a encontrarnos;
el sentido de compartir y amar; el sentido de una noche de
Paz, de un alto el fuego; de un espíritu que nace y renace en
nuestros corazones y que nos impulsa a hacer el bien; sembrar
la solidaridad y llevar nuestro júbilo y nuestra alegría a los
que viven en la ausencia del ser querido o atraviesan el
inhóspito desierto de la falta de medios y el drama del paro.
Para todos los que así, pensamos y creemos, el verdadero
sentido de la Navidad se mece en la cuna del Niño, que siendo
Rey, nace casi ignorado en un humilde pesebre;
-El sentido no es otro que, el rostro iluminado de una madre
que nos abraza y los ojos relucientes de una persona que nos
conforta, con la ilusión y la esperanza de que todo va a salir
bien. Aunque no sea -cada año la misma Navidad, porque nos
falte el ser querido; la persona amada; o la estabilidad
económica, que nos hacía más fuertes y seguros.
A pesar de ello hay que celebrarlo, no hace falta más que un
humilde càntaro; una alpargata, una pandereta y un almirez y
ya tenemos formado el coro de campanilleros más entrañable
del mundo, para cantar con alegría los cánticos de nuestra
tierra.
No hace falta nada más que una familia; una familia, que si
bien, ha perdido en el camino los lazos consangúineos, también
está integrada por buenos amigos, personas que encienden la
luz de su sonrisa y contagian de buena acogida a los demás.
“la sonrisa cuesta menos que la factura de luz e ilumina
muchísimo más”. (decía aquel...)
Otro año más, reunidos frente al portal cantaremos los viejos
villancicos de la infancia -del tiempo sin tiempo de los niños-
“que miran como beben los peces en el río”-
...y para ello no hace falta empeñar los bolsillos con los
reclamos de tanta publicidad engañosa; para ello, lo único que
hace falta es creer que podemos hacer felices a los demás,
avivando el fuego de la candela con mucha leña de entusiasmo,
buena voluntad y mejores deseos.
La Navidad es un presente y un presente significa un regalo,
vivamos el presente, que el pasado, pasado está y el futuro es
la utopía de un: “ojalá que el año entero, fuera siempre:
¡NAVIDAD!”
¡¡YA VIENEN LOS REYES, POR EL OLIVAR...de Quinto.
¡Ya vienen los Reyes
por el Olivar!
La luna de plata
le sale a alumbrar
por el cerro gordo
del eucaliptá
Vienen muy cansados
con lento pisar
los camellos dejan
por el arenal
sus huellas lejanas
de oriente, al pasar.
Ramas de acebuche
naranjas de oro
rosales de higuera
azules manojos
de piña y gordales
reciben los zocos
de sus Majestades.
Ya vienen los Reyes
por el Olivar
la antigua almazara
de blanco azahar
recorta sus sombras
en la oscuridad...
Melchor contrariado
pregunta a Gaspar:
“No veo en la Cruz Blanca
la luz del hogar...
ni escucho a esos niños
pacientes cantar.”
Baltasar responde:
“que reposan ya
en la Estrella Eterna
del descanso en paz”.
Ya se van los Reyes
y en la inmensidad
de la augusta noche
por el olivar
vuelan tres suspiros
de estrella fugaz
que firman el cielo
con aureo trazar
dibujando el rostro
de los que no están.
Desde aquel entonces
los Reyes supieron
en las Cabalgatas
de todos los pueblos.
¡El primer puñado
de los caramelos
¡va por su memoria
directo hacia el cielo!
La cabalgata de los Reyes Magos, llega a nuestros
barrios, pueblos y ciudades, por tierra, mar y aire.
Caravanas fastuosas llenas de fantasía, magia y encanto...
Sus Majestades vienen acompañado por fabulosos personajes
míticos, prestidigitadores, funanbulistas, payasos y domadores
al frente de espectaculares tigres, leones, leopardos y
magníficos elefantes.
El ambiente de la Cabalgata se rodea de un esplendor
inusitado, con el estallido de castillo de fuegos artificiales y el
portento tecnológico de la luminotecnia.
Los Reyes saludan desde sus tronos y carrozas a un público
expectante que los recibe con júbilo....pero, ese júbilo, está algo
frío -como la noche gélida de Enero- le falta algo:
Los niños entre los 2 y 99 años que contemplan atónitos la
Cabalgata, se sienten como atrapados espectadores que no
salen de su asombro; impresionados, pero al mismo tiempo
cohibidos, por el portento y la brillantez del Cortejo.
Falta algo en esas Cabalgatas del lujo y la opulencia...¡pero
que es lo que falta!... -pues lo que falta: es el ¡calor!-...la
participación...el protagonismo que los niños de todas las
edades buscamos en tan anhelado recibimiento.
¿Y cual será la chispa que encienda ese calor, donde todos
nos fundimos en la ilusión por recibir a los Reyes Magos?...
Pues nada más humilde, nada más dulce e inocente, nada
más mágico: que un simple ¡caramelo!...
Un simple caramelo que transformamos en nuestra tierra, en
fabulosa lluvia y carrusel de colores envuelto en celofán, que
se va a convertir... ¡que ya se ha convertido en la muestra
incontestable y colectiva, del entusiasmo que damos y
recibimos al presenciar la Cabalgata!...
Un simple caramelo es el regalo de Reyes, más perseguido y
ansiado en la noche mágica de la ilusión.
Por un simple puñado de caramelos, los padres cogerán
fuerza para sostener a un niño en cada brazo, sin que la
sufrida espalda y la cintura se recientan...
Por un simple puñado de caramelo, las madres gatearán
literalmente por el suelo, convirtiéndose en aquellas niñas
eternas de la cabalgata...
Por un simple puñado de caramelos, los abuelos olvidarán
sus dolores; se ralentizará la circulación de su acuosa sangre;
renunciarán por un tiempo a la rigidez de su esqueleto y hasta
estirarán sus oxidadas extremidades a límites inverosímiles...y
todo ello con una sonrisa -de oreja a oreja- o un gesto de
complicidad irónico-satírico:
“¡Señora, por Dios, que me está arrancando Vd., el lazo del
zapato...Caballero, por favor, tome Vd., el caramelo y deme el
móvil que es el mío de verdad!!”
La magia y la ilusión no tienen precio y valen lo que vale
la gracia de un caramelo...o un ¡caramelazo! …
Que golpea con enjundia en la calva brillante y hasta llega a
estrellar los anteojos protectores, porque hay más de un
“personajillo” en la Cabalgata que se emplea a fondo en el
campo de tiro y más que repartir caramelos, imparte
auténticas pedradas...
La picaresca y el ingenio de nuestra tierra, ha servido para
que los niños, vayamos suficientemente pertrechados a recoger
el mayor número de caramelos a la Cabalgata, para ello,
nuestros padres y abuelos nos proporcionan bolsas camiseras y
hasta los paraguas y cochecitos de bebé, nos servirán de
espuertas para hacer acopio del dulce manjar. Al final los
caramelos acabarán alfombrando las calles del recorrido,
porque no ha habido manos, para recoger tanta ilusión y
generosidad.
Se ha convertido en tradición para este pregonero, que una
buena cantidad de los caramelos cosechados en la Cabalgata
de Reyes de Montequinto, sirvan para llenar las alforjas que
llevo escondidas bajo mi túnica de nazareno...y repartirlos
entre los niños el Martes Santo...
Me siento por ello, confortado y orgulloso de ir completando
el canastillo de mi nieto, que me acompaña en la estación de
penitencia.
Para los que continúan sin encontrarle sentido a esta serie
de anécdotas, pero que al final, disfrutan como el que más,
cuando la Cabalgata está en la calle y se dejan arrastrar por
su arrollador ambiente...
Vaya mi sincero reconocimiento a los Hombres y mujeres
que trabajan durante todo el año organizando esta fiesta de
la ilusión.
Son los hombres y mujeres que -de distinta condición- que se
afanan en los preparativos, para que todo esté debidamente
dispuesto y controlado y la Cabalgata, vuelva a brillar, con el
mismo éxito y esplendor, superando si cabe a la de años
anteriores.
Son los hombres y mujeres voluntarios y cooperantes, que
ilustran y dan brillo a la Estrella de Oriente -el alma de la
Cabalgata- personalizada en ciento de personas, que lo dieron
todo a cambio de nada.
Sería aventurado enumerar sus nombres y apellidos, porque
sin duda, incurriría en la omisión de los que tanto trabajaron
dando lo mejor de sí, desde el anonimato.
Sin embargo hay un nombre, que incluso no hace falta
pronunciar. Basta con su apodo, para sacudir la memoria de
todos los cabalgateros de Montequinto.
Perpetuado en el recuerdo y escrito en el preciado libro de la
historia, con letras del mismo oropel y purpurina con el que se
decoran las artísticas carrozas fruto, alguna de ellas, de su
diseño y acusada artesanía.
Parece que su minúscula sombra, aún ronda la sala donde
trabajaba con precisión en su obra póstuma, -la plaza de
España a escala- que todos -los que hemos pasado de alguna
manera por la Nave del Ayuntamiento-, contemplábamos con
curiosidad y admiración.
Basta decir, el ABUELO, para que su memoria se haga
presente, cada año, llegada estas fiestas, rindiéndole el
merecido homenaje, a su ejemplar labor, talento e ingenio en
pro de la Cabalgata de Montequinto.
La Asociación, Estrella de Oriente, tiene el honor de entregar,
cada año un premio, cuyo memorial, lleva el nombre del
ABUELO perpetuo de Montequinto.
Y si todo ello no os vale, porque en realidad es tarea baladí,
contentar a todos, sirva el entusiasmo y la admiración con que
recibís a los niños y niñas que participan en el cortejo,
ensalzando la gracia con la que van disfrazados de -hadas,
pajes, policías, bomberos, piratas, vaqueros, espadachines, y
personajes todos salidos de los cuentos clásicos del país de la
fantasía y el nunca jamás-.
Pensad -por un momento- que sus trajes y disfraces, salieron
de las manos de sus respectivas madres y abuelas, fruto de
innumerables horas y muchos puntales, pinchazos de aguja y
dolores de espalda y agradeced, como bien nacidos, que
mereció la pena el tiempo y el esfuerzo empleado, para que
-tu- disfrutaras tanto como ellas, el momento en que se hacen
realidad los sueños e ilusiones, que por mágicos, no se
producen por arte de magia.
¡LA ALEGRIA DEL BEDUINO!
Nos pasó a todos los incrédulos: ¿Yo vestirme de beduino?...--
“para qué si ya voy vestido de mamarracho todo el año”-
-¿Has probado vestirte de Beduino?...
Entonces no hables, porque no sabrás lo que es bueno. En
verdad...en verdad os digo, parafraseando al mismo Cristo,
que todo el que lo prueba repite.
Es más ¡quien sale un año de Beduino, no dejará de hacerlo
en su vida, si no es por causa mayor...y yo me atrevería a
afirmar, que ni por esa!
Quien sale de Beduino, solo podrá responderte, o mejor dicho,
no sabrá responderte, porque no tiene palabras, solo la luz que
irradia su rostro embadurnado y el brillo de sus ojos, aciertan
a describir lo que se siente y disfruta, ejerciendo de Beduino
en la Cabalgata de Reyes.
Permitidme pues, que me atreva a ponerle palabras de
pregonero, con el recurso fácil de mi verborrea:
Salir de Beduino es como...
-sentirse Bufones de la real corte de la Fantasía, en el país de
las maravillas; que arrastran, abrazan y elevan la ilusión hasta
contagiarnos a todos. ..
-Es como dejarse caer en la montaña rusa de brillo y
colorido; que sube y que baja, que viene y que vá,
desbordando el vértigo de la alegría, regalando sonrisas,
vibrando y haciendo vibrar a los que participan del gozo de su
incombustible animación...
Y sobre todo es transformarse en embajadores que anuncian,
con un frenesí de júbilo y estallido de confites, la presencia
anhelada de sus majestades, los Reyes, que harán posible que
se cumplan nuestros sueños y lo más importante, que
permanezcamos siendo niños, durante el tiempo sin tiempo de
la Cabalgata en la calle...
“Ser agradecidos, será de bien nacido, pero que te den las
gracias, por regalarnos algo tan intangible como la felicidad,
es realmente uno de los triunfos más señalados del ser
humano”.
Los Reyes Magos, aprovecharán el momento de la Cabalgata que más desean;
es la cita esperada con la EMOCION...saben que en la
tierra hay una "sexta planta", donde el don de la SALUD, viste con pijama celeste...
LOS "NIÑOS CALVITOS" DE LA SEXTA PLANTA
Sólo por llegar a la sexta planta
Se ha vuelto la noche de Reyes, más Santa.
Le sobran coronas y joyas preciadas
que allí sólo brillan las batas más blancas...
le sobran juguetes, regalos y fábulas
que allí solo vale dejar la Esperanza...
Por una sonrisa a cambio de nada
los Reyes se rinden ante sus miradas
y darían su Vida, su Reino, su magia
por ver a estos niños en la Cabalgata.
Cualquier año de estos, saldrán sin pijama,
cubiertas de estrellas lucirán sus camas,
¡fúlgidas carrozas - las más aclamadas-
recorriendo el cielo de las Santas Pascuas!.
Con los Reyes Magos más llenos de gracia
¡los “Niños calvitos” de la sexta Planta!
Y ahora sí, paremos el tiempo sin tiempo del que hablaba
el poeta Cernuda... que la Cabalgata llega al Portal de la
Parroquia de Nuestra Señora de los Angeles, el Belén
sacramental de Montequinto.
Sus Majestades descienden de sus carrozas acompañados de
su correspondiente séquito, se dirigen a Adorar al Niño.
Suena en el aire frío de la noche el “Adeste Fideles”...
Se va a producir el misterio de la Epifanía. La manifestación
del Gran Poder del Niño Dios, al que le ofrendarán los Reyes
los tres presentes que simbolizan:
El Oro, la Realeza...Jesús es el Rey
El Incienso, la Divinidad...Jesús es el Hijo de Dios
La mirra se empleaba para embalsamar a los cadáveres. Jesús “había de morir por la
salvación de todos”, comenta San Agustín. Se trata, pues, de un signo de la humanidad
del Señor, que no dudó en compartir nuestra condición humilde y abocada a la muerte.
“In manu ejes potestas et imperium”...¿les suena
de algo?=
El Gran Poder del Señor, el Señor de Sevilla, ese que mora en
San Lorenzo y representa lo mejor de nosotros mismos,
porque en sus manos está el poder y la gloria, desde la Cuna
en la que lo adoraron los Reyes, hasta la Cruz, donde nos
señala el camino de la Redención.
A partir de este momento, cuando todo está dispuesto y en
consonancia para vivir la noche más mágica, surge en los
adentros de cada uno, esa especie de revuelo de mariposas; ese
buscarse con el brillo inocente de las miradas, los unos a los
otros, como el que está ante la zozobra de un milagro.
Se degustará el delicioso “roscón de Reyes”, en familia, entre
amigos; risas nerviosas; algún que otro gesto inquisidor...¿será
verdad que habeis sido buenos o por el contrario, os traerán
carbón?.. Se insta a los más pequeños a que se vayan a la
cama....los Reyes tienen mucho trabajo esta noche y pueden
llegar pronto; la inocencia de los niños, cumpliendo la
tradición, les ha hecho colocar los zapatos en la terraza o en el
alfeizar de la ventana:
Han dispuesto tres cuencos de agua para los camellos; tres
vasos de leche; tres copas de anís, para darles la bienvenida y
por fín se han marchado a la cama, refunfuñando, nerviosos e
inquietos; por primera vez han pensado en el carbón más que
en los juguetes y les asalta la desazón.
Los niños grandes, esperan en el salón, que el sueño de la
noche más hermosa, rinda a los más pequeños...
Cuando todo parece en calma, los mayores nos aprestamos a
vestir de gala el corazón de la casa; globos, confites, golosinas
y paquetes con el nombre de cada agraciado firmado por su
Rey correspondiente.
El montaje de los juguetes más complicados, se convierte en la
tesis doctoral de los padres y tíos, que disfrutan...
¡disfrutamos!, tanto y más colocándolos, que cuando éramos
niños...y es que, - “ese es el milagro de la noche más
hermosa-”, ¡que nunca, pero nunca nunca, dejaremos de ser
niños!
LA APOTEOSIS..
.Que Melchor por ser Divino
con sus cabellos de nieve
ni Gaspar, como el incienso
que se eleva y tan bien huele...
brillan en la Cabalgata
-más que la Estrella de Oriente-...
como ese Rey de color
ese negrito ¡que tiene!
Cuando se le ve llegar
derrochando los caireles
del turbante que corona
la alegría de su frente.
Ese Baltasar bendito
que alborotando el ambiente
viene encendiendo pasiones,
viene ganando a las gentes,
viene con las manos llenas,
viene tirándolo siempre,
-se pone en pié, mira el cielo-
a la diestra y al poniente
y cruza sus largos brazos
para derramar las mieles
que caen como chaparrones
sobre el público ferviente.
Que ni Melchor por ser Padre
Dueño y señor de los Reyes,
ni Gaspar el Pelirrojo
por ser el Centro y el eje,
-brillan en la Cabalgata
más que la estrella de oriente-
como ese Rey de Color
ese negrito ¡que tiene!
¡toda la gracia del mundo
todo el arte, todo el deje,
al son de los beduinos
sabrosos que lo preceden.
¡Ese Baltasar bendito
aclamado en sus laureles!
-viene sudando el betún
-viene lleno de churrete
-viene mordiendo sus labios
-viene apretando los dientes
y el moreno de su rostro
yo no se como se vuelve
acuarela de la luz
que en la noche resplandece.
Será por aquello de
-los últimos, serán siempre-
los primeros en el reino...
y su trono, nos parece
que viene diciendo Adiós
¡fin y hasta el año que viene!
-Adios, Navidad dichosa-
¡que te llevas los “hurdeles”!
-adiós mi pobre cartera-
que se quedó tan endeble
¡como el gallo de Morón!
-Cacareándo en el pesebre-.
¡Adios mis Pascuas queridas!
-Que me están entrando fiebres-
de ver la cuesta empinada
que Enero dispuesta tiene...
¡ay Bueno de Baltasar,
ten piedad de los que al verte
se están poniendo más negros
que la cara que tu tienes!
y perdón por lo de cara
que si te miro de frente,
miedo me dá de tu espalda
cuando pases y te alejes
¡porque detrás de ese trono!
-reluciente de oropeles-
¡la primera Cruz de Guía
ya está esperando impaciente!
HE DICHO
En Montequinto a 2 de Enero 2015
ANTONIO SIERRA ESCOBAR
¡¡FELIZ NOCHE DE REYES!!
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