martes, 29 de julio de 2008

EL DONANTE NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

CINCO CIUDADES RECLAMAN LA COLECCION DE CARRANZA QUE RECHAZA EL AYUNTAMIENTO Una muestra de la Colección Carranza de cerámiza trianera ABC«La administración sevillana no me ha entendido nunca; me ha vapuleado desde hace 12 años» PABLO FERRAND SEVILLAActualizado Jueves, 31-07-08 a las 10:20 La Colección Carranza de cerámica trianera, considerada como la más importante de España en su género, tiene una fuerte demanda fuera de Sevilla. Pocas colecciones de barro cocido y vidriado hay tan estudiadas (tesis, libros, catálogos..,), valoradas y codiciadas en el mundo como ésta que el generoso hidalgo manchego, Vicente Carranza, intenta donar a Sevilla desde hace 12 años, sin que su deseo se haya cumplido. Demasiado tiempo ha consumido ya este coleccionista en complicadas negociaciones que no acaban de ver la luz. El museo de la cerámica trianera está en el aire, a punto de caerse. El momento es muy crítico para Sevilla. Y no se debe olvidar que Triana es un núcleo de tradición ceramista de primer orden, al igual que Talavera, Toledo o Valencia (todas con museos de cerámica), que son algunas de las ciudades que reclaman este extraordinario legado. Hay paises europeos, instituciones y coleccionistas de renombre que siguen, desde hace tiempo, la evolución negativa de esta larga historia de la donación que Sevilla no acepta, cuyo final no parece lejano. Cualquier otro coleccionista hubiera perdido la paciencia hace mucho tiempo y reconsiderado su donación favor de otras ciudades que sí están verdaderamente interesadas en exponer su colección y preservarla para el futuro. El Museo Nacional de Santa Cruz de Toledo es uno de los que está interesado en la colección de cerámica trianera. Carranza asegura que allí se le haría enseguida un sitio destacado a estas piezas únicas para que este legado, perfectamente documentado por Alfonso Pleguezuelo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, tenga el eco que merece. Otra ciudad que está interesada desde hace mucho tiempo en la Colección Carranza de cerámica de Triana, es Talavera de la Reina, concretamente el Museo Ruiz de Luna, donde se exponen destacadas piezas de la cerámica local. Su colección la conocen bien porque ha estado allí expuesta, lo mismo que en Toledo, ciudad que se volcó con el ofrecimiento que hizo Vicente Carranza de buena parte de su colección de piezas de Talavera, Puente del Arzobispo y Portugal, que desde 1996 se exhiben de manera permanente en varias salas del Museo de Santa Cruz. Madrid es otra de las ciudades que reclaman el patrimonio que Carranza ha ido reuniendo y mimando durante más de 50 años. Las ofertas han sido continuas y el coleccionista manchego asegura que «en Madrid hay multitud de sitios para exponer la colección de cerámica de Triana sin problema ninguno». Y prosigue: «También en Valencia, que es un pueblo ceramista que conoce mi colección, la aceptan sin reservas, igual que en Málaga o en cualquier otra ciudad andaluza, menos en Sevilla». Vicente Carranza recuerda que «el pueblo de Sevilla hace tiempo que reclama mi colección, pero el responsable de este asunto sigue oponiéndose». Y se pregunta: «¿Qué fuerza tiene que tener este señor para ir en contra del pueblo de Sevilla?». Han sido muchas las visitas a esta ciudad adquiriendo azulejos, ya inencontrables, para luego devolverlos bien clasificados a la Sevilla de sus sueños, la que ahora le rechaza el regalo. Le prometieron cinco salas en Alcázar, se las restauraron y se las quitaron sin decirle nada mientras él preparaba su colección para Sevilla. D Vicente se levanta a la hora del Gallo, calienta el café en su vieja cafetera de vapor; el denso aroma de Sainz de la Maza, despierta a su compañera de toda la vida para endulzar el desayuno con las eternas galletas maría. Vicente se asoma a la ventana de la villa y corte, su pensamiento es tan diáfano que su mujer lo lee en la frente. Otea el horizonte; San Jerónimo el Real y las torres de la Almudena; los miradares de la Plaza Mayor; las balaustradas del Madrid de los Austrias, se transforman en Puerto de Indias, donde atracan calaveras, bajeles y galeones. Vicente tiene un sueño con estrella que le asegura la inmortalidad; vive pendiente del correo, esperando esa Carta oficial que dé luz verde al semáforo ámbar de la desesperación. Ojea la prensa con la inquietud de un novel inédito. Un artículo de ABC de Sevilla, le devuelve la ilusión y aviva su radiante anhelo…pero, mientras tanto, el donante –un día más- como el Coronel Buendía: no tiene quien le escriba. D. Vicente Carranza, Académico, ceramólogo y coleccionista, que junto con su hijo Angel (R.I.PA.), catalogaron la más importante colección de CERAMICA TRIANERA. Un auténtico tesoro en barro vidriado, compuesto por más de 800 azulejos, muchos de ellos procedentes del s. XVI; los hay anteriores a los de Niculoso Pisano de arista y cuerda seca, cuando dominaban los pigmentos negros, manganeso y azul cobalto. Entre los conjuntos de paneles del s. XVIII, don Vicente tiene predilección por su Vía Cruces, catorce paneles que encargó restaurar de su propio pecunio, para su soñado MUSEO SEVILLANO. Sevilla es muy ingrata, le rumorea su esposa al oido. No, cariño, responde D. Vicente con rotunda convicción: esto son vainas de sus ingobernantes políticos y aduladores impávidos. Sevilla es generosa,pero hay que estar muerto para que te escuchen. Doña Soledad Becerril, me lo prometió y yo confío en la palabra de los caballeros. Don Alfredo en 2004, llegó a un acuerdo con Patrimonio Nacional para que cedieran cinco salas inutilizadas del Alcazar. Todo estaba apunto, por fín iba a ver cumplido el sueño, mi colección para Sevilla, donde le corresponde estar bajo el marco incomparable del Palacio del rey poeta Al_mutamid, para que todos los andaluces pudieran disfrutarla. Pero pasaron los días y la pesada loza del silencio administrativo cayó sobre mí, sembrando mi corazón de dudas y desconcierto. Todavía hay tiempo, el mañana nunca es tarde para un joven octogenario que vive con la dicha del donante que no tiene quien le escriba.

6 comentarios:

  1. Mientras el exconcejal de urbanismo siga regalando, por la cara, terreno público a sociedades privadas , mientras el teniente de alcalde siga convocando ruedas de prensa para presentar en sociedad nuevos valadores de bares, mientras el alcalde se jacte de la ciudad de la justicia, del metro y de su primo, mientras el Lolo siga perdiendo cubiertas, colando a su primo (que de primos), realizando visitas a Cuba (la república democrática), y la oposición siga haciéndose fotos junto a un banco del parque o a un estercolero del vacie ¿cómo quiere usted, amigo Antonio, que don Vicente crea en los políticos de Sevilla?
    ¿Dónde está el museo de la cerámica y la alfarería que que a bombo y paltillo pregonó el alcalde para Triana?
    ¿Dónde está el museo taurino que tambien prometió?
    Créame, esto no tiene arreglo.
    En una ocasión le dije que habría que renombrar una plaza con el nombre de Plaza de los Papafritas. El dia que se haga realidad, y en su inauguración, le convoco para que cuando esté llena de políticos admirando tal acierto, se una a mi y a otros muchos y le demos una gatea en condiciones...por papafritas.

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  2. LA ESTATUA ECUESTRE del Cid campeador con su gallarda pica de Burgos, debía de venir para espetarlos atodos contra la pared. Hay que ver...tengo la sensación del que está haciendo cola para PAGAR...y los funcionarios le ponen pega: ¡pero si es para DONAR un auténtico TESORO!...mientras los salones reales, se llenan de deshechos del mobiliario urbano. Me uno a la gatea, mi querido ANONIMO DE CASTILLA, pero con pitos de chirigota incluidos.

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  3. Lo he leido y me parece tan ridiculo como está actuando el ayuntamiento .......

    Aqui el patrimonio no gusta.Pero atrae al turismo que da gusto.

    Si no vayan por Santa Catalina o la Magdalena .....

    Cosas que queman .....

    La Canina seguirá cavilando .....

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  4. Tienes más raón que un santo, pero... es lo que tenemos, ni más ni menos.
    Un fuerte abrazo

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  5. Viviremos para ver Santa Catalina, debidamente restaurada, sobre todo los mayores de 50 años...?. Santa CAtalina como la Magdalena, tampoco tiene quien le escriba, mi querida CANINA.

    Mi señor, HERODES, parece que en nuestra amada ciudad la realidad supera a la ficción. Un abrazo

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  6. ¿Pero tú pa qué quieres un búcaro, compadre?... ¿no tienes ya fregorífico, joé?

    A esta gente lo que hay que decirles es que uno de los azulejos es el grabado de un tranvía, verás como lo aceptan.
    Y si no, decirle que la colección está llena de champiñomes gigantes. Y entonces no falla: la ceptan fijo.

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