En la vida
solo cuentan las sonrisas y las lágrimas; de sonrisas hablan poco
los hombres y mujeres que esconden tanta pena en las pantallas
inexpresivas de las gafas de sol; de lágrimas los ojos llenos como
mar salada, ojos que no ven más allá de la resaca del amor, cuando
se vuelve desventura o la carga es tan pesada, que no hay corazón
humano que la resista. Cuentan también que el cansancio no es la
causa elemental del trabajo, sino el efecto de un vacío existencial
que no logra la suficiente libertad de pensamiento, para soñar o
evadirse. Cuentan en fín que los sentimientos de las personas, son
en todo tan iguales y distintos, como la delgada línea que funde
risa con pena, perfilada en el semblante único de la Esperanza. Los
que dicen creer en el Dios tan verdadero o conveniente, como el
dominio o descaro de sus propias palabras, cuentan que la Esperanza,
no tenía porqué salir, cuarenta días después de la Madrugada, que
nos hemos vuelto locos, porque es verdad, que Ella, es la única que
puede conseguirlo, porque es la única que puede permitirnos el lujo
de ser lo último que se pierde, en la ciudad que vive como puede,
porque puede vivir como Ella quiere. Salía de Boda, puede alguien
ponerle vallas al paraíso...cuentan que fue a las 14,30, mejor
dicho, a las 15, hora de renacimiento. Mas cuando Ella Sale -como
dijo el poeta- “traspasa la muralla y la florece”.
Sonó Coronación de Pedro Braña y
repicó jubileo
el bronce de su espadaña.
Bajo el Arco resonaba;
“ya pasa la Macarena”
que son notas que componen
la chicotá más perfecta.
Manda Antonio Santiago
sin apartar la mirada
de la Niña de sus ojos y
al cielo con la Esperanza
es un clamor bajo el paso,
que el cielo con Ella alcanza.
Cruzó Resolana al caso,
sin prisas pero sin pausa
y todo aquel que la viera,
llorando se preguntaba:
¡que pronto pasa la Virgen
con lo que cuesta esperarla!.
Se fue por la calle Bécquer,
buscando la calle Parras,
la arteria con sangre verde
donde el barrio se desangra
para ofrecerle a la Virgen
lo mejor de cada casa.
Mas cuentan los eruditos
de las ligeras palabras;
“allí fue donde la Virgen;
entre vítores y palmas;
entre mantones colgados,
entre un cielo de guirnaldas,
entre las coplas del rezo
y el esplendor de las marchas
y los llantos y suspiros
y el tenor de las plegarias
y las manos temblorosas
que quieren tocar sus andas,
se perdió en la apoteosis
de un diluvio que cruzaba
la lluvia por los balcones
en copiosas petaladas.
Y sin embargo, la Niña,
no se quedaba parada,
sus maniguetas le abrían
paso a todas las miradas
que se quedaban absortas
en la rosa de su Cara
y sin embargo, la Niña,
siempre de frente avanzaba,
al son del mimbre y cintura
que la llevaba en volandas...
¿Cual fue el misterio, la culpa
del retraso que acuñaba..
.porque todos se preguntan,
si la vimos como pasa
-perfume de exhalación-
caricia de la mirada,
realidad de un mismo sueño
que despierta en la Esperanza?...
Hora y media Omnium Sanctorum,
desde la Cruz a la gracia;
desde el toque de centuria
hasta los juncos de plata
-hora y media, nada nuevo
bajo el sol, de tantas ansias.
Y al verte venir de nuevo
en la pleamar anclada,
a la deriva; filial
de los que tanto te aman;
se paró el tiempo otra vez
y el espacio no ganaba
para contar ¡MACARENA!,
tantas veces, tantos: ¡GUAPA!
Sonó Coronación de Pedro Braña y
repicó jubileo
el bronce de su espadaña.
Bajo el Arco resonaba;
“ya pasa la Macarena”
que son notas que componen
la chicotá más perfecta.
Manda Antonio Santiago
sin apartar la mirada
de la Niña de sus ojos y
al cielo con la Esperanza
es un clamor bajo el paso,
que el cielo con Ella alcanza.
Cruzó Resolana al caso,
sin prisas pero sin pausa
y todo aquel que la viera,
llorando se preguntaba:
¡que pronto pasa la Virgen
con lo que cuesta esperarla!.
Se fue por la calle Bécquer,
buscando la calle Parras,
la arteria con sangre verde
donde el barrio se desangra
para ofrecerle a la Virgen
lo mejor de cada casa.
Mas cuentan los eruditos
de las ligeras palabras;
“allí fue donde la Virgen;
entre vítores y palmas;
entre mantones colgados,
entre un cielo de guirnaldas,
entre las coplas del rezo
y el esplendor de las marchas
y los llantos y suspiros
y el tenor de las plegarias
y las manos temblorosas
que quieren tocar sus andas,
se perdió en la apoteosis
de un diluvio que cruzaba
la lluvia por los balcones
en copiosas petaladas.
Y sin embargo, la Niña,
no se quedaba parada,
sus maniguetas le abrían
paso a todas las miradas
que se quedaban absortas
en la rosa de su Cara
y sin embargo, la Niña,
siempre de frente avanzaba,
al son del mimbre y cintura
que la llevaba en volandas...
¿Cual fue el misterio, la culpa
del retraso que acuñaba..
.porque todos se preguntan,
si la vimos como pasa
-perfume de exhalación-
caricia de la mirada,
realidad de un mismo sueño
que despierta en la Esperanza?...
Hora y media Omnium Sanctorum,
desde la Cruz a la gracia;
desde el toque de centuria
hasta los juncos de plata
-hora y media, nada nuevo
bajo el sol, de tantas ansias.
Y al verte venir de nuevo
en la pleamar anclada,
a la deriva; filial
de los que tanto te aman;
se paró el tiempo otra vez
y el espacio no ganaba
para contar ¡MACARENA!,
tantas veces, tantos: ¡GUAPA!
Así que
de inexplicable,
resulta ponerle vallas
al paraíso en la tierra,
como horario a la más SANTA;
que todos tienen razones
y la lógica es exacta,
donde manda el corazón,
no hay razón que entienda nada.
Si la Virgen se perdió,
entre Rosario y Sor Angela,
se dió por bien empleado
la espera injustificada.
Sevilla la perdonó,
si en algo hay que perdonarla,
porque entrara a ver la novia
del Jueves Santo y hermana;
que la Niña iba de bodas
de bodas cincuentenarias
y al salir de calle Feria,
que es su calle soberana
¡Milagro y Visitación!
-a saber quien la esperaba,
como su Prima Isabel,
¡Amargura coronada!:
¡vaya fruto tan bendito,
sabe Dios de lo que hablaran!
resulta ponerle vallas
al paraíso en la tierra,
como horario a la más SANTA;
que todos tienen razones
y la lógica es exacta,
donde manda el corazón,
no hay razón que entienda nada.
Si la Virgen se perdió,
entre Rosario y Sor Angela,
se dió por bien empleado
la espera injustificada.
Sevilla la perdonó,
si en algo hay que perdonarla,
porque entrara a ver la novia
del Jueves Santo y hermana;
que la Niña iba de bodas
de bodas cincuentenarias
y al salir de calle Feria,
que es su calle soberana
¡Milagro y Visitación!
-a saber quien la esperaba,
como su Prima Isabel,
¡Amargura coronada!:
¡vaya fruto tan bendito,
sabe Dios de lo que hablaran!
En la
vida solo cuentan
las sonrisas y las lágrima.
Cada vez, más convencidos
cuando la tristeza alcanza
a un corazón compungido
, no le sirve para nada,
llorar, si no es de alegría,
delante de la Esperanza...
y si no la ves, la buscas
y si la buscas la hayas
y si la hayas, la tienes
delante y cuando la alcanzas,
verás la felicidad
orbitando en su mirada
y reflejando en la tuya
la felicidad soñada.
Ya se que todo es pomposo
alrededor de su malla,
del vellocino de oro
que la envuelve con mil ráfagas,
que el hombre en su vanidad,
no reparó en ataviarla
con los más grandes tesoros
de las artes suntuarias..
.pero si te fijas bien,
en su entrecejo de malva,
lleva tu queja encendida
y la de todo el que clama:
clemencia, piedad, justicia,
fortaleza y la templanza;
la templanza del que sabe,
que un sólo Dios la ideara
para dejarla en Sevilla
y en cuando la Niña salga,
el pueblo se haga con Ella
y por Ella se deshaga.
Si se te pierde de nuevo,
esta Niña mejorana,
perla de San Gil y novia
en el balcón de la gracia,
no la esperes,
ve a su encuentro
y quédate con su cara,
no te apartes de su vera,
que no hay cansancio que valga
al nombre de ¡MACARENA!
Nunca pierdes la Esperanza.
las sonrisas y las lágrima.
Cada vez, más convencidos
cuando la tristeza alcanza
a un corazón compungido
, no le sirve para nada,
llorar, si no es de alegría,
delante de la Esperanza...
y si no la ves, la buscas
y si la buscas la hayas
y si la hayas, la tienes
delante y cuando la alcanzas,
verás la felicidad
orbitando en su mirada
y reflejando en la tuya
la felicidad soñada.
Ya se que todo es pomposo
alrededor de su malla,
del vellocino de oro
que la envuelve con mil ráfagas,
que el hombre en su vanidad,
no reparó en ataviarla
con los más grandes tesoros
de las artes suntuarias..
.pero si te fijas bien,
en su entrecejo de malva,
lleva tu queja encendida
y la de todo el que clama:
clemencia, piedad, justicia,
fortaleza y la templanza;
la templanza del que sabe,
que un sólo Dios la ideara
para dejarla en Sevilla
y en cuando la Niña salga,
el pueblo se haga con Ella
y por Ella se deshaga.
Si se te pierde de nuevo,
esta Niña mejorana,
perla de San Gil y novia
en el balcón de la gracia,
no la esperes,
ve a su encuentro
y quédate con su cara,
no te apartes de su vera,
que no hay cansancio que valga
al nombre de ¡MACARENA!
Nunca pierdes la Esperanza.