domingo, 27 de septiembre de 2009

MAÑANITA DE EMPAQUE Y SOLERA







La Luz es tan -natural de Sevilla- que se ríe de las predicciones metereológicas. Y esta mañana de primavera en otoño, estaba por encima de todo pronóstico; era alta como veleta en la torre y antojadiza del azul purísimo. Bajaba resplancediente para encender las sombras de las estrecheces, por Peñuelas y Bustos Tavera, se envolvía entre las salvas del incienso y se hacía transparente en la cal del antiguo convento, para salir esplendorosa a la Plaza de los Terceros. La milagrosa imagen de Santa Lucía, brillaba con esa misma luz propia - tan -natural- como el encanto de las mañanas que relucen más que el Sol, cuando le pone nombre a la calle.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Delirium tremens

Manolita “la fantástica” había quedado con Francisco de Asís “el amanerado” (una parejita de cuidado), “la fantástica” con su porte de pija relamida, esbelta, disimulando siempre con el móvil en la oreja desfilando de un extremo a otro del escaparate. Francisco de Asís la vió desde la acera de enfrente, le regaló una sonrisa de saludo y cuando los vehículos que cruzaban se lo permitieron, se dirigió hacia “la fantástica” con su habitual passe de modelo. Habian quedado para ver la procesión (que otra cosa mejor podían hacer unos capillitas en un domingo por la tarde). La “fantástica”y el “amanerado”se besaron en ambas mejillas respectivamente de la manera habitual, osea como la falsa moneda, al tiempo que se intercambiaban la sarta de halagos pertinentes como corresponde a dos buenas “marujas” cortesanas: “qué guapa estás; que te has hecho en el pelo; oye, como te sienta esa blusa…tu también vienes muy elegante…si lo llego a saber no me pongo las manoletinas…niña, ¡que calor!..¡como está el tráfico!...pues fijate qué…ay, no me digas…¡qué fuerte!...¡no!...¡cuéntame!. Estaba claro que a “la fantástica”, no le iba mucho el rollo de ver procesiones (en el sentido más espiritual e iconoclástico de la palabra), pero aquello de inmiscuirse en el ambiente y pasar revista al personal que acude a verlas, pendiente de las caras conocidas de los que forman los cortejos, le fascinaba y no cejaba –un momento- de inmortalizar con su cámara digital, toda la fauna de foreros, políticos, abrazavaras, figurones, consejeros, blogueros, clérigos y demás civiles y militares, cuyas caras les eran familiares: “Mira ese es fulanito el del partido…¿no lo conoces?...¡oy, mira tú, quien va ahí…pero si es el forero rojillo que dá tanta caña…a ese es que no lo puedo ni ver…¡espera, espera –qué fuerte- mira “setanito”…con lo que ha largao de la hermandad…verás mañana, cuando cuelgue las fotos en el foro…”. Por el contrario, Francisco de Asís, no obstante mostrar absoluta complicidad con las frivolidades de su amiga, saludando y sonriendo a diestro y siniestro, se preocupaba más por el aspecto espiritual, estético y costumbrista que le deparaba el ambiente. El "amanerado", era un esteta, un apasionado erudito que se jactaba de conocer la historia con fechas y siglos de las cofradías con especial interés en la advocación letífica que contemplaban en esos momentos: “Fíjate, Manoli- ya están ahí los ciriales, son del siglo XVI…adquiridos a la hermandad de…y no te pierdas el estilo del paso ¡valiossissimo!..estilo rocalla…y qué maravilla de monte…¡qué colorido de flores del campo!..mira, mira…esos limones, esa fruta del tiempo…¿te has fijado en el detalle del pajarillo y la abeja?...¡pa comérsela!. Después de la emoción del momento, con el paso en la calle a los sones del himno nacional bajo la intensa petalada, Manolita “la fantástica” se fijó –detalladamente- en la imagen Que con tanta pasión y conocimiento, le había descrito su amigo “el amanerado” (meritísima talla del s. XVII, serena y bellísima expresión aporcelanada, luciendo primitivas joyas de incalculable valor y dotada de una unción sagrada fuera de serie. Fue entonces cuando a “la fantástica” le traicionó el subsconciente, repitiendo en sus adentros, todo lo contrario que reflejaba en su rostro con encendida emoción: “¡Por Dios bendito, si con esos coloretes, tiene toa la cara de Heidi!

viernes, 18 de septiembre de 2009

AGUAS PRIMERAS


Rula viento noroeste que hace oscilar tu escudo de bronce como faro que guía la senda inescrutable donde migraron los vencejos. Huyeron las aves a sus nidos, bajaron las nubes con forma de llave para cerrar el cielo. Sabiéndote cerca, los truenos no quisieron despertarte del sueño; sólo el fósforo del rayo, encendió tus dominios con luces de espasmos. Tus ojos se tornaron, se estremeció tu cuerpo de giganta enfrentada a la soledad de las alturas y brilló tu sonrisa alabando el olor a tierra mojada que te acercaba el aire. Son las primeras, no por lejanas en el tiempo, sino por esperadas; aguas, que no lluvias, porque aún no han recobrado la fuerza torrencial con la que te bautizan cada año. Son las primeras aguas, insolentes, soberbias, que llegan como un mayo celebrando la espalda mojada del juego inocente ó sembrando desgracias con ímpetu irrefrenable, al correr desbocadas con sus crines al viento de levante. La augusta dama, ya ha sentido su pertinaz caricia, nosotros –mientras tanto- gozamos con el nuncio de su gris elegante, apenas las perlas de un rocío con transparencias malvas, que van cuajando el aire de pureza. Los cristales reflejan tus lágrimas primeras, la tierra palpita jadeante desde su árido suelo de adoquín o barbecho: Madre de todas las vidas, diosa de la fertilidad, dadnos tu riego y muéstrate benevolente, romántica y sabia en tu llegada, aunque nunca lluevas a gusto de todos.

domingo, 13 de septiembre de 2009

DE LA LUZ imperial

    
 Sevilla tiene gracia concedida de hacer la LUZ a la caída de la tarde. LUZ que alumbra el oscuro turquesa de los eternos instantes que cuajan en las alturas. LUZ que enciende los brillos de la estrenada noche y se prolonga en sombras de imperiales, ráfaga y corona, sobre los ocres muros de la ojiva. LUZ que al “cielo con ella” desciende sobre los pies y se propaga encendiendo las tinieblas del mismo pretorio de la Casa Pilatos. Resplandor que lentamente avanza como majestuoso vuelo por Aguilas, buscando iluminar la intención de clausura que le reza una salve. Esta LUZ sabe mucho de madre, por ser madre de todas las que reciben el rayo que dá la vida, Luz que se deja llevar por los estrechos rincones y desemboca esplendente en las antiguas plazas donde las yemas endulzan el paladar con la artesana mezcla de la oración y el trabajo. LUZ íntima cercana, algazara infantil recreada en las aguas de la pila del pato. Ascua peregrina que enciende los sentidos y los abre al rozar los toscos muros del palacio, dejando el corazón atrapado en el cristal de sus oscilantes guardabrisas. Luz que se pone por donde mismo sale, como aurora y ocaso de la Puerta de Carmona.

martes, 8 de septiembre de 2009

Atraco a la Inocencia

Foto:
Foto:http://www.galeriade.com/galisteo/ Fue como aquel día, primero que se recuerda incluso antes de estrenar el uso de la razón, pero esta vez te tocaba a ti sufrirlo en sus carnes con la misma flaqueza y sensación de desamparo. Ni el tacto fragante de los nuevos libros, ni el olor impecable de los cuadernos, ni el color intacto de los “alpino” o “carioca” mezclado con el apresto del uniforme, conseguían suavizar el sabor amargo de la más cruda y traicionera separación. Le contaste el cuento que a ti te contaron tan fatídico día; le hablaste con las mismas palabras con que a ti te hablaron tus padres, dibujándole un mundo de colores pintarrajeado por las paredes; le mostraste el camino que recorrimos todos, esa tremenda mañana agridulce, hasta que su velada ilusión se fue transformando en inquietud, una insana inquietud que no podía abarcar con la mirada, tantas emociones juntas y por eso se aferraba a tu mano buscando protección, pero ajeno al desenlace. Conocías aquella angustia que se transmite de generación en generación acuciada por el fragor de estos tiempos del bienestar y la calidad de vida más engañosa. Te sentías culpable de que él no tuviera la culpa de haber nacido en esta sociedad hipotecada por la comodidad y maltratada por la imperiosa necesidad del trabajo; maldito trabajo cuya dignidad, sirve para pagar deudas y separarte del año más precioso de tu maternidad. Será por unas horas que llaman: “período de adaptación”, la técnica al servicio de la inocencia, todo parece fantástico como si te llevaran a un parque de atracciones pertrechado de “merchandancing” . Las puertas de la guardería están decoradas con los mismos personajes con los que juegas en tu habitación. Cuantos niños como tú al reclamo de esa “Seño” que te recibe como la más cariñosa de las desconocidas. De pronto y como siempre, la algarabía se convierte en llanto contagioso y desgarrador. La inocencia no admite el engaño, y aquella mano al separarse ti, te arrancó un trozo de tu vida. Será para bien, aunque nunca se olvida el primer desengaño y hoy la vida se ha encargado de grabarlo en la memoria para siempre.

martes, 1 de septiembre de 2009

Para Septiembre

Me fui a la orilla del río, para revivir un atardecer de hace más de treinta años con mi amada. Frente al paseo de la 0, mareilla de aguas verdes dejando un frescor agradable en la yerba. En silencio, como se le habla a Sevilla cuando se mira a Triana, sin necesidad de palabras, para escuchar los murmullos de la gracia impagable.

Al asomarse a esta urbanita playa, el sol trae todo los brillos del mare nostrum, oreado por las lejanas olas, brecha de luz incandescente que abre el Guadalquivir en dos, para atrapar los sentimientos. La barca del recuerdo, cruza lentamente el ascua dibujando un contraluz, sereno y breve, miro su perfil y veo aquella niña de los dieciséis años tendida en el mismo sitio donde la yerba es nueva a pesar de que no parece que hayan pasado los años.
Nueva es también la luz, recortando su perfil en el puente bruñido de oro viejo por el sol de poniente. Nuevo es el aire de las primeras tinieblas que encienden los brillos, nuevo el contraste que funde malvarrosas en el crisol del cielo, para crear los minutos de gloria turquesa que sueñan los pintores. Parte de la felicidad es tan sencilla que a veces no le pedimos más: Pasar nuestro brazo por su hombro, ceñir su cintura, reclinar la cabeza en su cuello y suspirar cuando los ojos alcanzan a ver, mucho más de lo que están mirando.

lunes, 24 de agosto de 2009

PROHIBIDO BESAR


Nos pueden prohibir besar, es justo y necesario por razones de riesgo para la salud pública, cuando el virus se convierte en pandemia y circula por todos los países cruzando fronteras con nombre de gripe A. Nos pueden prohibir besar, o lo que es lo mismo, dicho al sevillano modo, evitar el contacto con la piel, la mejilla, la boca, los pies y las manos de nuestros seres queridos. Otra cosa bien distinta es vencer la tentación o subumbir ante ella, cuando tienes al ser querido expuesto a la veneración y te prohíben tocarlo o besarlo por causa de un maldito contagio. ¿Pueden los enamorados, resistirse a fundir en un abrazo lo mucho que sienten, por más que el Amor convalezca crucificado abierto en cinco llagas por la vida?. El Amor no es capaz de ponerse mascarilla sino es para salvar la vida operando a corazón abierto. Ni se lava las manos continuamente sino es para ayudar a dar a luz. El amor no es cautivo ni aunque tenga las manos atadas; redime con la sangre que derrama y si de algo contagia es lo más parecido a la felicidad. Cantan las sirenas contagios y epidemias, saltan las alarmas sociales. Los días se pintan nublados sobre un lienzo cuyas medidas no nos corresponden: El más vale prevenir están muy bien para lo que tenga cura, pero con el Amor, no ha podido ninguna pandemia. ¿Existe fuerza moral o poder humano, para impedir que los hijos se acerquen a sus padres, ni que las madres besen a sus hijos, o que éstos eviten la bendición de un patio de recreo, donde reina el futuro y la esperanza de un mundo mejor, no menos tierno por más amenazado ni contagioso?. Respeto,;mucho respeto a los medios de prevención y riegos que se asuman, pero nunca temor, y menos a un contagio que si se evita por un lado, surge por otro. ¿Quién puede ponerle puertas al campo?. Recurramos a la historia, nunca la histeria colectiva produjo más que miedo y destrucción. Puede que nos prohíban besar, pero esta ciudad que tanto sabe de avenidas, pandemias y peste, lleva haciéndolo siglos y siglos, sobre las carnes benditas del mismo Señor que constituye todo el poder y la gloria, hasta hacer que la madera se transforme en espiral de besos que proclaman bendito el talón por todas las generaciones. Besa en Paz, Sevilla, tu fe te ha salvado.

Entrada destacada

MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04