Querido
niño; ¿a que mundo vienes? Que dá miedo pensarlo. Muy pronto verás
la luz, luz de la sala de parto, encendida en luminaria de lunas de
flúor blanco. Antes de abrir esos ojos de placenta legañados,
descubrirás sobre el pecho de tu madre, aquellos brazos, que ya
serán de por vida, las amarras de tu llanto. Escucharás la alegría,
que del gozo de los labios, sale en cascada de risa, por cuantos te
acompañamos...Déjame que te imagine, hoy cumple 60 años, quien sin
saber que jugaba, jugó a jurar, tan temprano ante el altar del SÍ
QUIERO, un compromiso sagrado. ¡Que ilusión de sacramento! -cuesta
arriba y cuestionado- por la edad tan repentina del Amor apasionado.
¡Que ilusión tan ilusoria! Un hogar sin meditarlo, para que pensar
en ello, si el Amor no es mal pensado. Si el amor no tiene planes,
más que el plan que está en las mano de Aquel Señor que nos fía,
Amor sin pedir a cambio. Y así llegó el primigenio, con nombre de
Rey, Fernando, a limar las asperezas, a estrechar todos los lazos, a
unir a todo el que tuvo, cualquier duda al abrazarlo, porque un niño
es como un dogma de fe, con pan bajo el brazo. Y así llegaron los
otros, varones que cumplen año, en la cosecha de octubre y en el
noviembre dorado. La escalada siempre es brusca, cuesta arriba, cada
paso, sin mirar al precipicio que van dejando los años, cuando la
cima te asusta y el vértigo del fracaso, hace que pese la vida, más
que coronar el alto.
Déjame
que te imagine, -hoy cumple 60 años-, quien no se dio por vencido de
los que nunca apostaron, por la fe del buen camino y si ambicionó
-fue algo así- como hacerle frente a las deudas que contrajo, con
sus fuerzas de flaqueza, parca moneda de cambio, a lo mucho que
exigía la obligación en su pago. El tiempo da la razón que no
entienden los diablos, porque corazón no tienen, pero el corazón es
sabio y siempre encuentra razones, donde la razón no extrajo.
Siempre la fuente da agua, donde el amor llega ávido -de sed- a
beber el agua, fresca que brota del caño. Y así tantas veces fue a
la fuente el viejo cántaro, que se rompió en el deseo de ver
cumplido su encargo. Aguas benditas rompieron, el más esperado
parto, la niña más deseada, el sueño soñado tanto, se hizo
realidad un día, la noche de aquel verano...¿recuerdas? Lo
prometistes, al 33 de tus marzos, la misma edad que tenía, el Gran
Poder del Calvario.
No hay
Dios, que pueda con El, la Verdad que declinamos, mirando hacia el
otro príncipe, que tanto nos pide a cambio. ¡Pídeme que soy muy
rico!, adórame y ten prestado, este cuerpo que es de culto, ríndele
culto sagrado; Toma y mírate al espejo, no importa lo reflejado: si
tu no te ves, hermosa, te pongo el mundo en tus manos; la ciudad de
los potingues; el reino de los calzados, los tacones imposibles, los
pechos más deseados, las caderas más sinuosas y el culo más
torneado. Y créetelo para siempre, nadie más que tu, ¡cuidado!
Que si no
crees en ti mismo, ¿con quien irás confiado?. Reconoce que en el
mundo, no hay quien de más, ¡por Dios Santo!...ten ambición,
lucha, pisa, compite, gana, y pasando, lo de más es lo de menos; el
éxito asegurado, después, si acaso, el dinero lo compra
todo...¡Diablos!
Déjame
que te imagine, hoy cumplo 60 años, no tengo edad para hablarte como
lo tienes de claro, este presente que rinde culto al Ego idolatrado.
Ni tampoco soy tan viejo para no ser escuchado; aunque mi ejemplo no
cunda, ni mi consejo avalado. Sólo me mueve la Fe, que es un don
tan agraciado, que si siembras su semilla, da un fruto multiplicado;
no es que acerque la Montaña, es que solo con un grano, semejante a
la mostaza, hace auténticos milagros. La ofrecí a los dos
primeros, nietos, que sabes que amo; y la presté en mis oídos,
abiertos para escucharlos y se la miro en sus ojos brillantes,
siempre brillando y en su olfato de sabuesos en guardia curioseando,
y le sale por sus bocas, dando gracias con vocablos, que no son
dignos de un niño, sino del Padre más sabio. Con la Esperanza que
es Virgen, madre de los sevillanos, vengo a recibir al niño, que me
traes como regalo...déjame que te imagine...¡no puedo ni
imaginarlo!...mi niña, tan deseada, dando luz, si hasta hace un
rato, la recogía del colegio..¿recuerdas?, si era ayer, cuando -tu
primera comunión- y ahora me encuentro esperando; esperando
nuevamente, la luz que está despuntando. Será esta noche, mañana,
tal vez mañana o pasado, quien lleva sangre de Reyes, tiene el
séquito formado, para rendir sus honores, bendecirlo y
adorarlo...¡que viene Dios con nosotros! - ¡que nombre más
inspirado! - Enmanuel, Manuel querido- ¡cuando tu quieras, aquí
estamos!
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