Hace tiempo que deseaba compartir con los lectores y visitantes de este blog, una de las colecciones mas preciadas. Se trata de las Postales “Escudo de Oro”, cuya primera edición, vio la luz, coincidiendo con la Semana Santa de 1.965 en la que se celebro Un Santo Entierro Grande con motivo de las Misiones (creo recordar). Ni que decir tiene, lo que significaron estas estampas en Color de nuestros pasos para los cofrades de entonces, tan lejos de la proliferación de cámaras digitales y grabaciones de todo tipo, que han conseguido que la Semana Santa de Sevilla, alcance en nuestros días una proyección mediática sin precedentes. En aquellos años de nuestra feliz infancia –las Postales Escudo de Oro- fueron un referente, para toda una generación de cofrades, una apasionante colección que nos llenaba de ilusión conseguir –cada semana- al precio de 3.50 de las antiguas pesetas. Las originales, mostraban en la parte superior derecha el anagrama de Escudo de Oro y aparecían numeradas en su reverso, donde también figuraba el nombre de DOMINGUEZ-Madrid (reproducción prohibida). Al mismo tiempo estas genuinas postales, coincidieron con otras –de igual naturaleza, pero sin el anagrama impreso, en cuya parte posterior figuraba el nombre de GARCIA GARRABELLA y Cia- Zaragoza.
Para los que aun las conservamos como oro en paño, constituyen un documento imprescindible, para conocer los aspectos estéticos de nuestras cofradías en los felices años 60 del siglo pasado que nos ha dejado para los anales imágenes inéditas como por ejemplo: El anterior misterio de la Sgda. Cena (Bidon); el Señor del Soberano Poder ante Caifas (Lastrucci); la desparecida imagen de la Virgen de de Salud de San Gonzalo (R. Lafarque); La antigua imagen de la Virgen de los Dolores (Santa Cruz) así como la anterior Virgen de la Merced de Pasión. Canastillas y andas procesionales que ya no podremos admirar: como el paso del Cachorro de Lastrucci; el de Jesús Nazareno de la O y el emblemático de las cortinillas y candelabros del Señor de la Salud de los Gitanos. Cabe destacar otros aspectos muy interesantes, como el exorno floral que lucieron los pasos de aquella época, entre los que destaca por su exotismo, el palio de la Virgen de las Aguas del Museo, frente a la escasa simetría y profusión de flores como el caso del Señor ante Anas y el palio de la Candelaria. Debido al éxito de estas postales, en los años´70-80 y 90, se fueron sucediendo nuevas ediciones tratando de mejorar su calidad y añadiendo nuevos pasos e imágenes procesionales (caso de la Borriquita y Jesus Despojado, entre otros), pero el prestigio y la popularidad alcanzada por éstas del años 1965, permanecerían intactas y revalidades con el paso del tiempo.
Espero que disfrutéis de esta colección tan imprescindible como seguida por cuantas generaciones la han descubierto y felizmente rescatado, gracias a los medios de difusión y el milagro del escáner, como yo lo he hecho en todas las edades de mi vida, evocando entre la esperanza y la nostalgia, que algún día podamos recobrar los encantos perdidos que lucia bajo su palio blanco, aquella dulce Esperanza de la Trinidad y los candelabros flamencos del Señor de la Salud de los Gitanos.
Pues la verdad es que tienes un tesoro.
ResponderEliminarAhí hay imagenes impagables para recordar otra Semana Santa, no sé si mejor o peor pero sí distinta.
Un abrazo