Mi otro amigo más noble que un José de Arimatea; ex-hippi de margaritas estampadas que nunca soñaron con ser romero; ex-fumador de marijuana y bebedor empedernido de batidos de chocolate. El que hoy se declara y doy fé: librepensador-filosofo- cristiano, católico y apostólico, además de melómano...contraerá matrimonio D.M. el próximo 20 de Marzo. Lógicamente mi amigo, quería casarse por la Iglesia, hasta ahí de acuerdo con su novia, que también quiere vestirse de blanco y digo “quiere vestirse” de blanco, porque como a toda mujer, le ilusiona la puesta de largo blanca y radiante, pisando la alfombra roja hasta llegar al altar de una de las más veneradas imágenes de Sevilla, en cualquier portentosa Iglesia barroca.
Vive Dios, que mi amiga Lola, lo ha intentado, luchando en singular combate interior contra su conciencia y honor, haciendo de tripas corazón de su moral “progre”, para agradar a su futuro marido y satisfacer la otra doble moral rancia que todos llevamos dentro. Mi amigo y su prometida se patearon los principales Templos del centro de Sevilla, recabando información. En principio no tuvieron problemas con la fecha y la hora, ya que jugaban con suficiente tiempo de antelación, lo malo fue el presupuesto prestablecido que faclitaban los sacristanes y párrocos de las Parroquias e Iglesias más demandadas: a saber -en El Salvador por ejemplo- en concepto de luz, flores, ornamentos y documentación, el presupuesto se elevaba a los 600 euros; sin contar el concurso del órgano, marcha nupcial o capilla musical. Los futuros cónyuges se miraban indignidados, daban las gracias por cortesía y continuaban su camino. En la Magdalena, El Santo Angel, San Martín o La Anunciación: tres cuartos de lo mismo. En San Andrés, saltó la chispa de mi amigo Jóse A. de Arimatea -su talante de predicador- no pudo contenerse más y protestó exaltado: “pero bueno, Padre, no quedamos en que el Sacramento es un don de Dios que se administra desinteresadamente...de acuerdo que la Parroquia acepte una limosna justa y necesaria para paliar las necesidades de su apostolado...pero de ahí a que me extiendan un presupuesto pormenorizado y me obliguen “piadosamente” a saldarlo, me parece muy fuerte por no decir...” -el cura lo miró acomplaciente e inmediatamente agachó la mirada ruborizado- mi amigo se ensañó aún más con la actitud impasible del sacerdote y comenzó a citarle toda clase de capítulos y versículos del evangelio según San J.P.M.L.: "que si sepulcros blanqueados, que si expulsión de los mercaderes del templo, que si dad a Dios lo que es de Dios y al César lo del Cérsar"...a lo que el Padre, disimuló haciendo oídos sordos mientras jugaba con el ratón del PC. Lola le dió un codazo a mi amigo y éste reaccionó al instante, abandonando ambos el despacho, no sin antes apostillar su panegírico con esta sentencia bíblica: “El templo es para rezar y nó una cueva de ladrones”.
El próximo día 20 de Marzo, mi amigo contraerá matrimonio con Lola por lo Civil. Así lo decidieron aquel día que salieron indignados del despacho parroquial. Nunca estuvieron más de acuerdo dos personas con diferentes formas de interpretar sus respectivos credos. Jose A. de Arimatea- el filósofo -me refería, que Dios está hasta debajo de las piedras, por eso quizás han elegido para el enlace nupcial, un Salón Restaurante, cuyo atrió está decorado con una piedra de molino, entre otros apeos de labranza. Dice que los casará un Concejal-pregonero con muchos actos de Exaltación a la Semana Santa a sus espaldas. Lógicamente, Lola irá blanca y radiante, como van las novias que se precian y los invitados asistirán a la ceremonia, luciendo sus modelitos y podrán chismorrear, cotillear, criticar y desplumar a quien les dé la real gana, sin necesidad de pecar de irreverentes como lo hacen bajo las naves de cualquier templo barroco donde se celebra una boda. Y los niños podrán alborotar, patalear, y gamberrear a sus anchas, haciendo gala de la mala educación colectiva, que tiene que reprimir a base de pellizcos maternos, cuando están dentro de una Iglesia. Y los machos maduros con pensamientos sucios, podrán fumarse sus cigarrillos en la puerta, mientras se comen con su lasciva mirada a las jovencitas de buen ver, sin necesidad que sus gordinflonas consortes, les amonesten por no guardar la compostura en un recinto sagrado. Y los niñatos -salvese quien pueda, con sus pendientes y trajes claros con camisas chillonas y cuellos abiertos bla, bla, bla....La única condición que mi amigo Jóse de Arimatea ha impuesto al Conceja-pregonero, es que los case por el rito católico y recite la carta del Apostol San Pablo a los Corintios. Lo que Dios ha unido que no lo separe la iglesia.
Jajajaja. Lo mejor que pueden hacer.
ResponderEliminarYo llevo tiempo enemistada con la Iglesia, así con mayúsuclas, ésa que tan poco tiene que ver con el Evnagelio en tantas y tantas cosas. Así les luce el pelo.
Lo más leal con uno mismo es ser fiel a sus principios, por eso quizás yo decidí hace bastante no participar de ellos, apartarme de lo que sólo me aporta incompresión e indignación.
Esta es solo una de las múltiples críticas que puede recibir la institución, ojalá fuera la única.
Un beso.
Lo peor es que salvando algunos matices esa historia me suena... y de repetidas veces (es lo que tiene estar en edad casadera... que el año pasado tuve 9 bodas....)
ResponderEliminarDe hecho, unos amigos tuvieron problemas idénticos con el párroco de San Andrés. Ellos pagaron el exorno floral, pero puedo asegurar que no sirve de mucho, porque a los dos años se separaron.
Al final lo importante es lo importante...
Saludos.
oy, oy, oy... pero essa boda no é legá, essa gente van a ssé unoh aprohcatah... ademá ya ma dejao afuera de juego, ara no ssé ssi ponerme la watiné de recorte de Paletreiro o er chanda con loh taconeh... to la curpa la tiene er Papa Clemente.
ResponderEliminarLoh recorte de Paleteiro dan una prestansia que no te digo ná. No lo dude Leonó, miarma.
ResponderEliminarSra. Leonor; un auténtico placer que visite vd. este humilde rincón, tan natural de sevilla y lo enriquezca con su saber vulgar que es tan importante como el científico o el filosófico. La gente no se puede ni imaginar, los encargos que le han llovido a Paleteiro, desde que tanto Vd. como su comadre, Encarna, lucieron el pasado mes de Enero las batas de guatiné bordadas a realce. Que tiemble Grande de León. Un abrazo.
ResponderEliminarAmigo Antonio, este tema que se saca a colación en tu siempre agradable rinconcito de Internet, tan Natural de Sevilla, es algo muy discutido pero, sin lugar a dudas estoy completamente de acuerdo con tu amigo. Totalmente de acuerdo en su resolución final.
ResponderEliminarLa gente suele extrañarse cuando yo les digo que no soy católico que soy cristiano. Me ponen una cara engurruñada, envuelta en pliegues entre los ojos y un ceño fruncido buscando una explicación coherente. Y es algo muy sencillo.
Ya sea porque el tiempo me ha enseñado y demostrado muchos aspectos incongruentes de la Iglesia, ya sea porque mi condición de Historiador del Arte me ha puesto en bandeja la oportunidad de conocer la Historia y proceder de la Iglesia como estamento, hasta nuestros días, tengo muy claro que se confunde y equivoca. En muchos aspectos. Al menos bajo mi punto de vista. Por eso soy cristiano y no católico. A los que no me llegan a entender después de una reflexión pormenorizada y detallada, argumentada lo máximo posible y poniendo ejemplos, termino por acudir al fútbol. Yo soy del Real Betis, bético de corazón, pero no por ello tengo que estar de acuerdo con la dirección del club o el estamento que lo dirige.
El tema de las bodas y su "precio eclesiástico" me recuerda profundamente al relieve que la propia Iglesia-Catedral encargó a Miguel Florentín para su perta del Perdón del Patio de los Naranjos: La Expulsión de los Mercaderes del Templo. ¿Por qué se hizo este encargo?, porque los comerciantes arreglaban y concluían sus acuerdos en el interior del Patio de los Naranjos o en sus gradas.
"Haz lo que yo te diga, pero no lo que yo haga". Un lema muy político, y la Iglesia puede llegar a ser muy política.
Bejo mi punto de vista, creo que hay algunos templos que han excedido en demasía ese cobró voluntario o limosna obligada. Pero claro... esta es mi opinión. Y yo soy creyente.
Siento la extensión de mi comentario amigo Antonio.
Un fortísimo abrazo.
Como siempre es un placer recibir tus generosos comentarios cargados de fundamentos -mi querido Ramsés. Naturalmente esta reflexión puede abrir el debate tan traido de "creer en la Iglesia de Cristo, pero no creer en los curas". Flaco favor le he echo el clero a nuestra religión desde tiempo inmemorial, predicando la teoría de los sermones...pero y la práctica de las verdades cristianas?. Empezando por la administración de los Sacramentos -hoy convertidos en listas de espera, previo pago y disponibilidad del oficiante o sacerdote- cuando es un servicio que debe ser tan desinteresado como de fácil disponibilidad. Cuando veo a los pastores de la iglesia, reunidos en conferencia episcopal, me recuerdan a todo menos a Cristo. Cuando voy a las oficinas y despachos parroquiales, me recuerdan a empresarios. Tengo la espinita clavada de haber llamado al párroco de la barriada de mi padre en horas intempestivas, cuando murió mi padre al objeto que le administrara la unción y no se quiso salir de la cama, esperó a la mañana siguiente...Sin embargo no todo es así, conozco al "hombre bueno de San Esteban", don José Robles, que se negó rotundamente a a recibir cualquier tipo de donativo, cada vez que le administró el bautismo a mis hijos y nietos. En cualquier caso, para presenciar la falta de respeto e irreverencia que se produce en las Iglesias -por parte de los invitados- cuando se celebra una boda- recomientdo siempre a los familiares y amigos que se casen por lo civil. He ahí el verdadero sentido de esta entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarUn repaso en toda regla... querido Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Antonio: Son tantas circunstancias y como tu sabes, no se puede generalizar. Si una pareja se casa en su parroquia no se le cobra un céntimo. En ellos está en entregar un donativo bien a Cáritas o para otros gastos. Por ejempo: tras estas lluvias intensas pregunta en cuantas iglesias del centro hay goteras..y ¿quien paga? Es un asunto con muchos matices y no hay iglesias de primera ni de segunda, pues el casamiento es el mismo delante de la Macarena que en la humilde parroquia que hay pasando la venta de los gatos...y para el que no lo quiera ver pues que se sigan gastando miles de euros en el ágape nupcial y que sigan criticando las "tarifas" que existen en ciertos templos..y así nos va, con la que nos está cayendo como creyentes y sigamos tirando piedras a algunos sacerdotes, como al diácono Esteban. Y el que no quiera participar del sacramento del matrimonio que se quede fuera de la Iglesia, pues yo he visto casi de todo en un templo, por ejemplo, fumar cigarrilos, tomar refrescos y bocadillos durante la celebración...lástima que desde ningun blog esto se denuncie con tanta asiduidad. En algunas parroquias ya se han tomado medidas: al principio de la celebración se suelen dar algunas instrucciones pero la falta de respeto y el sacrilegio se producen.
ResponderEliminarSaludos a todos. AntºRivera.
Lógica, y afortunadamente, hay excepciones. Como bien dices, amigo Antonio, no hay que meterlos a todos en el mismo saco.
ResponderEliminarY el amigo AntºRivera lleva razón, pues en las dos iglesias de mi barrio no hay que pagar absolutamente nada, aunque la crítica que hago en mi anterior comentario va referida, sobre todo, a aquellas personas que profesan una devoción por alguna Imagen sagrada en concreto y tienen el deseo de contraer matrimonio delante de Ella y, debido al excesivo coste propuesto por la Iglesia, no pueden o se ven desbordados.
Un abrazo.
No me vayas a quitar lo que me mandaste el otro día por no acercarme a esta entrada, Aguaó me habló ayer de ella y me le dije que no me sonaba, he venido corriendo y aquí está, se me traspapeló, no quiero dejar pasar una ocasión sin disfrutar de tus textos y en este precisamente has dado en el clavo, no me quiero extender que puede arder Troya, ya lo estáis diciendo ustedes.
ResponderEliminarUn abrazo.