miércoles, 9 de mayo de 2007

NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA...

Foto: (La Sevilla que no vemos)

Donde se guardan los mejores recuerdos velados por los ojos de niño, conservo la instantánea de aquella procesión de impedidos que recorría las adoquinadas calles de mi barrio. El tañir del muñidor y el redoblar de los tambores, despertaban al vecindario engalanado y alborozaban a la chiquillería a correr presurosos a ver -como nuestro cura- revestido por la casulla de damasco y bajo palio de respeto, llevaba a nuestras casas algo tan grande como Su Divina Magestad. Bienaventuradas las humildes casas de vecinos y corrales, convertidos en vergeles de flores y macetas, sinfonía de plantas y colores, por donde pasaba el Santísimo, cruzando luminosos patios y corredores, entre la sentir de los vecinos postrados de rodillas en el más espesado y respetuoso silencio. Así entraba el Señor en nuestras casas, convertidas en humildes patinas, como los chorros del oro. En un rincón de la memoria conservo el recuerdo velado por los ojos de niño, la habitación de mi abuela impedida, el perfume a jazminez y ese olor a agua de nardos ,símbolo de la limpieza de los humildes, que embriagaba la estancia. Los monaguillos de rodilla agitando el campanil, el cuerpo de Cristo y la unción de los presentes. Quien pudiera volver a a rrojar esos pétalos por las estrechas calles adoquinadas de la memoria.

5 comentarios:

  1. La Sevilla de las procesiones de impedidos es quizás una de las más secretas y hermosas, como casi todo lo que refleja usted...
    Pertenezco a la collación de San Isidoro, pero mi balcón da a la calle Almirante Hoyos (collación de San Nicolás). En mi casa es un día especial ese Domingo en que nos despiertan tambores de la Cruz Roja y nos asomamos a ver pasar a Dios.

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  2. Nunca he vivido una Procesión de impedidos personalmente, aunque te garantizo que las he vivido cuando mi abuela, vecina de la calle Lirio me contaba las de su barrio, con todos los detalles, que creo que era la de San Bartolomé.
    Efectivamente se trata de una Sevilla íntima y recogida.

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  3. Pero una palabra tuya bastará para sanarme.En este casa querido amigo,bastará para soñarme,si soñarme porque me vienen a la memoria el dia antes de la procesion los tambores marcando el recorrido para el dia de la Comunión y yo asomado a la ventana con mi madre peleando para que me dejar bajar y claro aunque siempre la tengo en la cabeza al leer tu comentario me acordé de mi madre a mi lado.Como dice dama Sevilla Intima y Recogida.Gracias de nuevo,me sirve para cargar las pilas

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  4. A modo de anécdota contaré que el primer año que se recuperó la procesión de la parroquia de la O, a la que corresponde la foto, salí en ella. No he visto procesión más larga en mi vida, toda la mañana dando vueltas por Triana, con un sol que caía de justicia. Una cosa tremenda. Cuando volví a casa a eso del mediodía, me dijeron con una mijita de guasa eso de "No irás a decir que vienes de la procesión"; agaché la cabeza y me dije: da igual, esto no hay quien lo explique.

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  5. Esta mañana, un año más sorpresivamente, me desperté con el redoble de las cajas y el sonido de la campanita. El Señor ha pasado hace unas horas bajo mi balcón a los sones de Corpus Christi.

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