en penumbra del templo.
Tu amparo la lleva dentro
del corazón al que alumbra.
Amparo Hermoso, deslumbra
en puro Amor al sereno
resplandor donde miremos
irradia tu faz; Ternura.
Amparo solemne en brumas
de incienso que por las naves
entre mecidas de cuna
va avanzando hasta la calle.
Tu Amparo, Reina, suave
entreverado en las rosas
que oscilan en los fanales
tímidamente y deshojan
perfume de paladares
cuando a la tarde te asomas.
¡cuanto Amparo se enamora
de la majestad poniente!
¡cuantos soles para verte,
vuelven su otoño dorado!
¡Que atardecer ha sembrado
de matices inauditos
los rayos más infinitos
para morir a tu Amparo!
¡Que azul del ocaso ufano
en los cielos de Sevilla
tejen la azul maravilla
del dosel que te han prestado!
Viene y se queda tu Amparo,
Pasas y el Amparo brilla
el corazón amparado
se queda en tu canastilla
y los ojos extasiados
clavados en tus mejillas.
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