miércoles, 4 de julio de 2007

TU BODA...

a mis amigos Carlos y Susana

Tu boda, fue de las pocas bodas en las que el templo se hace verdadera casa de Dios y no, esa profanada cueva por amigos parientes y familiares que utilizan el lugar sagrado para lucir su palmito. Estabamos los justos y necesarios, los más íntimos, no había por tanto cuestiones de compromiso y protocolo. La vieja parroquia de San Bernardo se hizo más grande en su impecable acústica y la marcha nupcial, sonó impresionante desde la altura del órgano coral. Ocupé los últimos bancos para disfrutar de una buena perspectiva; a mi derecha se veía el perfil dulce del mejor vecino del Barrio, el que derrama la sangre de la Salud por el tronco de su cruz como resina consoladora. No hay mejor Refugio que el de la Madre que presidiendo el Altar Mayor daba fé de vuestro compromiso. Y una vez más, como en todos las bodas, se escuchó la palabra más hermosa, la que cautiv nuestra atención en la Lectura de la inmejorable carta del Apostol San Pablo a los Corintios. En tu boda –querido amigo- la preciosa epístola casi la recité de memoria, aunque ahora no consiga exactamente transcribirla: “ya podría yo hablar las lenguas de los angeles y de los hombres…que si no tengo Amor, nadie me entendería…”. En esos instantes me llegó por telepatía la emoción que transpirabas por los cinco sentidos, estaba escrita en el dorsal de tu traje de gala: AMOR con mayúsculas, amor trabajado, luchando contra todo tipo de adversidades, Amor, curado por el tiempo como los buenos jamones de bellota; paso a paso, gota a gota, verso a verso.: “vuestro Amor es compasivo y no tiene envidia; vuestro Amor no teme, ni se agría; vuestro Amor lo dá todo, lo entrega todo, lo resiste todo…”. Vuestro Amor, es el don de unos amigos que no necesitan alimentarse a diario para que la rutina lo sacie. Tu eres de esos pocos amigos que transciende al tiempo, que no se desgastan, que siempre dicen SI, como el SI QUIERO rotundo y sentido que pronunciaste ante el Altar. Aunque poco nos vemos durante el año, tenemos una fecha irrenunciable, que fortalece y acrecienta nuestra amistad consagrada. Tu mirada de niño grande espejo donde se refleja todo el cariño y admiración llamando a nuestra puerta cada cinco de Enero con un rosco de reyes, cuyo dulce sabor alimenta con su espíritu tu presencia el resto de los 364 días. Tu y yo sabemos que los hombres también lloran, cuando alcanzan esa felicidad que solo existe en los fugaces momentos, como en el de tu boda, cuando el sacerdote impartió la bendición con la profunda certeza de lo que Dios ha unido, jamás lo separará el hombre. Como es tu caso.

jueves, 28 de junio de 2007

CUENTOS DEL PUMAREJO

LA PROCESION DE IMPEDIDOS

Llegada que sea la hora del “angelus”, nuestra querida plaza se convierte en abierta universidad donde hacen obligada y lamentable “estación de penitencia”, una famélica legión …estos escogidos bienaventurados por el evangelio, pertenecen a la deplorable hermandad de los indigentes, inmigrantes, “sintechos”, vagabundos y toxicómanos de cualquier raza o condición , que protagonizan la más escandalosa, trágica y vergonzante “procesión de impedidos” a que hubiera lugar en un presumido estado de derecho. Todos buscan el pan de la caridad que administran –desde el comedor ubicado en una calle anexa a la plaza- las religiosas consagradas a estos menesteres. Los veremos desfilar con parsimonia y resignación, reflejando en sus malogrados rostros una expresión que va de la radiante alegría a la deprimente tristeza, pasando por todas las paradas eventuales del ánimo hasta la terminal del desdén. Observaremos a su paso, los diferentes aspectos que lucen estos desposeídos; desde la pulcritud y dignidad que confiere un evidente aseo diario, hasta el rechazo flagrante que caracteriza a los más andrajosos y macilentos. Sin distinción de edad o sexo, color o raza, desfilará el tullido, el minusválido, el lesionado, el enfermo crónico, el toxicómano, el infestado por el virus de la inmunodeficiencia adquirida, el esquizofrénico, el demente, junto con la descomunal matrona pordiosera y pertrechada con la casa en un carrito de supermercado, el anciano decrépito por el alfeimer, el gitano, el chatarrero, el ropavejero, el bohemio, el artista y todos cuantos quiera la imaginación poder enunciar sin temor a equivocarse. Pero sobre todos ellos, el hecho que más conmueve y hace saltar la sirena de la alarma social, es contemplar la nutrida representación de jóvenes , adolescentes, menores de treinta años, como flores marchitas, que pasean sus polvorientos palmitos , tocados con gorras multicolores, luciendo sus grasientos torsos pintarrajeados de tatuajes con barbas de tres días, la mayoría visten pantalones vaqueros, otros llevan puesto extravagantes bermudas y calzan raídos botines o ridículas babuchas y alpargatas de auténtica miseria. Todo un monumental espectáculo, digno de la mejor picaresca cervantina, que pone de manifiesto el desequilibrio social de un estado de derechos sin resolver. Desde las doce del mediodía, hasta pasadas las tres de la tarde, trascurre el intenso hormigueo que circula por estos andurriales, consagrado a la ingrata labor de recolectar cigarrillos o cobrar limosnas al pueblo soberano en calidad de aparcacoches improvisado. Pasada la procesión , la recoleta plaza recobra su tensa calma habitual , quedando relegada a la toma de posesión de los bancos que adornan su superficie y que son ocupados habitualmente por los más allegados. Verano de 1.998

viernes, 22 de junio de 2007

A LOS CINES DE VERANO QUE TUVO SEVILLA




CINE DE VERANO

Ven conmigo al cine
De sábanas blancas
En noche fragante
De aroma de albahaca…
La salamanquesa
Está en la pantalla
Y un festín de luces
Trenzado en guirnalda
Enciende las cales
De la pared mágica.
Ponen “tres sargentos”
Que importa la trama
Si el duro de Martín
Piter o Sinatra,
Los Diez Mandamientos
O Lawrence de Arabia.

Lo bueno es sentarse
Mirando las sábanas
Cabeza con hombro
Frente a la pantalla
Y de vez en cuando
Si la emoción salta
Perderse en el cielo
De estrellas de plata
Mientras sella un beso
Una noche mágica.

...Sevilla tuvo hace años, ya lo decía el Trovador, bailes y café cantantes, el cine mudo la murga el LLorens y el Novedades, y en estos solemnes días de estrenadas vacaciones con suspensos o aprobados, nos abría las terrazas perfumadas de sus cines de Verano. Las blancas pantallas radiantes orladas por la línea de azul noche, las tapias encaladas cuajadas de jazmines, el albero del patio recien regado, las sillas de enea, las girnaldas de bombillas de colores, la vieja parra, el polvo de estrellas de la cabina y la entrañable liturgia de los exteriores, mirando las carteleras, gozando con los afiches y ese gusanillo de ilusión mezclado con impaciencia de hacer colas en las taquillas. Encantadoras noches de Cines de verano, nuestro cine de barrio, el puestecillo de chucherías con sus cartuchos, los higos chumbos sobre el baño de nieve... a ver si me acuerdo de todos sus nombres, ayudadme por favor a recordar aquel bendito aroma de nostalgia... Cine Santa Catalina Cine Santa Marina Cine San Leandro Cine Hiniesta Cine Ronda Cine Andalucía Cine Ideal Cine Miraflores Cine San Juan Bosco Cine Alfonso XII Cine Pio XII Cine San Sebastian Cine Alfarería Cine Pagés del Corro Cine ROCIO C ine Avenida Cine San Gonzalo Cine Casablanca Cine Estrella Cine Emperador de verano Cine Santa Cecilia Cine Cruz Roja Cine Candelaria Cine Capitolio Cine Palmera Cine Almirante (Bogar)
Cine La Gloria (Gran Plaza)
Cine Juan XXIII

lunes, 18 de junio de 2007

HE AQUI...EL BETIS


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Mi querido REAL BETIS BALOMPIE, Te escribo en los umbrales del año de tu Centenario, precisamente cuando yo, he cruzado el ecuador de tu edad, la mitad de una vida entregada a tus benditos colores, pues desde que tengo uso de razón el grito glorioso de BETIS,BETIS,BETIS, se me coló por las rendijas de mis entretelas como un apoteósico GOL que doy gracias y pido a Dios celebrar mientras me quede un soplo de aliento en mi vida. Fue en los aledaños de tu mítico Estadio Benito Villamarín cuando de la mano de mi padre, me deslumbró el resplandor de la Verdiblanca enseña; la alegría de saber sufrir de esa afición antigua como el hambre que acudía con gorras de visera y olor a pueblo bueno cruzando el esplendor de la Palmera o festoneando las avenidas de tu viejo Heliopolis. Me contagió la luz, y me arrastraba en su desbordante marea jubilosa, esa ola de verde florecido que me dejó encallado para siempre en la orilla de tus gloriosos colores. Por mucho que se cuente de ti en las viejas leyendas que han escrito tu historia, no basta conocerte, hay que sentirte para poder llegar a quererte como te queremos los que protestamos tu Fé, sin necesidad de poner la mano derecha sobre el evangelio, tan solo con el espeluznante gozo que para nosotros supone, verte saltar al campo, porque salir el BETIS, es como recrear de pronto el fogoneo estruendoso de la blanca cal en las paredes de toda Andalucía; es contemplar en masa el espectacular salto de las cataratas de un Niagara que salpica de verde Esperanza la tristeza del mundo; es cantar y llorar de alegría bajo una lluvia de aguas verdiblancas que te cala hasta los huesos; es sentir en tus carnes el hierro candente de ese Real Escudo de las trece barras que te marca de por vida. Cien años de BETIS, llevando a orgullo el nombre del gran río que eres, Guadalquivir de ilusiones y desvelos, que fluye en nuestra sangre más allá del fracaso y del éxito, más allá de los resultados y las clasificaciones, más allá de los títulos y los descensos. Siempre el mismo BETIS que anuda las gargantas, lo mismo juegues en Europa que lo hagas frente a aquellos equipos humildes de excursión y tortillas camperas…a tiro de piedra o en último rincón del universo, siempre sonará ese grito lastimero, glorioso, impresionante, cargado de simbolismo y devoción que destapa el frasco de las esencias: BETIS..BETIS…BETIS…en el año de tu CENTENARIO, tuyo afectísimo.

Marchaba el Betis a la Montaña con lo puesto y dos mil incondicionales que le recordaban que nunca está sólo y menos en el año del Centenario de un sufrimiento escrito con la frase legendaria del “tuyos para siempre”. Tenía que ganar, se lo debía a sí mismo; al trabajo de sus jugadores tachados de mercenarios; a su dorsal castigado con el número doce; a los errores arbitrales; a los segundos del descuento; a los tres palos de unas porterías con porteros batidos. Tenía que ganar porque solo le quedaba la vergüenza y esta se convierte en un honor cuando se siente que es de casa, cuando pesa el escudo y se empapa la gloriosa camiseta de un sudor de verdad. Marchaba el Betis con lo puesto que no es nada más y nada menos que se honroso nombre; el nombre sencillo de los sienten en verdiblanco; el nombre sin fama porque no tiene precio, de Chaparro, guiado por la huella indeleble de los Buenaventura, Antonio Barrios, Rogelio, Cardeñosa, que tanto saben de tardes sofocantes y partidos de infarto jugados a cara o cruz. Salió el Betis a apurar su última baza, el partido de la vergüenza blandiendo sus mismas armas, pasaban los minutos, igual que siempre enfrascado en el futbol timorato que ha sido una constante a lo largo de la temporada, pero había algo diferente que flotaba en el ambiente de esa tarde gris santanderina, era la vergüenza que tocaba arrebato, el sufrimiento echo literatura en la crónica escrita desde el cielo por Fernandez de Córdoba, cuando viendo al Betis en Segunda durante los doce fatídicos minutos del segundo tiempo, transformó a un jugador tocado por el dolor de las lesiones en el auténtico héroe de la casta verdiblanca. Hay una leyenda que recorre el mundo entero, un salto a las nubes, una coronilla de lujo en pirueta acertada que peina el balón, cuando todos mastican el drama y un brasileño de samba más allá de la palmera marca el gol de la gloria merecida por todos. Bendito sea el sufrimiento cuando se hace piña de celebraciones históricas, montaña de llanto y sentimiento por encima de falsos dineros e intereses; por encima de antojos mesiánicos de máximos accionistas y presidentes de mentirijillas; Bendito sea este Betis que a cara y cruz se juega el peso en oro de su glorioso escudo, llorando como un niño con rostro de Marcos Asunssao. He aquí el Betis que marchaba a la montaña con lo puesto, con su viejo traje de faena con la casa a cuesta y a costa de un hombre al frente de los apellidos: Chaparro…”tuyos 100 años…tuyos siempre”.

martes, 12 de junio de 2007

CUANDO NO ESTUDIABA...

CUANDO NO ESTUDIABA…. Recuerdo que cuando no estudiaba, mi madre me decía que me iba a colocar en los albañiles. Ojalá me hubiera mandado, porque saben vdes. Lo que gana un oficial de albañil hoy día. También me amenazaba mi madre con ponerme de Barrendero; ojalá me hubiera metido por aquellos años en el Ayuntamiento, porque ya saben vdes en qué condiciones lo hacen hoy día los peones convertidos en funcionarios. Y es que hay que darse cuenta cómo ha cambiado el mercado laboral al liberarse de los prejuicios absurdos que generaban discriminaciones y desigualdades entre unos oficios y otros. Hace poco más de dos décadas, los jóvenes impulsados por el tremendo sacrificio que hacían sus padres, aspiraban a entrar en la Universidad y conseguir una carrera o Licenciatura, suponía de por sí un logro equiparable al ejercicio de su cargo. Hoy las universidades y los universitarios, se han convertido en el mayor campus de incertidumbre, donde lo importante no es estudiar la carrera por la que uno siente verdadera vocación, sino escoger la primera que disponga de vacante con arreglo al baremo de unas calificaciones de plus marca. El resultado en la práctica no puede ser más decorazonador; así nos encontramos esos pseudos maestrillos de escuela y profesores de Instituto, que más que impartir el sagrado ejercicio de la docencia, son meros mercenarios que no sienten lo que enseñan ni saben enseñar lo que sienten. Prima más el puesto de trabajo, el asegurarse un sueldo a base de una interinidad de un par de años, que conseguir esa meta –casi imposible- y llena de obstáculos de alcanzar tus sueños profesionales. En esta infumable democracia donde las libertades se confunden con los libertinajes oportunistas, nos estamos acostumbrando a cortar por lo sano, tomando la senda o la trocha que nos lleve por el camino más corto. Si un fontanero, electricista, albañil o peón (perteneciendo al grupo D ó E, con Graduado Escolar y simple Certificado de Estudios Primarios) percibe los mismos emolumentos que un Licenciado, Graduado o Técnico (perteneciente a los grupos A,By C)Pues los estudiantes, que para eso tienen esa facilidad de hincar los codos y el buen hábito de las noches en vela, a poco que se esfuercen, consiguen una plaza de Peón o Administrativo en la administración pública, sabiendo que por su titulación y con el tiempo no tardarán en acceder a su grupo correspondiente y así tenemos una cantidad ingente de funcionarios que están desempeñando labores de limpieza y mantenimiento con un nivel de cultura Académica, subordinados a Jefes obreros y de grupo que no le llegan ni a la altura del betún en estudios. Curioso ¿eh?...pues esa es la realidad. Y lo malo no es eso, lo alarmante, es que cada vez está más difícil, sobre todo para los mayores de cincuenta años, a los que en plena madurez y esplendor de la vida, este descabellado mercado laboral ha convertido en seres inservibles. .

viernes, 1 de junio de 2007

CARTA A JUNIO EUCARISTICO

CARTA A JUNIO

Mi querido Junio: En las frondosas copas de los magnolios del Cristo de Burgos, dice maese Antonio que está por brotar la flor eucarística, que durante décadas, coronó en el exilio de un rincón apartado entre viejos laureles la silueta de bronce del Dios de la Madera. Como niño Jesús, modelo de sagrario, andas tú perdido y hallado bajo el templete de plata bendiciendo la espiga de trigo y la vid que es fruto del trabajo del hombre, mientras Triana, se afana en el Altozano por coronar a Tu Madre con el oro de Ley de la dulcísimo Expectación. Entras Junio, tan lleno de rocío, tan cargado de gracia, que apenas dá tiempo recrearse en la Plaza Mayor de San Francisco, bajo los arcos de un triunfo efímero y un cielo vaporoso dispuesto a recibirte cantándole al Amor de los Amores. Dios no es que venga contigo-dichoso Junio- Dios está en ti cuando despiertas a Sevilla con las esquilas fragantes de la solemne mañana alfombrada de juncia y romero. Dios viene contigo en brazos de María de la Hiniesta, patrona y bienhechora desde la Puerta de Córdoba la tarde vespertina de concierto y altares. Es el Sol que aún sin nacer, despunta con su violeta Aurora, para reflejar el Caliz de su sangre en las sombras apagadas de los Terceros. Por eso los adoradores, venimos a adorarte en la mañana juncal del cantar de los cantares de Sevilla, al revuelo de los vencejos que se columpian entre los alminares de Alemanes. Venimos –Junio- como nos enseñaste, de la mano de nuestras abuelas y padres con mirada siempre remolona de niño soñoliento, cuya fé lo ha convertido en hombres y mujeres que blanden los cirios y estandartes, los guiones y varas como anunciando su Divina Majestad. Dios está aquí, bajo la monumental custodia de Arfe y Junio hizo brotar para él las magnolias de los rincones mágicos, tan frescas y efímeras como las mañanitas de juncia y romero que se presentan por Santa Ana y la elegancia parroquial de la Magdalena, tan sentidas, tan íntimas, tan de Corazón, como el Sagrario que lleva en su pecho el Cuerpo de Cristo abierto desde la calle Jesús del Gran Poder hasta Nervión. Son cosas que suceden siempre en la Sevilla eterna, pero que sólo nos trae el mes de Junio.

Tuyo afectísimo.

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