sábado, 17 de enero de 2009

COBRAR POR PERDER EL TIEMPO

Se reunieron los cuatro caballeros en torno a la mesa ovalada y el más joven, situado a la izquierda del venerable analista de los cabellos color marfil, le dijo al más veterano de los interlocutores: ¿que le pasa que trae Vd. tan mala cara? -No me hables- contestole el decano- he pasado parte de la noche-madrugada en el hospital esperando los análisis. No, perdona -déjame hablar- no me interrumpas que yo a tí te he dejado consumir tu tiempo. Yo he venido aquí a analizar las medidas que ha adoptado el Gobierno para paliar la crisis y tú, me sales por la tangente, hablándome de la media que se tarda en los hospitales para recoger unos análisis; pues perdona que te diga -con todos mis respetos- que eso es pura demagogia. En esos momentos tan tensos del debate, intervino la moderadora del programa y le dió la palabra a los analistas situados a su izquierda, primero le tocó el turno al impecable gallego con carita de asco que solía brillar por sus intervenciones a la gallega: Señores, llegados a este punto, mi análisis es el siguiente: yo creo, que probablemente Dios no existe, de lo contrario ¿como se explicaría nuestra presencia aquí? , sería absurdo -por otra parte- intentar dar explicaciones a la opinión pública, sin pruebas suficientes -dicho de otra manera- sin contar con el resultado de los análisis. ¡Pero qué análisis, ni qué ocho cuartos! -replicó el venerable de los cabellos de marfil, visiblemente exasperado...lo que hay que tener es vergueza política y gallardía parlamentaria para comparecer ante las Cortes y analizar el estado de la nación...Turno para el calvo de la corbata fucsia -arbitró inmediatamente la moderadora-, sofocando el conato de incendio- Personalmente opino que no hay que mentir primero para mentir mejor, afirmó con rotundidad el último comentarista y añadió seguidamente: pero es que no se trata precisamente de esperar y esperar hasta que nos den los análisis, hay que adoptar medidas de urgencia, que nos permitan tener la suficiente tranquilidad para mantener la calma, las cifras están ahí para analizarlas detenidamente, sin prisas pero sin ganas. Cuando el debate parecía alcanzar su punto más álgido, después de haberme metido de lleno en el mismo haciendo un titánico esfuerzo de concentración, la bellísima presentadora apuntilló: Lo siento, Señores, pero ya saben como vá esto del tiempo en la televisión, muchas gracias a los cuatro y volveremos mañana a la misma hora. No me había dado tiempo a coger el mando para hacer zapin, cuando me sale la repelente niña pija rubia de la sexta con su abriguito de "barbi": ¡mira los zapatos que me he comprado por treinta y nueve euros! Pero no quedaba ahí la cosa, cuando, logré reponerme de la sincronizada publicidad, los mismos caballeros en busca del análisis perdido- se reunían en torno a la mesa de debate de otra cadena de la competencia. Y fué entonces cuando comprendí, porqué se pierde tanto tiempo en recoger unos análisis.

miércoles, 14 de enero de 2009

EL "DIVINO IGNORADO"

Rondaba por su cabeza el rostro de Dios hecho hombre: Jesucristo aquel que había de ser el Señor de Sevilla. Aún ejercía, como oficial, en la Casa-Taller del insigne maestro; cuando llegó el encargo de un Cristo cruxificado y a sus pies, abrazada a la cruz, la imagen de María Magdalena. Martinez Montañés, curtido en los vericuetos y desavenencias que traían consigo la obligación de suscribir contratos, máxime cuando provenían -como en esta ocasión- de la influyente Compañía de Jesús- delegó inmediatamente las hechuras del futuro Crucifijo a su aventajado discípulo, Juan de Mesa, como garantía y al mismo tiempo cura de salud de ulteriores litigios. Los pormenores del contrato, quedaron fijados de obligación, ante la fé de escribanos y el mutuo acuerdo de partes en el año de gracia de 1.620 (13 de Marzo)
El “divino ignorado”, tenía que plasmar en la noble madera de cedro, la Muerte de Jesucristo; sabía que no era una de las tantas muertes que había visto reflejada en los perfilados rostros de la morge, cuando estudiaba detenidamente cada rasgo cadavérico, el más mínimo atisbo de rigor, para retratarlo en su mente prodigiosa, sabía que esta Muerte había de ser distinta, pues era por entrega y puro Amor a los hombres y sólo podía llamarse de una manera: La Buena Muerte. Por eso, aun teniendo incubadala la idea del Gran Poder de Dios, la reservó en el altar de su frente, donde le tenía expresamente consagrada una calle de la Amargura por donde habría de caminar el verdadero hijo del hombre, doblado por el peso de la cruz, pero radiante de misericordia. Esta vez se trataba -nada más y nada menos- de esculpir el supremo consumo: “consumatum est”, el dulce sueño de la Vida Eterna, que reposaba serenamente dormido, después de entregar su espíritu al Padre. Y vive Dios que lo consiguió -el divino ignorado- al terminar de labrar la imponente imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, donde hasta los más drasticos estigmas de la pasión se tornan remansos de sangre, buscando el caudal redentor de su abierto costado. Pero...¿qué pasó con la imagen secundaria de María Magdalena? -conociendo la magistral obra del “divino ignorado”- Juan de Mesa, habría de tallarla a la altura de calidad y técnica del magnífico Crucificado. Temeroso de Dios, conocedor de los evangelios, incluso me atrevería escribir, devoto oyente de los apócrifos y leyendas soterradas como los escritos del mar muerto, Juan de Mesa, tendría bastante claro que María Magdalena, era algo más que una redimida seguidora de Cristo; algo más que uno de los doce hombres que eligió como discípulos.
No era normal su absoluta entrega, su presencia continua, la manera con que esa Mujer seguía al Nazareno, hasta las últimas consecuencias y más allá del conocimiento que nos dejó impreso la misma historia. La docta compañía de Jesus, tan discutida como indiscutible en el primer tercio del s. XVII, conocía algo más del papel que la Iglesia le atribuía a María Magdalena. El Divino ignorada también lo intuía; sabía que algo sublime encerraba la presencia de la más fervorosa seguidora de Cristo, cuando el mismo clero, había escogido la forma inonoclasta de representarla siempre, abrazada a la Cruz...¿qué encerraba el misterio de María Magdalena la siempre inseparable discípula del Crucificado?. Otro interrogante más que unir a la vida y obra enigmática del “Divino Ignorado”...¿cuantas cosas de valor, se perdieron en este eclipse que duró más de dos lustros, soterrando la autoría de las obras del más grande imaginero de la Semana Santa de Sevilla? ¿Qué suerte corrió, aquella imagen de María Magdalena -de indudable categoría- que formaba grupo escultórico con el Cristo de la Buena Muerte? ¿porqué se perdió su pista, entrando a formar parte de ese Código de Vinci, que la situa mutilada en un prestigioso museo de la capital del Reino?. “Ego fecci, Joane de Mesa, anno 1620 (8 de Septiembre)”.
a Fernando Carrasco, por haberme mantenido tres días en suspense con su novela: EL HOMBRE QUE ESCULPIÓ A DIOS.

Ver artículo ABC de Sevilla: "La Magdalena perdida" (Antonio Cattoni )
http://valencia.abc.es/hemeroteca/historico-14-03-2007/sevilla/Cordoba/la-magdalena-perdida_1631971625932.html

sábado, 10 de enero de 2009

HASTA LA BOLA

Hola viejo amigo; pasa hombre, ya veo que vuelves, como en tus mejores tiempos -bueno, como en tus viejos tiempos- a formar esa "cola de la verguenza", cuando daba verguenza ver las colas que se formaban a las puertas de aquellas sucursales de cobro, los días de pago de subsidio allá por 1.98...¿te acuerdas?, uno casi se escondía para que no lo vieran los conocidos que pasaban por la calle, porque parecía que estaba en un pelotón de condenados: "hay que ver, Antonio, me decían algunos: es que no levantas cabeza, con la cultura y el saber que tienes, con tu magnífica labia y esa presencia...pero claro, a tu casa no van a venir a traerte el trabajo y el trabajo que tu quieres, cuesta mucho consegirlo y si no lo puedes conseguir, tienes que doblar la visagra y bajarte de tu nube...a mí me parece que tú lo que eres es muy flojo."
Y te tenías que tragar el orgullo y tu buena educación y humillar, porque razón no les faltaba. ¡Ay, amigo mío!, quien nos lo iba a decir, con los delicados momentos que hemos vivido juntos, cuando había que echar mano a lo que saliera y ponerse el mono de faena...que había que ir a una obra a trabajar, pues venga, que eso es lo que hay -de peón mismo- aunque el encargado no supiera hacer la "0" con un canuto, pero conocía el oficio a la perfección y sabía mandar con voz de arriero...que había que ejercer de mozo de cuadras, pues "ale"...a quitar estiercol con una mascarilla...que había que clasificar frutas y hortalizas por esos Polígonos de Dios...sin problemas, haga calor o haga frío, lo importante era abandonar por un tiempo "la cola de la verguenza".
Llegaron tiempos de bonanza en los que me despedí de tí por unas décadas; surgía el trabajo más límpio y cómodo -no por ello- menos honrado y decente...de vez en cuando escuchaba la odiosa cantinela de los que miden la vida por los "cavallos" de sus coches, los metros cuadrados y cúbicos de su parcela o piscina y la cantidad de litros de cerveza que se beben en los bares: "yo- decían bravucones-, mientras tenga estas manos y los cojones que me cuelgan, a mí no me falta el trabajo. A cuantos de estos últimos, habremos visto -viejo amigo- descamisados, vendiendo su alma por una escoba -de esas tan cotizadas hoy día- en los ayuntamientos. Pero y ahora, me pregunto...nos preguntamos todos ¿que ha pasado?...si no hace nada, tan solo unos meses... cuando nos prometían -en los faraónicos debates-lideres de audiencia televisiva- "que no había lugar para la crispación, que la economía española iba a seguir creciendo, que estábamos a punto de rozar el pleno empleo..." ¿Que qué ha pasado?..y tú me lo preguntas, todavía cautivo y rescatado por el voto útil de la merecida pensión de nuestros mayores...pues bien que tardaron en reconocerlo; en llamar a la CRISIS por su nombre y ahora no dejan de invocarla, amparados en la globalización de la puerta falsa por donde entraron. ¡Ay, viejo amigo!...¿sabes lo que me duele al ver de nuevo la "cola de la verguenza" en todo tu esplendor?...lo que me duele de veras es que No se haga eco de esta dramática situación, un partido en el Gobierno que presume de Socialismo, socialismo al que primero se le cayó la "0" de obrero y más tarde la "E" de español, vendiendo la lengua misma a sus socios catalanes.
Lo que más me duele es que continuen engañando al pueblo con falsas promesas y ridículas estadísticas, cuando para el 2010 -si es que continuan en el poder- habremos alcanzado la cifra histórica de 4.000.000 de parados, según vaticinan los economistas más ingenuos. En fín -viejo amigo- aunque no puedo decir que me alegre de verte, pero te esperaba, sentado a la puerta, como he visto pasar a tantos relamidos que presumían de ser emprendedores con derecho al mangoneo y trabajadores de boquilla, auténticos equilibristas de barra-bar. Ahora, dicen que hay que tirar del carro entre todos; que hay que "trabajar" más -como afirmaba nuestro egregio Alcalde en 59 segundos de la primera- volcándose en políticas sociales... "trabajar" más, dice Vd....pues desde luego razón no le falta, porque ya ha conseguido formar una buena cola, que para eso somos los sevillanos expertos, aunque sea la de la verguenza.

miércoles, 7 de enero de 2009

VALE POR TRES LIBROS

Me había pedido mis tres libros de rigor, como tengo costumbre todos los años: El hombre que esculpió a Dios; Pesadillas de cofrade II y El Almanaque de Sevilla. Pero SSMM, que son más sabios que magos, aún querían prolongar por unos días, mi ansiedad y sobre todo la ilusión que me hacían, estos presentes. Ya me lo habían advertido: Melchor señora; Gaspar hija y Baltasar hijos: que debido a su acuciante trabajo y por imprevistos de última hora, habían encontrado todas las existencias agotadas de los referidos regalos literarios. Pasadas las 0 horas del día 6, a los brindis, endulzados por el tradicional e insustituible roscón de Reyes, abríamos los regalos. Por el peso del paquete que me correspondía, ya sabía yo de antemano, que esos reyes no eran los que me había pedido y la sorpresa se convirtió en desolación al leer la tarjeta que acompañaba la caja de zapatos nuevos con que gentilmente querían remediar el entuerto: VALE POR los tres libros citados, que podrás recoger en la librería…tal y tal… a partir del próximo día 8…

Al principio, el niño que llevo dentro, no pudo contener su desilusión y la cara de enfado me llegaba hasta el suelo. No reaccionaba ante las lógicas disculpas y explicaciones que gentilmente me brindaban SS MM, representadas en los rostros cariacontecidos de los míos, la frustración me podía en esos instantes, hasta el punto de agriarle la ilusión a todos los que a mi lado celebraran el intercambio de regalos. Aunque no tardé en comprenderlo, sí lo hice en resignarme, intentando convencer a ese niño egoísta y mal criado que llevo dentro de mí, pues aunque por fuera deseaba fervientemente complacer al personal, por dentro, no se resistía a la idea de pasar el resto del día sin leer alguna de esas páginas tan esperadas.

En fín, que heme aquí a estas alturas, contando de nuevo las horas, esas horas que siempre se hacen eternas y que prolongan aún más la emoción e ilusión al mismo tiempo. Pido perdón a SS MM por no controlar ese pueril egoismo, que no es más que consecuencia hermosa del niño que llevo en mí, tan Natural de Sevilla.

¡AY, PROFESOR...MI PROFESOR!

sábado, 3 de enero de 2009

EL REY DE LA MINORIA

Carta a S.M. EL Rey, GASPAR...
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(el incienso es una gomorresina granulada de color amarillo o rojizo sabor acre y olor aromático al arder. El genuino proviene de árboles de las regiones conocida como “la Arabia feliz”, de la India y de algunas zonas de África. Estos árboles o, más propiamente, arbustos son de la familia de las anacerdiáceas, recibiendo el nombre genérico y revelador de Boswelia sacra en su variedad asiática.)

Los niños saben quien de S.M. de oriente es el que menos cartas recibe, sencillamente porque son ellos los que se las escriben a sus más preferidos: Melchor, el glamoroso Rey de las barbas blanca y Baltasar, el popularísimo Monarca negro que más expectaciones suscita. Los niños de entre cinco y noventa y cinco años o más, también sabemos que GASPAR existe –aunque sea el que menos cartas reciba- que Gaspar es tan bien recibido como equitativamente aclamado, cuando llega en su aurea Carroza, porque Gaspar representa el regio término medio donde se ubica la virtud. Quizás sea Gaspar el que menos trabajo tenga en la noche mágica de Reyes, pero sin duda comparte el mismo entusiasmo, las mismas inquietudes, semejante afán de atender a todos los niños, que sus compañeros de trono. Es más hay quien piensa y no le falta razón, que el bueno de Gaspar está allí donde la magia de Melchor y Baltasar sufre esos pequeños percances que nadie sabe quien repara. Este año, como ocurriera hace más de dos milenios, el bueno de Gaspar, regresa del Castillo de Herodes, muy preocupado; él se puede permitir el lujo de pensar no sólo en el Niño Dios de todos los niños del mundo, sino en las personas que han perdido la ilusión y han cambiado los juguetes bélicos por infames armas de destrucción. Al cruzar Jerusalem, el Monarca pelirrojo –que menos cartas recibe- llora amargamente, un nuevo bombardeo a la franja de Daza, donde la santidad de la Tierra Palestina, aún sigue esperando un mesías, a la orilla de un río teñido históricamente de sangre inocente.
Gaspar, calla y sufre en silencio, mantiene la Esperanza viva al llegar a Sevilla y vislumbrar el Portal de San Lorenzo; a pesar de ser el menos mediático, el Monarca sabe que es el Rey de los priostes de todas las Hermandades que formarán esa gran y primera Cofradía como es la Cabalgata . Gaspar nos trae el incienso, el denso aroma que nuestra ciudad fundirá con el azahar para anunciar los preludios de una nueva primavera en cuarentena. La Estrella de la Ilusión es la primera Cruz de guía que cruza la Campana; Desde el Heraldo hasta el Gran Visir, pasando por los pajes y todo el fantástico séquito que rodea sus Majestades de Oriente, están dispuestos en sus relucientes carrozas, para lanzar al cielo de Sevilla el primer caramelo; la única lluvia posible que nos hace gozar y sentir como verdaderos niños. El bueno de Gaspar–el que menos cartas recibe- depositará el don del incienso a los piés del Niño Jesús del Valle, la esencia del Dulce Nombre en la manifestación de su Gran Poder –la víspera de Epifanía- la gran noche de la ilusión la otra madrugada más hermosa de Sevilla.

viernes, 2 de enero de 2009

A PROPÓSITO DE ENMIENDA

Ayer brindé a la luna bajo un cerco nublado; brindé vestido de fiesta color espumoso que no es champáng, sino cava barato expedido en las grandes superficies; brindé por dar un beso y recibirlo con el calor de un abrazo forzado por los mejores deseos.

Subí al cielo de la azotea para ver el cielo de tu nombre, siempre en mi boca, festoneado por un bombardeo multicolor que dibujaban jardines de fantasía. Se me iban las palmas al compás de esas coplas cuyas letras todos nos sabemos pero nadie recuerda.

Un trago y otro trago para aliviar la garganta reseca de los que no somos artistas, pero sabemos mucho de arte. Brindé por el mañana, cuando solo era una noche más de un nuevo día que aún no había amanecido. Brindé por el futuro a quien no tengo el gusto de conocer de cuerpo presente; brindé por los ausente, por los que ya no están, por voluntad divina o por su propia voluntad que es igual de divina o más si cabe; brindé por los miedos de tantos semejantes que viven bajo amenaza; por el desequilibrio de las balanzas; por la ceguera de la justicia; la falta de tacto de los violentos; la ausencia de paladar de los políticos y el oído sordo de los gobernantes.

Después del delirio, una noche más, desperté –nada nuevo bajo el sol- solo que esta mañana estaba oculto tras las nubes y tu nombre apresado en mi boca, sufriendo cadena perpetua; precioso, solemne, eterno como un lamento mojado por la lluvia. No es preciso nombrarte, se siente como la más profunda evocación, como un eco que musita el alma: mañana iré a verte –Hoy primer viernes de mes, primer día de Quinario-

martes, 30 de diciembre de 2008

"El destello de la sonrisa de un héroe"...FELIZ AÑO NUEVO

Se vá, se vá, se vá...que poquito le queda, apenas unas horas; con su luz, con su sombra y un nublado de lluvia que parece fijarlo al horizonte como papel inservible. Terminaba en ocho -enrevesado año- muy barroco él, más bien gótico-ojival. Espera que recuerde, que te recuerde como un buen año, sí, porque nació Daniel y en primavera recien desarmada la cera llorosa de la Semana Santa. Espera que recuerde si hay más que celebrar: no, lo que vino después no lo merece, puedes irte en Paz, como sale Paz, ya que en esta Sevilla, no se vá uno del todo hasta que sale, que es cuando verdaderamente entra la dicha de los gozos, de la espera, del ansía de las vísperas. Todo está dispuesto para despedirte, aunque algunos no estén preparados, como no lo estamos nunca para sufrir una pérdida irreparable, parece un juego de palabras, pero así es, no es lo mismo, aunque parezca diferente lo que siempre ha sido igual. Trescientos sesenta y cinco días pasan, como pasa la vida y no has notado que has vivido. Pasó el AMOR, que es la clave de bóveda: No, pasaste tú de él, lo negaste tres veces, como Pedro a Cristo; me pasó a mí este año y quise ahorcarme como Judas, pero esa es la diferencia, entre el traidor y el arrepentido: pedir perdón o partirte el cuello hundiendo la cabeza para siempre. . La diferencia es querer enamorarse, no poder; el poder está demostrado que solo sirve para incumplir promesas y declarar estados de crisis. Por eso no estoy dispuesto a incubar más tristeza, como no sea que me la mande el de arriba, durante el trascurso de estas escasas 40 horas y sólo por prescripción medica. Me he mirado al espejo y el niño apunto de cumplir los 53 eneros, me ha dicho la verdad, toda la verdad y na da más que la verdad: que si tu no etás bien, no vas a estar bien para nadie; que si tú no te quieres, no vas a poder hacer feliz a nadie y como este niño, es muy presumido y se sigue viendo atractivo y apuesto; me he dicho que No, que hasta el año que viene no sufro más por mí...si acaso sufriré por los demás, por los que están a mi alrededor y ese sufrimiento, no será nunca una carga, mirándolo bien, será un regalo del cielo empaquetado con el mejor papel de la realidad y el lazo de seda más fantástico. Por lo menos hasta el año que viene, voy a disfrutar del milagro cercano que no se vé, porque está delante de mis narices: la belleza adolescente, con cuerpo exhuberante de mi niña, hecha toda una mujer -que está como una cabra loca- a sus 16 primaveras, desgraciadito de aquelos que no lo estén con esa edad. Voy a disfrutar como un romeo renovado de ansias febriles, de aquella otra Julieta, que en la madurez de la vida castigada por la dureza del trabajo, aún se le ponen los bellos de punta, cuando me acerco a su cuello y ensayo caricias de amores de urgencia. Este año sí y hasta el otro que viene, si Dios quiere, me vestiré de ilusiones como si fuera mañana del Domingo de Ramos, con el mejor traje oscuro y la camisa de puños de diplomático y la corbata roja, buscando sangre que fluya por mis venas, para sentirme vivo y volver a ilusionarme en esa fiesta de los sentidos. FELIZ AÑO NUEVO, aunque sea mero lucro y mentira de fábula para algunos y no puedan sentir la belleza sugerente y el atractivo visual de las cientos de Venus que calzan medias de sedas en sus interminables piernas; que ciñen vestidos de noche y fantasía de lentejuelas a sus perfumados cuerpos de escándalo; que lucen sus hombros sensuales -palabra de honor- y generosos escotes. Oro en las copas, ventanas abiertas y cristal para mirar la vida según el alcohol con que se mire, pero siempre -o al menos- hasta el año que viene- con la luz de una sonrisa que es lo más parecido a la Felicidad. Natural de Sevilla os desea lo mejor de lo mejor, es decir lo poco o mucho que cada uno tenga esta noche vieja a su lado. FELIZ AÑO NUEVO, aunque te encuentres sólo ante el espejo, brinda por tí mismo. Un fortísimo abrazo.

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