domingo, 28 de febrero de 2010

NAZARENO DE DULZURA




Amenazaba el cielo nubes de Viernes Santo, la marea del río subía con intrigantes aguas, los juncos de la orilla templaban en brisa los aires del puerto. El puente recordó que aun no existía, ni siquiera las barcas lo cruzaban. Volvieron los antiguos bajeles cargados del oro de indias a atracar en los viejos malecones, todo volvía a ser como hace cuatro lustros; intenso y recién tallado por las gubias del tiempo. La Parroquia alfarera velada por los rojos cirios, se traslado a los años que fue hospicio, venda para curar heridas, sangre de la misma cera sacramental que hoy arde como ayer, precediendo tu camino. Y el que anduvo en la mar, salio a Triana calle abajo artesana de Castilla. Llevaba el sol poniente en la luz de su rostro y en la cruz de carey, el brillo de tarde se abrasaba a sus manos –bendición de dulzura- a su paso, el horizonte gris en lontananza, ensayaba un ocaso imposible a las puertas del zurraque. Esa noche el tiempo, eclipsado ante el dulce Nazareno, no tuvo tiempo siquiera de decidir si era aquel viernes de cuaresma de hace 325 años.





jueves, 25 de febrero de 2010

ROCIO DEL CIELO




Son conchas jacobeas que llevan al camino por donde Santiago, estrecha su espadaña al aire de Sevilla, son gotas de rocío atrapadas en malla, bordadas con los rayos del sol y el hilo de las flores de seda. Abanicos de luz que se abren y se cierran al compás de la mano que mece la cuna de su gracia. Prenderán este año, sus brillos de estreno, sus puntadas de luces, estrenaran la tarde, igual que nuestros ojos estrenan cada Lunes la mirada. Las manos que apuntaron cada vaivén, contendrán su emoción con un suspiro: ¿Cuántos suspiros de amor, se esconden tras los reflejos de ese transparente Palio?. Espejo donde mirarse la mocita de Abril, paloma de Esperanza, dispuesta a relucir bajo el mismo esplendor de su Rocío del cielo.

domingo, 21 de febrero de 2010

LA SANTA MADRE



Se dice que Jesús tuvo una seguidora que lo amó tanto como para tener el valor de asistir a su crucifixión, una seguidora a la que él amo tanto que le eligió como la primera persona en saber de su resurrección. Este personaje ha llegado hasta nosotros con una profesión y un nombre polémicos: María Magdalena, la prostituta. Pero en los evangelios Canónicos nunca se la presenta como tal, a lo sumo se la relaciona como una pecadora arrepentida. La vinculación de María Magdalena con una prostituta se debe a una interpretación bastante tardía, realizada por lo menos en el siglo IV, si no más tarde, que basa en una lectura discutible del célebre pasaje del Evangelio según San Lucas en el que aparece una pecadora que lava los pies del Señor y los enjuaga con sus cabellos. El lavado de pies era un servicio que se hacía para mostrar acogida y hospitalidad o simplemente por deferencia. Normalmente lo realizaba un esclavo no judío o una mujer, pero no una prostituta. Una interpretación literal del personaje de la Magdalena y de su profesión no solo resulta errónea y desecadora, sino que también puede inducirnos a error o impedirnos descubrir qué se oculta detrás de uno de los temas más ricos y bellos del cristianismo. Recordemos que para la Iglesia oriental santa María Magdalena, lejos de ser una pecadora pública, es una virgen que en los últimos años llevo vida eremítica.






Que María Magdalena haya sido precisamente la primera persona en entrar en contacto con Cristo resucitado le adjudica el más primordial de los papeles en la filiación esotérica del cristianismo. Se la ha llegado a llamar "la evangelista de la resurrección". Sin duda por eso mismo es normal que se la relacione con Juan, el discípulo amado, y no goce de las simpatías de Pedro, que es quien simboliza de algún modo la iglesia de piedra, la iglesia exterior, mientras que Juan simboliza la iglesia del amor, la iglesia interior.

En el evangelio de María Magdalena, tras escuchar el relato de una visión en la que María Magdalena recibe precisas enseñanzas del Salvador respecto al alma, el mismo Pedro se extraña y dice: "Ha hablado el maestro con una mujer sin que lo sepamos, y no manifiestamente, de cosas que ignoramos, de modo que todos debamos volvernos y escuchar a esta mujer. ¿Acaso la ha preferido a nosotros?"



Si la Magdalena representa al alma, es lógico que las palabras redentoras de Cristo se dirijan a ella y no a los hombres de "carne y de sangre", como dirían los judíos, o de "carne y huesos", como suelen decir los "cristianos". En este evangelio no se trata de palabras corrientes; como ocurría en el Evangelio según Tomás, que contenía "las palabras secretas que Jesús había dicho", nos encontramos con palabras que ni los mismos apóstoles conocían: "Estos pensamientos difieren de lo que conocemos." Se trata de palabras redentoras dirigidas al Nous, que algunos traducen por mente, pero que se refiere más bien a la chispa divina que mora en el interior de todo ser humano.






Los evangelios hablan de tres marías y en diversos pasajes nos encontramos con una que bien podría ser María Magdalena. En uno de los evangelios gnósticos más polémicos, el llamado Evangelio según Felipe, leemos:

"Había tres Mariam, quienes caminaban con el maestro todo el tiempo: su madre, (su) hermana y la Magdalena, que es llamada su pareja."

El primer versículo de procedencia canónica en el que alude a la Magdalena lo encontramos justo después de la crucifixión (Mateo XXVII-56) y antes de la resurrección de Jesús. Allí es llamada explícitamente María Magdalena. Más adelante distinguiendo entre María Magdalena y María la madre de Santiago, se vuelva a decir "estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro". En el evangelio según San Marcos (XV-57) el texto es ligeramente distinto: "María Magdalena y María la de José miraban dónde se le ponía". Y más adelante (XVI-I): "Pasado el sábado, María Magdalena y María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a ungirle".

Pero el pasaje evangélico que quizá más datos aporta sobre el personaje está en Marcos XVI-9 que dice:

"Resucitado Jesús a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Ella fue quien lo anuncio a los que habían vivido con él, que estaban sumidos en la tristeza yel llanto, pero oyendo que vivía y que había sido visto por ella, no la creyeron."

De una primera lectura de estas palabras se pueden deducir varias cosas:

1-María Magdalena fue la primera persona a la que se apareció Jesús resucitado. Esto le otorga ya una superioridad sobre los demás discípulos, superioridad que los apóstoles, en especial Pedro, no parecen haberle reconocido.

2-A María Magdalena le había "echado", o sea quitado, siete demonios. Esto nos permite identificarla con la mujer que aparece en Lucas VIII-2, que era una pecadora, pero de la que no se dice en ningún momento que fuera prostituta.



3-María Magdalena anuncio a Jesús resucitado, pero sus propios discípulos no la creyeron, a pesar de que, como se puede leer en Juan XX-9, estaba dicho en la escritura que "era preciso que el resucitase de entre los muertos". Esta actitud se encuentra aún en muchos cristianos que, por decirlo de algún modo, se han quedado en la cruz pero no han ido más adelante. Como escribía Louis Cattiaux en su libro El mensaje reencontrado, "la fe del creyente es borrar la desolación de la muerte a fuerza de tener esperanza en la resurrección y en la alegría de una nueva vida", y más adelante: "Muchos creyeron hacer bien yendo en busca de la muerte de Jesús, pero ninguno le siguió en la resurrección, que es la única que justifica la pasión del bello señor y confirma nuestra liberación venidera".Volviendo al tema en cuestión, si en vez de ser María Magdalena la primera persona en contemplar a Jesús resucitado hubiera sido un hombre (un apóstol, como sería lo lógico), ¿le habrían creído?



fuente: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1340

viernes, 19 de febrero de 2010

SALUD y BUEN VIAJE


La penumbra es un olvido de la luz cuando se dirige a alumbrar una escena del arte. Este olvido no pierde su encanto, más bien envuelve el ángulo en la vaga nebulosa que oculta ante los ojos un detalle sagrado. En penumbra las sombras se alargan dibujando el perfil inaudito que hace cobrar una nueva dimensión a la sagrada Imagen. La exacta geometría de los cirios, retienen espasmos de luz en sus pabilos, para que el lacerado rostro del Nazareno recobre humanidad en cada oscilación del aire preso. En la penumbra yace el Dios reflexivo, las mañanas de su íntimo Quinario; llora y hace dignas nuestras lágrimas, justas nuestras penas, ligera la cruz que cada uno portamos. Lo arroparon con una clámide púrpura, terciopelo de desagravio, para tapar las burlas al Rey de los judíos. La penumbra descubre sus manos atadas, advirtiéndonos la realidad de habernos hecho libres, la cruda realidad de que en nosotros mismos está la solución de los problemas que acucian al hombre. No cabe más que un rezo en la penumbra, la oración que El nos indicó siguiendo su divina enseñanza: Padre Nuestro.

La romántica leyenda que prestó su advocación a nuestro Venerado Titular, merced a la cantidad de viajeros que salían o entraban en la ciudad por la Puerta de Carmona, encomendándose al Cristo de la “ventana”e invocando SALUD Y BUEN VIAJE, cobra en la actualidad un marcado relieve social por la delicada situación que atravesamos. En plena celebración del año nuevo, cuando la mayoría de las familias se sientan alrededor de una “buena” mesa para despedir un año especialmente duro y dar la bienvenida a un 2012, cargado de expectación y dificultades, reparé en un llamamiento que hacía alguien de nuestra Hermandad, através de la página de facebook, elevando una oración a nuestro CRISTO, por ser el titular de la advocación que mejor refleja, la voluntad e intenciones que la mayoría de los cristianos sentimos al desear de corazón a todos nuestros seres queridos, amigos y familiares. Me pregunto, si independientemente a nuestras debilidades humanas, ¿hay algo más importante que el don de la SALUD? Y me atrevo a añadir si ¿existe mejor suerte en la vida, que disfrutar del BUEN VIAJE que proporciona el esfuerzo, la entrega, el sacrificio de compartir con los tuyos, nada más y nada menos que “seguir adelante”?. Tan solo con esas dos preguntas y mirando a nuestro CRISTO, encontramos la respuesta: Cuando se nos cierran todas las puertas EL, nos abre la ventana y mirando su perfil entre los hierros con que nos enreja la vida, encontramos la Humildad que nos unge de gracia santificante y la Paciencia que enjuga todas nuestras lágrimas condensándolas en las cinco perlas que resbalan por sus mejillas. Precisamente, por esas dos rotundas palabras que conforman su bendito Nombre, Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, merece ser el Patrón del Nuevo Año. Cristo Rey, Emmanuel -Dios con nosotros- que nace y renace en el portal dentado de San Esteban, regalándonos el don de la SALUD preciada y nos echa el capote de su purpura clámide para que abriguemos la esperanza de gozar de un Buen Viaje por la vida. Su advocación bendita, se hace digna y merecedora de esta reflexión, por eso al principio de cada año, especialmente un año tan crítico e inquietante, como el que se nos presenta, su Imagen debe ser el referente y principio de todos los esfuerzos y compromisos que vamos a encontrar como obstáculos; de todos los sacrificios y ejercicios de caridad y solidaridad que hemos de emplear en favor de nuestros hermanos más desfavorecidos. Aferradas a la reja de su ventana, veremos este año, las manos del Paro, el desahucio y la precariedad, la soledad que no entra en las iglesias ni en la Casa de Hermandad, porque siente pobreza vergonzante, pero que en el fondo sabe que lo tiene a EL, porque la fe no lo dejará nunca Desamparado. Con la felicitación y el precioso deseo que formula la bendita advocación de nuestro Divino Cristo: SALUD y BUEN VIAJE, os exhorto a todos mis Hermanos de San Esteban, para que seamos capaces de separar lo superfluo de lo fundamental, unidos en este año nuevo tan decisivo y trascendental, por la Caridad, seña de identidad que debe distinguirnos como cristianos o simplemente hombres de buena voluntad. Precisamente fue nuestra Madre, la primera que alargó su mano en el día gozoso de la Esperanza, para que selláramos con un beso de Amor, nuestro compromiso con el prójimo de cara al nuevo año.

Antonio Sierra Escobar
para el Boletín de la Hermandad de San Esteban.

martes, 16 de febrero de 2010

la luz en cuarentena







Desde que el hombre encendió la llama en su corazón, no ha dejado de buscar. Tras los días grises y fríos de su estepa transhumante, buscó la playa de arenas tibias donde el pan y los peces se convirtieran en milagro para saciar su hambre. Buscó en los entresijos de su memoria el verde de un paraíso que olía a yerba. Había oído la palabra de un Dios que le hablaba de una tierra prometida, cuando apenas los días se pasaban por filos de espada. Había creido soñar o quizás soñado creer, que era posible la vida en un lugar bañado por el río grande. Perdido y desesperado en el desierto, gritó un nombre de mujer –virgen e invicta- cuya belleza, había doblegado imperios y reyes. La llama de su corazón propagó un fuego instantáneo que redujo a cenizas todas sus dudas. "Soy lo que buscas y además poseo lo que deseas, sólo debes creer en mí más allá de lo que vean tus ojos". Cuarenta días estuvo el hombre persiguiendo la tentación de aquel susurro; cuarenta noches velando con su fe, tan misteriosa imagen.
 Ya en las primeras horas, se abrieron sus sentidos como los gajos de una diminuta flor, cuyo intenso pistilo reflejaba colores de paz en el azul del cielo. "Pídeme lo que quieras y te lo concederé."
 Sólo quiero la luz que incendiaba las estrechas calles donde corría de niño y el olor de los reverdecidos naranjos preñados de la efímera flor del azahar…porque no sé si lo soñé o fue cierto, pero conservo en mi alma su vago recuerdo.
 La luz se abrió paso entre las sombras, suspendida en el aire y brotaron palabras olvidadas escogiendo el camino más corto para despertar la memoria del hombre. Reconoció al Señor echo hombre, en la portentosa talla que sólo Dios pudo inspirar en un hombre. Subió a su altar solemne por la escala de fiebre y delirio que ordenaban los cultos de regla. Besó con unción la espiral de un talón de Aquiles convertido en el Gran Poder donde reposa el mundo. ¿Todo eso me darás si te adoro? –preguntó el hombre conmovido- ."Todo ello se te ha dado desde el principio y ha salido de ti, porque tu eres parte de mi obra".
Hay un momento en que esa luz que todos creen atribuida a mi especial encanto, goza de una cuarentena exclusiva para los que en mí son privilegiados, quien la percibe esos días, comprenderá que la vida es una semana y hay que gozar cada instante de vísperas como si fuera el último cirio que ilumina el camino. Sólo así, podrás reconocer como nueva, la vetusta silueta del peresceve y estrenar cada año –como si fuera el primero- la antigua ilusión que mantiene encendida la llama en el corazón del hombre.
"Pide, pues lo que quieras y te lo concedere´"


miércoles, 10 de febrero de 2010

¿123 motivos, nada más?

Ay, mi querida Julia…


¡como vende tu nombre!, menos a los que verdaderamente escriben enamorados de ti y nos llaman cursis, fachas, trasnochados. ¡cómo siguen algunos utilizando tu nombre, tomándolo en vano! Cultura del pelotazo aparte, la ambición continua cegando a quienes venden hasta a sus padres con tal de hacerse un hueco en el vacío de la polémica. Crear polémica y pegar el pelotazo, de eso se trata, un pelotazo en toda tu cara, si es posible arañando la “piel sensible” con que te han cubierto los progres en los últimos tiempos. Estos intelectuales advenedizos, dicen conocerte muy bien; han leído mucho sobre tu historia; han sabido siempre lo que representas, se lo han oído pregonar a tu Rodriguez Buzón: “crisol de las esencias patrias”, incluso se han venido a vivir bajo tu cielo. Claro está hay que vivir en Sevilla, para conocerte mejor (nacer no es suficiente), ser naturalde…parece que no es necesario. Todo el que haya fijado su domicilio –por los distintos motivos que sean- en tu casco histórico, se ha autoproclamado sevillano; todo el que haya frecuentado tus bares del centro, tus añejas tabernas y tus rancios bulevares, se han erigido como guías espirituales del tapeo; todos los que han recorrido el laberinto místico de tu Semana Santa, se han investido en cofrades “capacitados” para hablar de tus glorias; todo el que haya disfrutado tu feria de Abril, se ha convertido en feriante, ingresando como socio en una caseta y aprendiendo a bailar las sevillanas en la academia madrileña del “malange”. Aquí todo el que llega de fuera, no solo se siente sevillano, sino que aprende sin estudiar las artes confundidas con lo más típico de tus muchos tópicos. Y abusando de la complacencia barata de tu tolerancia histórica, se creen razonablemente preparados para sentar cátedra o discernir sobre ti, esgrimiendo argumentos más sólidos que su propia cara. ¡Como vende tu nombre! –mi querida Julia- tu nombre ha sido siempre la comidilla que alimenta la ausencia de ideas, de valores, de calor y de vida, la ausencia total de esa primavera que todos han venido a buscar en tu propio ombligo, que como dijo el sabio, no hay otro. Por eso a quien le falta la razón, le sobran motivos, concretamente MAS DE 123 MOTIVOS para no viajar a SEVILLA. Como si nosotros los naturales no supiéramos que hay más, muchos más, infinitamente más motivos para que no viajaran nunca a SEVILLA, quienes se lucran con tu Divino nombre.


domingo, 7 de febrero de 2010

Las ANGUSTIAS de una madre



Las Angustias de la madre, parecen atenuadas, mitigadas por el resoplido de Salud que ha invadido a su Hermandad con la elección de su flamante hermano mayor. Ojala que las Angustias de la madre, se centren solo y a partir de este momento en la Salud de sus hijos unidos caminando en una solo dirección, sin divisiones o bandas contrapuestas, aunque estas se enfrenten por amor a las bellas artes.

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