jueves, 6 de mayo de 2010

y al Cuarto Mayo, recordó...


JUANA, la sillera...

Qué nos gustaba tocar la campanilla de las cancelas de las casas bonitas de nuestra calle y salir corriendo. Entrar en esos zaguanes de zócalo alfarero y patios de exuberantes helechos, para huir de los gritos de las señoras que se acordaban de nuestra puñetera madre. Estaba la tienda de Alfonso –el tendero- que yo no sabía que tenía un ojo de cristal hasta que se lo oí comentar a las vecinas. Alfonso nos cantaba aquello de “fulanito del andandito del picopicopito del tonto bilito y nosotros nos quedamos embobados, viendo como extraía el aceite debajo del mostrador a través de un émbolo, para llenar las botellas de “la casera” del líquido puro de oliva. Alfonso, una onza de chocolate virgen de los Reyes o la campana de Elgorriaba para meterle en la cueva del pan sin miga y merendárnoslo. Alfonso, dame una peseta de castañas pilongas en aquellos cartuchitos perfectos de papel de estraza ó la mitad del cuarto de lentejas, judías blancas, garbanzos, que despachaba de aquellos sacos remangados con la pala de mano, directamente a la báscula sobre el papel con el que hacía un cartucho doblando las dos esquinas inferiores y cerrándolo a modo de sobre con una endiablada pericia. Dos casas más arriba, vivía Juana, la jorobada con cara de bruja más dulce del mundo. Su casa era una especie de sótano, por el que se bajaba a un habitáculo lúgubre de unos 20 metros cuadrados, a través de cuatro escalones. En el centro de la sala estaba la mesa de camilla, donde siempre permanecían sentadas dos mujeres muy cariñosas con los niños, cuyos rostros recuerdo vagamente. En un rincón se vislumbraba la cama niquelada, había un aparador lleno de cachivaches, presidido por una imagen de barro de 50 cm aproximadamente de María Auxiliadora, policromada que a mí me tenía fascinado. Juana vendía chucherías para los niños y a su casa bajábamos a comprar cartuchos de pipas, chicles bazoca, arazú-paludú- o regaliz del gato y sobre todo; tiras de chiquitraque y “lentejas de mixto” que hacían las delicias de nuestras pistolas y rifles de reyes magos. Juana dominaba el añejo oficio de reparar los asientos de las sillas con nea, para ello, permanecía la mayor parte del día subida a los dos escalones, con medio cuerpo asomado a la calle y la silla sobre la acera para poder trabajar a la altura adecuada, desarrollando el oficio con sobrada maestría, ayudada tan sólo de sus hábiles manos y de un trozo de madera a modo de hoja de cuchillo para ensartar los mimbres. Cuando a los chiquillos nos entraba la “guagui” –como decían nuestras santas madres y no teníamos nada mejor que hacer, nos dedicábamos a correr delante de las narices de Juana, gritando: “Juana la catalana, se tiró un peo por la ventana”…y la buena de Juana se cagaba en la mismísima madre que nos echó por…profiriendo palabras injuriosas contra Dios, la Virgen, los Santos y la iglesia. Todo era de boquilla para afuera, porque Juana la bruja jorobada más dulce del mundo, era tan hermosa por dentro y nos quería tanto que nos hacía de vez en cuando unos delicioso flanes chino mandarín en sus moldes de aluminio ondulado, cuyo aroma , sabor y textura no hemos vuelvo a probar, porque tenían el secreto mejor guardado por el recuerdo. ¡Que nos gustaba jugar a correr timbres y campanas de los gloriosos patios de palmera con olor a comino y alhucema en las tardes de libertad en pandilla de niños callejeros de travesuras inofensivas!



http://naturaldesevilla.blogspot.com/2008/10/juana-la-sillera.html

martes, 4 de mayo de 2010

El cuento de la Buena Pipa


yo no digo que si ni que no...que si quieres que te cuente el cuento de la Buena pipa....

que ser bueno en el más amplio sentido de la palabra, no conduce a nada. Mira hijo, los buenos se dividen en tres grandes grupos: Mártires; Santos y Tontos. Los primeros son como la élite de la bondad, representan su grado sumo y ocupan el sitio de privilegio en la Gloria a la diestra de Dios Padre. Ellos llevan la más alta condecoración celestial, es decir, la Palma. Se hicieron acreedores a tal distinción por su vida ejemplar, su sacrificio inmundo. Sufrieron cruentas Persecuciones a causa de su acendrada fé y los más insufribles tormentos. Los Santos, son -digamos- los buenos más interesados, se afanan y empeñan en conseguir la gloria a base de buenas obras, practican la misericordia, son piadosos,Consiguen atraer la atención de algunos mecenas y están dispuestos a sacrificar parte de su patrimonio con tal de alcanzar...Indulgencias de cara a la salvación.
 Los Santos, patrocinan hospicios, fundan órdenes y conventos, levantan capillas yMausoleos y promueven escuelas y sanatorios en favor de los más necesitados o simplemente se consagran a Dios a través de la oración, el trabajo y la filosofía escrita. Hubo Santos, pobres, ricos y hasta reyes; alguno de ellos lo abandonaron Todo, enajenando sus innumerables bienes, otros -reyes- hicieron de su egregia condición, la espada de la justicia en defensa de las causas más nobles, como le ocurriera a nuestro Santo Rey Fernando III. Los Santos, después de su muerte recibieron el premio de ser elevado a los altares por demanda popular y deseo expreso de sus contemporáneos, previo decreto del Santo Padre...pero y los "tontos", los tontos forman parte de una inmensa mayoría de gente buena, que termina haciendo precisamente eso... el "tonto".

 Porque sin terminar de consagrarse a los demás, ni sacrificarse íntegramente al servicio de una causa determinada, se afanan y desvelan por ayudar a sus semejantes y mueren en el empeño. Es impresionante y al mismo tiempo estremecedor, el destino de estas personas realmente buenas, que sufren el desprecio y la ingratitud de esta sociedad de consumo.

Gentes que se han arruinado gracias a su generosidad, por tratar de ser justo y ecuánimes para con sus semejantes: aquellos que le imprecaban un puesto de trabajo, han terminado robándoles; los mismos que lo adulaban en época de fértiles cosechas, acaban difamándoles y promoviendo todo tipo de injurias y calumnias sobre su persona al llegar la sequía. Los amigos que juraban seguirle hasta la muerte, hoy le abandonan si querer saber nada sobre lo mucho que le debían. Estos buenos-tontos, terminan chapuleando en el lodazal del olvido, porque en la vida -hijo mío- hay que luchar por todo lo contrario de lo que nos enseñan en los colegios: ser justo, noble, leal, digno y atentos, valores incompatibles con la agresividad, energía y ambición que requiere el triunfo. Se puede ser de todo: un mártir, un verdadero santo, un vividor, bohemio, rey o mendigo antes que idiota. No te digo ni que sí ni que nó, pero ¿quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?.

sábado, 1 de mayo de 2010

Carta a Mayo. 4ª edición








Querido mayo




Te escribo con palillero, tinta china y secante, sobre el pupitre de nogal raido de una clase de primaria. En la verde pizarra hay dibujada una rosa con tiza de colores, es la flor del primer día, la reina de todas las flores que escogía la memoria para honrar a María, la Virgen Madre común de tu mes consagrado a la mujer más bendita entre todas. Después de tantos días de vacaciones entre Semana Santa y Feria, el volver a la escuela supone para los niños un auténtico problema de algebra, una insufrible lección de aritmética que se pierde en el silencio del patio distraida por el homenaje a la libertad de los vencejos. Tus días de luz no están hecho para aprisionarlos entre cuatro paredes de una clase ni cabe en los ventanales, las cotas que alcanza el plateresco esplendor de las cúpulas de San Luis de los franceses. Menos mal florido Mayo que el repique de tus campanas a gloria acorta los días para alargar las venturosas tardes. Tardes de tabla y puntillas bajo un sol de justicia en la plazuela, donde todos los que fuimos niños antiguos convertidos en hombres, postulamos por los barrios de Sevilla, la limosnita para la cruz de Mayo, convirtiendo la harina y el agua en pegamento, el papel de cebolla en cristal de faroles y las cortinas de nuestras madres en faldones de damasco para cubrir de ilusión y fantasía del paso más auténtico del mundo. Me ha salido un borrón- mi amado Mayo- al intentar escribir en la página en blanco de tu eterno olor a jazmines…, una furtiva lágrima o quizás fue el rocío mañanero de las fragantes rosas que cortaba con permiso en el jardín de Santa Paula. Me ha desvelado el estruendo de los cohetes que anuncian que van a salir las carretas, la peregrina emoción de una Salve, los ¡vivas!, la alegría desbordante hecha copla festoneada de romero. Te llevo en el alma como guardo aquel pequeño libro de carey y hojas de oro que todos los niños apretamos fuertemente entre las manos el día que fuimos los más puros infantes de marina al recibir la primera comunión y sabes –tu bien lo sabes- bendito mayo, que ya cuento tus días, deshojando la flor de los anhelos, perdido por los rincones de la auténtica judería, soñando el más bello atardecer a la luz de los faroles antiguos del Rosario o buscando la fuente de Salud recóndita en el rellano de la costanilla. Soy aquel niño –dichoso Mayo- que camina de la mano de su madre, tras el manto celeste de María Auxiliadora.










viernes, 23 de abril de 2010

A donde vas Luna...












Allí donde sueña el río


caricias de Bajo-guía

beben las voces reflejo

con gracia de Sal Marina.

A donde vas luna

tan triste y solita.

Allí donde sueña el coto

con la brisa de Bonanza

quiebra el sol de sus gargantas

los sonidos luminosos.

Sal marina en arriate

que siembra flores por tientos

aguita que tu me dieras

aguita que yo me la bebo.

Libre ya se que que soy libre

y sé volar sin alas

como las sevillanas

soy libre….

lunes, 19 de abril de 2010

TROVADOR D SEVILLA




No lo voy a descubrir –que mas quisiera- solo intento descubrirme de nuevo ante la importancia del Trovador mas grande y gordo de Sevilla y regalarte el oído para que su ausencia nunca llegue al olvido de las generaciones venideras. Si quieres saber “las cosas de Sevilla”, pregúntale, pregúntale desde el puente a Santa Clara, Triana y la Macarena donde se vive la gracia en una esquina cualquiera. Si quieres componerle poesía a Sevilla, solo tienes que juntar las estrofas recurriendo al estribillo –siempre fino y certero- de sus sevillanas: Siempre ha sido trovador de las cosas de Sevilla de su ángel de su gracia y de su gente sencilla. Si quieres saber donde nació, escucha la partida sonora de su bautismo: Vaya bautizo con arte, muchos barbos en adobo, mucho arte y alegría, allí aprendieron los moros el arte por bujerías. Si quieres saber, donde perdió su silla, busca por el arco del Postigo, frontera de su barrio del Baratillo. Si quieres saber las cosas que se perdieron, asómate a los patios, pregunta por la hamaca, el bucarillo de agüita fresca; la fuente del delirio de los chiquillos viendo nadar en el agua los pececillos. Y encima de la fuente busca el retablo que todos preguntaban ¿Quién era el santo? –que en paz descanse- decía su Abuela que lo compro en el jueves por “cuatro perras”. Pregúntale, pregúntale por los capataces que están en el cielo; por Alfonso Borrero y el “balilla”, por Jerónimo del alma y los Ariza, por las rosas baratilleras y el empaque de los Rechi. ¿Dónde se ha ido ese arte?, te preguntaras después de evocar las sevillanas mas autenticas que se han escrito de puño y letra y a viva voz de su garganta aguardentosa y embriagada de cadencia. La queja de su “jipio” te contestara eternamente con lamentos de añoranzas: Sevilla tuvo hace años, bailes y cafés cantantes, apréndetelos para que nunca se vayan de tu memoria, porque el Pali los grabo para siempre en las esquinas de su Alameda: Donde se ha ido ese arte, que mi Sevilla esta muerta, que ya no se están riendo los Hércules en la Alameda. No lo voy a descubrir, solo intento que te descubras Tu también ante el talento del genuino Trovador de Sevilla -si es que tu olvido es la ausencia de conocer a ese que no necesito que se orquestaran las sevillanas autenticas, las que nos enseñaron los maestros de escuela, citándonos en la pila del pato para contar los lunares de la feria o asomados a la ventana de “Realito” para ver como pregonaban al mundo las castañuelas de Antonio el bailarín, antes de ser vendidas y profanadas al mayor postor para convertirse en “realitis shows mediáticos. Si quieres saber la verdad de nuestras sevillanas: ¿porque no pasan cigarreras por la calle Sa Fernando?... vete pa su caseta, veras que arte que con ochenta años baila su madre. La madre que lo pario –bendita sea- ya lo dejo en su testamente vital, recitado con la gracia y el buen gusto con el que lo escribía: El dia que yo me muera yo no quiero funerales/que me repiquen a duelo campanas de la giralda y tapen mi cuerpo frío con la bandera de España/ Solo le pido a mi Dios…quiero que la gente diga: que mi ultima palabra, fue gritar ¡VIVA SEVILLA!

martes, 13 de abril de 2010

juglares de andalucia




Hace 38 años éramos estudiantes de 2º de Bachillerato y descubrimos las sevillanas con letra y música de Verde, Moya y el piano de Campuzano. Cinco voces “ye-yes” que nos llegaban de la Puebla, para levantar la polvareda que provoca el ganado de los sentimientos. Sus voces amigas, las tomamos prestada para cantarle a Sevilla las mejores vísperas de Feria: Rompeolas de Amor; Suspiros de mujer; corraleras de pueblo para hacerle un retablo a Sevilla de poesía a cuatro por cuatro. Las flores de la discordia no crecían por entonces en el corazón de unos estudiantes que ensayaban en los bancos de la plazuela. Crecieron con nosotros los cinco juglares de las sevillanas clásicas, esas que vuelven cada primavera a enseñarnos que las voces no cambian nunca cuando cantan los mejores recuerdos: "con sus celestes cuadrillas, hoy han vuelto los luceros a posarse entre las ramas de los puñales enteros. Con Ellos siempre llegan las verdaderas sevillanas de las vísperas de Feria .


sábado, 10 de abril de 2010

PALADAR

Parecía que nunca llegaría y llegó como palabra de dios anunciada por el pregonero. Llegó la tarde antes, luminosa en el cielo de la ciudad Jardín; jardín de infancia estrenando misterio de bulla y cofradía de barrio. Y aunque llegó, no la reconocí en su principio de traje de chaqueta y medalla, rodeando su mundo de aleluya, reflejado en los ojos de mis dos niños vestidos de monagos. Parecía que la luz, nunca terminaba de bajar el domingo, desde la cornisa del aljarafe hasta los plataneros de San Lorenzo, ni aún cuando la miré en su rostro de oro viejo, como la más espléndida cartela jamas creada para el Varón de Dolores. Tu realidad es tan insuperable, que me resulta distinta, superior a los sueños por muy hermosos que parezcan.





. Y estaba allí, en el dintel de la puerta ojival, recortada por las cortinas. La Luz bordada en su manto, como una antología de sol y terciopelo Burdeos; el cielo cobijando su amargura, imposible de abarcar con una sóla mirada, pero hay miradas tan suaves e intensas que se llevan puesta la esencia de lo que ven y sobre todo hay cosas que ver, que no necesitan más que una sola mirada. Parecía que nunca llegaría –que verdad, pregonero- que al tenerla entre las manos, se enturbia y desaparece como la plenitud del aroma de azahar, tan penetrante como efímera, tan vaporosa y sutil como el incienso y la flor que la sostienen, tan viva y auténtica como la Rosa: “no la toqueis, así es”…La ví venir, que es como mejor se vé de llegar; desde el Porvenir alzando la primera cruz de guía –la de la Paz- que estuvo una semana entera paseando entre nosotros.

Un cielo color de cada capa nazarena y uno celeste, envuelto para mí, en la túnica sagrada de San Esteban, después de más de 20 años sin salir, me permitiste el lujo de estrenar los azules que se calan por la maya del transparente palio. Tardes de luz radiante por Placentines y Alemanes, troncos de naranjos en flor que quisieron ser cruces arbóreas entre las que revolotean los vencejos que anuncian al Cristo, parecía que nunca llegaría y fue –un año más fiel a la cita- haciendo diferente la misma revirá, igual de perfecta, sonó distinta –quizás fuera otra marcha- la tuya, la nuestra, esa que suena a gloria en los oidos del corazón. Noches de brilos con palabras mayores, Pasión y Penas por los caminos de la caridad, que llevan a la perfección de una mañana fruto de la madrugada más hermosa. Esplendor del barroco que entro por la puerta de San Miguel, para dar a luz la joya flamígera de la Esperanza. Y así se nos fue para siempre volver a mirarla en los espejos de la nostalgia. Su exquisito paladar, amén de hacernos felices los días del gozo, nos deja el regusto de saber que ya hemos comenzado a esperarla.




Entrada destacada

MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04