sábado, 1 de diciembre de 2012

Carta a Diciembre V edición

Se me agolpan las sensaciones al recibirte, se mezclan con los tópicos de este desenfrenado reclamo publicitario que te precede, cada año con mayor antelación, pero por encima de todo te estaba esperando con los brazos abiertos y nunca mejor dicho, como los tiene el Amor. Me ha alegrado siempre tu llegada –desde que tengo uso de razón, aunque la razón no la use más que para ilusionarme con el sonido de campanilleros y luces que traes de fondo. Banda sonora de nuestra vida que resuena en los pretiles del recuerdo con alegría. Es una alegría tan fuerte la que transmites –Diciembre- que a veces nos haces llorar de emoción y la confundimos con la tristeza, cuando no es más que el reflejo de los seres queridos que nos reunieron en familia estos días y que ahora nos faltan. Por el atrio de San Antonio Abad un aroma prematuro de azahar, corta el frío de la noche, desde lo alto de la espadaña, se despliegan los gallardetes de víspera, el aire sabe a coplas de Miguel Cid y D. Mateo Alemán se estremece en su lecho. Las cosas de Sevilla tienen mucho que ver y que contar de ti, venturoso Diciembre, hasta la Pontificia Roma, se inclinó ante el juramentado voto de tu octavo día, plaza celeste y blanca del triunfo ganada a espada si es preciso sopena de derramar la última gota de nuestra sangre. Sangre de mariana fe que se lava en las aguas esmeraldas de la Esperanza, mientras mira como beben los peces en el río. Sabes milagroso Diciembre, tu bien lo sabes, que en Sevilla –solo en Sevilla- hay Esperanza antes que vida o no hay vida sin Esperanza, que viene a ser lo mismo. Por eso la Señora, antes de dar a Luz al mejor de los nacidos, se nos muestra como torre de marfil, para que le besemos la mano, convirtiendo la humildad de Belen en casa de oro y arca de la bendita alianza desde la resolana a Pureza, pasando por Castilla, puerta Carmona o la Trinidad. Por lo menos, aunque solo fuera por una vez al año, los hombres nos sentimos más solidarios, aunque la caridad verdadera sea compartir lo que tenemos con los demás, también sirve el deseo de disfrutar esta abundancia efímera en la que nadamos, envueltos en oropeles y celofán; también sirve –querido Diciembre- el resplandor de esta Navidad que hace que veamos con mayor nitidez, la diferencia abismal que separa la riqueza de la pobreza y nos sintamos obligados a parar el fuego de las armas; pactar treguas con la violencia de todo tipo; compartir mesa, confites y cava con los más desfavorecidos y llevar a cualquier rincón del mundo la Paz de esa Estrella de oriente que nos anuncia el nacimiento de Jesús del Gran Poder. Ya sólo por eso, eres bendito –prodigioso Diciembre- Y no tengo más remedio que abrazarte lleno de regocijo, desempolvando el pellejo de mi vieja pandereta, mientras acaricio las figuras de mi Belén entrañable. Tuyo afectísimo.

http://fotoblognaturaldesevilla.blogspot.com.es/2012/12/la-luz-necesitada.html

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cofrade INDIGNADO


Alguien debería decirle al pastor que hay más de 100.000 familias sevillanas (CIEN MIL) que viven en el umbral de la pobreza y otras muchas por debajo de ese umbral y miles, que sufren la pobreza vergonzante, que es esa otra clase de pobreza -entre la soberbia y la humillación- que prefiere morirse en un rincón, antes de rebajarse a hacer uso de comedores u asuntos sociales, porque su condición de ricos o señores implica la muerte, antes que descender de clase. Porque ni las escalofriantes cifras que arroja Cáritas Diocesana -prácticamente desbordada ante la demanda de ayuda- ni el Banco de Alimentos de Sevilla, que no cesa de recurrir a todas las instancias; económicas, políticas y sociales, buscando cubrir sus inagotables necesidades, convencen a nuestro Prelado, que no son los mejores tiempos para organizar ningún tipo de eventos, sobre todo si el presupuesto de los mismos, pudiera servir para cubrir o paliar -de alguna manera- la dramática situación que vivimos en estos críticos momentos. No va a servir de nada, porque ya está escrito con letra de "baculazo"; pero alguién debiera de recordarle aquellas palabras proféticas, que el mismo pronunció en medio de la plaza, cuando inauguraba la muestra que salía de las clausuras mismas de iglesias y conventos: "La Fe, no queda en nada si no se traduce en obras". No voy a ser yo, desde este blog., insipiente, el que intente corregir a todo un príncipe de la Iglesia, pero como natural de Sevilla, cristiano y cofrade desde antes de estrenar la razón, si muestro mi total rechazo e indignación, ante la Salida de Catorce Imágenes en sus correspondientes pasos de misterios, para la realización de un Viacrucis conmotivo del Año de la Fe, el primer domingo de Cuaresma, osea a un mes vista de la Semana Santa; alterando y perturbando no solamente el calendario de Cultos y Actos de nuestras HHCC, participantes, sino gravando sensiblemente los gastos de papeletas de sitio y salida procesional que generan las mismas. Un coste innecesario si a ello se le une el cuantioso capítulo en concepto de megafonía, imagen; CECOP y otros servicios municipales, que estimo correrán a cargo del CG de HHyCC. ¿Hay necesidad de sostener este capricho procesional? Mi pregunta no encuentra explicación de ningún tipo, nisiquiera bajo el punto de vista del año de la Fe, pues considero, recogiendo la cita apostólica del pastor, que la Fe se queda en nada (espectáculo) si no se acompaña de buenas obras y que mejor obra, para el año de la fe que revertir el coste de un Macro Viacrucis, en paliar las enormes necesidades que están demandando -en estos delicados momentos- nuestro Banco de Alimentos y la misma Cáritas Diocesana. En fín, el daño está hecho, aunque en esta bendita tierra, no hay mal que por bien no venga y los "kofrades" se están frotando ya las manos, haciendo disquicisiones sobre bandas y cuadrillas de relevos, apenas se recoja el último caramelo del Rey Baltasar. Pero ojo, que Dios escribe recto sobre renglones torcidos y el que suscribe -con más de cincuenta años sobre los hombros- ha visto al Gran Poder dejar plantada a toda Sevilla, cuando quisieron sacarlo para recoger la medalla de la ciudad. Dios me libre de querer aguar la fiesta a nadie y menos a mi Pastor.


viernes, 9 de noviembre de 2012

AMARGURA DE OTOÑO



Hemos dicho, tantas veces, que en Sevilla la Amargura tiene el dulce paladar de los caldos escanciados en la tierra fértil aljarafeña; hemos hablado que sabe al empalagoso manjar de la carne del membrillo, que tiene la misma color vidriada de sus vírgenes mejillas. Hemos sentido que la Amargura, tiene el sonido de las alpargatas pobres que rachean en pareja la caridad de Madre Angelita desde la antigua Alcazares, hasta la diáspora más deprimida. Que se alarga por las inmediaciones de Feria, convertida en la sombra de Don Pedro Roldán y su legendaria hija acompañada de su cuestionado esposo el caballero de Los Arcos y Benito Hita del Castillo, disputándose una posible autoría que nunca llegó a acreditarse, pero que todos firmaron rendidos ante el espejo de sus ojos. En la ciudad dual de amores divididos entre Guzmanes y Ponces de León, la devoción tambíen había de tener un nombre que reflejara la antítesis; una advocación de Amargura, diametralmente opuesta a lo que significa su adjetivo. Hemos dicho muchas veces, que sólo Sevilla es capaz de rimar Amargura con dulzura; extremo dolor con abrumadora belleza, dos términos yuxtapuestos…¡Señora, qué dulce es tu Amargura!, cuando la tarde llora su malva palidez…Como ese rayo de sol furtivo que una sóla vez al año, se filtra por el ojo de buey, para iluminar su acaramelado rostro, haciendo eterna la fugacidad del tiempo, así es la Amargura cuando se mira de frente sin poder sostener la mirada. Como una medida exacta de perfección bajo palio granate, bordado por la fantasía de Rodríguez Ojeda, que hace imperfecto a su alrededor todo exorno complementario y no necesita más flor ni perfume que el contado clavel de su escueto friso inmaculado. La profundidad de la Amargura, alcanzó la belleza, una señorial belleza que permaneció intacta, aun protegida de la sinrazón dentro de un escueto cajón de madera. Amargura de la inspiración que convirtió el sueño en música desde el exilio madrileño de Font de Anta, cuando sentado en un velador, frente a la estampa de cartera de la Reina de San Juan de la Palma, compúsole el poema sinfónico convertido en el himno indiscutible de la Semana Santa de Sevilla. La profundidad de los ojos de la Amargura reflejan la perfección de la belleza, todo lo demás; dolor y lágrimas, forma parte de la imperfección humana en el mundo que nos rodea. Por eso, en los confines de Noviembre, el dulce paladar de la Amargura, baja a nuestra altura para tendernos su coronada mano; mano que nos hace alcanzar la perfección por la Caridad.

sábado, 3 de noviembre de 2012

El "MONA-guillo" de San Esteban


EL MONA-guillo de San Esteban

En memoria de Antonio López Vera



Con el alba arremangada hasta las pantorrillas, te imagino jugando a la pelota sobre el mármol frío en la soledad de San Esteban. No es nada irreverente, picardías de niño, travesuras de los que prueban el vino de consagrar y las obleas, antes de convertirse en cuerpo y sangre de Cristo. Ese Cristo de la ventana que te miraba y seguro que se reía, porque veía reflejado en sus lágrimas la cara de un futuro hermano costalero. Si tantas cosas sabe de nosotros aquel que teniendo las manos atadas nos mira con infinita misericordia, que no sabrá el Señor de los que como tu, Antonio, fueron sus Mona-guillos antes de vestir el hábito nazareno, para después cambiarlo por la faja y el costal, aperos de labranza de una fe que nunca se cuelga, porque forman parte de la manera de ser y sentir que dura todos los días de la vida. Pero la vida como bordó el poeta: es una semana y no siempre sale el sol en Martes Santo para que no roce un varal por la ojiva de esa puerta. Hubo años; meses de marzo y abril, días tristes en tu vida, Antonio, Martes Santos grises, nublados y lluviosos en los que te encontraste solo ante tus sagrados titulares. Viajes falsos al paraíso, que quebraron tus fuerzas y te hicieron doblar las rodillas - más a tierra, los costeros- cuando el mundo se disfraza de amigos con el traje negro de capataz adulterado. Pero ahí está el secreto que guarda nuestro paso de misterio -ante la burla y el escarnio- la humildad y la paciencia del ungido, El que con la piedad de su dulce mirada nos dá la “caña” y la convierte en cetro que abre todas las puertas de misericordia y para un “Mona-guillo” como tu, siempre estuvo la puerta abierta para colarte por la sacristía aunque la ojiva pareciera cerrada y por si fuera poco, los hermanos de San Esteban sabemos desde la noche de los tiempos, que existe una ventana siempre abierta, donde aferrarse para recuperar la Salud y continuar el Buen Viaje por la vida. Y además de todo esto -por si fuera poco, gozamos del consuelo de una Madre que no nos deja nunca Desamparados y menos a los que fueron “corrientes” bajo sus trabajaderas; “fijadores” al dolor de su infinito quebranto y “costeros” para ajustar los vaivenes que da la vida y salvar con el sudor de la frente, la imposible y más que justa ojiva. Era el día de todos los Santos, cuando el Director Espiritual soberano y perpetuo de nuestra hermandad, te llamó para que le ayudases a bendecir el pan y el vino de los que viven eternamente -se acordó de aquel Mona-guillo de San Esteban- que quizás...¿quien sabe? ...le preguntó al Altísimo: ¿Señor, te importa que cambie el alba por mi túnica azul-crema?... “En verdad te digo, Antonio, que esta misma tarde, te servirá de mortaja para entrar conmigo en el paraiso.”



Antonio Sierra Escobar



miércoles, 31 de octubre de 2012

"Don Juan cojones"

 
 
Después del: ¿No es verdad angel de Amor?, Doña Inés quedó preñada de algo más que romanticismo y en estado de buena esperanza, dió a luz su primer hijo, en una hacienda colindante al Castillo de San Jorge. Don Juan echó “barriguita de casado”, más como su oficio de poeta y antiguo pendenciero, no daba para caprichos y desahogos, colocóse al servicio de la familia De Pantoja, conduciendo a los hidalgos en sus prestigiosos carruajes, a cuantos menesteres y encargos precisaran su apretada agenda de visitas y negocios. Pero Don Juan, era culito de mal asiento y pronto cayó en la depresión de los que no nacieron para el servicio a los demás y sí para servirse de sus antojos y delirios. Al tiempo que Doña Inés, creció en carácter y naturaleza para el mando y dominio de las cuestiones amorosas y domésticas. La altivez y el orgullo, aparecieron en la ex-novicia, que a menudo increpaba a Don Juan, exigiéndole mayor soldada y disposición para atender a los cuantiosos gastos que generaba el mantenimiento y la educación que Doña Inés quería proporcionarle a su primogénito. Por otro lado, Don Juan, tan conocido en Sevilla, como burlador y licensioso mujeriego, era objeto de murmuraciones irrisorias, cuando entraba en las tavernas y bulevares a ahogar en bon-vino sus desafueros. Una noche en que Don Juan vagaba, por el Callejón del agua, preso de soledad y melancolía, se topó con el fantasma de su fiel criado Chuti, que dando tumbos de pared en pared musitaba versos de antiguos esplendores. El sabueso olfato de Chuti, reconoció enseguida al caballero esbozado, arrojándose a sus plantas como perro fiel y dando gracias al altísimo por encontrarse con su amo y señor. “Oh, Señor, mi Señor Don Juan, mi adorado caballero,¿ que sucede a vuesa merced?: ¡embajador insigne de gozos y festejos; invencible corredor de apuestas; alegría del huerto do crece la flor de castidad de las rendidas doncellas que suspiran por su nombre! ".- Qué ha de ser, responde Don Juan con gesto lastimero, que sufro mal de amores y eludo responsabilidades, que los hijos y parientes de los tantos caballeros cuyo honor mancillé, hoy me pasan factura y me niegan, pan, hacienda y trabajo y que el bello arte de la literatura que bien conoces que practico, sólo me dá renta para vivir de la sopa boba. Aquel angel de amor en apartada orilla -que no dudo suspira aún por mí- se desvive y afana por los tres hijos fruto de nuestro matrimonio, para cuyo mantenimiento ha tenido que emplearse en variedad de oficios y menesteres extraordinarios. Pero lo que más me aturde y desangra -mi fiel criado Chuti- es su inapelable ceguera- el observar, como invitado de piedra, que estos hijos, fruto del amor y la dicha entrambos, alcanzando con creces la edad de merecer oficio y beneficio que aún no tienen, se sirven de ella, viviendo a sus expensas como auténticos señores consentidos, mientras me espeta a la cara los desperdicios de su avinagrado ánimo y cansancio existencial. No apure más vuesa merced,- coligió, visiblemente emocionado, Chuti -; vayamos a la hostería del Laurel, como aquella noche de ánimas, para ahogar nuestras penas en vino, que es inutil luchar contra el amor de madre; amor que hace a los mismos hombres que lo reciben como hijos, unos auténticos desgraciados cuando se convierten en padres. Amor que en las generaciones venideras, será condenado por las mismas mujeres que aún no conocen los dolores del parto, como “machismo”.

domingo, 28 de octubre de 2012

El Gran Poder ya tiene quien le escriba


Cada año vivo intensamente la elección del Pregonero; es como sentir la enorme ilusión que conserva el que nunca lo pronunciará y la sorpresa indecible del que es designado, cuando ni siquiera la idea pasa por su cabeza. Y tiene que ser así, para alguien que conoce la experiencia y la responsabilidad que supone subirse a cualquier atril -no porque se trate de un atril cualquiera, incluyendo al de la Basílica o el monumento de la magna hispalense- sino al verdadero atril donde sabes que te escucha Sevilla entera y gran parte del universo cofrade, el teatro Maestranza. En esta atmósfera de plata que supone el otoño, según la acertada metáfora, tan rancia como afortunada, que la sensibilidad literaria del ilustre Paco Robles cita, últimamente, cuando el tiempo se confunde con el mismo temple de la primavera, alternando sus oros y sus grises, sus nubes de diseño, sus claros y chaparrones con la alfombra de hojarasca, invernal, crujiente e inodora, la elección del pregonero es como dos faroles de cruz alzada que bajo el dintel de una puerta, nos anuncia que sale a la calle una gloria. Una gloria, que a veces sorprende la lluvia ensayada de la manipulación, el figureo y los filtros masivos que por amor al arte, bombardean las redes sociales con la exclusiva de una noticia que se da a conocer, mucho antes de ser anunciada oficialmente. Nada que ver con las quinielas; ternas y elucubraciones que barajaban las encuestas gratuitas de los mentideros cofrades y saraos extraoficiales que se citan en las mesas trapezoidales de los programas de Semana Santa que pueblan las radios y televisiones locales. La mayor sorpresa fue la misma noticia en sí, cuando dividió en opiniones no sólo a los miembros y mayores de penitencia en el Consejo (cosa que viene siendo habitual cada año) sino, el chaparrón con granizos de Martes Santo, que supuso apostar por un joven “desconocido” -tan joven como apostol amado- en el que pocos pensaban. Y es cierto que me alegré de verdad de la buena; de verdad que en verdad os digo, porque estoy harto de periodistas jóvenes y menos jóvenes que rellenan cada año su quiniela personal en base a la influencias que ejercen en el mundillo cofrade, el micrófono que blanden o la pluma con que escriben; estamos -y creo poder hablar, haciéndome eco de la opinión popular- hartos de paladines y comunicadores, de falsos pregoneros, amigos, aforados y conseguidores, que cobran sus favores, subiendo cada año el peldaño de Esperanzas y Glorias que le llevará al gran teatro de la Real maestranza de las vanidades. Y el pueblo mientras tanto, escuchando atentamente el silencio de los corderos, atendiendo la incomodidad soporífera que supone más de dos horas sentado en la butaca, la palabra del santo evangelio según san Juan José, para después soportar, entre bastidores, el comentario rotundo e insaciable del ex-pregonero de turno: “ha sido un pregón muy sevillano y comprometido con la iglesia”. ¡Ande usted ya don...sálvese quien pueda!; que los cofrades venimos de más de 60 quinarios con sus respectivas funciones principales, atendiendo panegíricos; entonando el “mea culpa” y cantando el “perdona a tu pueblo Señor” por las calles  un Vía Crucis interminable de cuaresma. Que los cofrades y sevillanos no tan cofrades -como dice y muy bien dicho mi mujer- queremos sentir el Domingo de Pasión, lo que estamos deseando ver: La Paz, fundiendo su rutilante blancura entre los encajes verdes del parque; la ilusión hecha niño en brazos, por la Presentación del Señor la barrio de la calzá; el rachear por la estrechez de gravina del Señor de Sevilla; el magnífico macareno amanecer de la noche más hermosa y el cielo cobalto que cubre la infinita cúpula del Calvario por la Magdalena. Por eso, me cabe toda la ilusión del mundo en el nombre de este cofrade “desconocido” (mirad que lo escribo entre comillas), el más joven de los pregoneros, Francisco Segura Márquez, al que le deseo mi más profunda y sincera enhorabuena y toda la luz de ese espíritu Santo, que sin duda necesitará, para ponerle voz y sentimiento a lo que sólo los más escogidos pueden prestarle palabra. Su brillante juventud y entrega a las hermandades a las que sirve, serán su mejor garantía, así como la tarjeta de presentación de fe, que en este año que celebramos, tanto necesitamos para aferrarnos al clavo ardiente de su Cristo de las Almas. Mucha suerte, Francisco y cíñele bien la cintura a la Esperanza.

miércoles, 24 de octubre de 2012

En aquel tiempo


 
 
Le seguía una gran muchedumbre que queria escuchar su palabra en la fiesta de la fe. El Señor subió al cerro de los sagrados corazones y dirigiéndose al pastor y a los príncipes y conciliarios de todas las cofradías, le habló lo siguiente: En verdad os digo que cuando alguno de los muchos hermanos necesitados, acuda a vuestra caridad en busca de pan y peces o tenga sed de justicia, lo atendais como se se tratase de vuestro propio padre. La segunda vez que acudan a vosotros en los mismos términos, los recibireis con en amor y la caridad que la primera vez. Pero si vuestros hermanos permanecen en la necesidad, -al tercer día-, más que el pan o los peces que sacien su hambre, procurad que recolecten vuestros campos de trigo; llenen las cestas de la harina que almacenan vuestros molinos y aprendan a amasarla para fabricar en vuestros hornos la hogaza de pan que satisfaga sus necesidades y conforme a ello, pagadle el salario que le correspondiere en justicia, antes que las sobras de lo que considerais el favor que por dicha obra de caridad mi Padre os debe. Del mismo modo al tercer día que acudan a vuestros comedores en busca de pescado, salid a su encuentro para enseñarles a pescar en el mar donde Yo haré que las redes rebosen de generosidad, repartiendo vuestras ganancias en digno salario que compartireis con los nuevos trabajadores contratados. Porque si como Pastores de mi rebaño, os conformais con imponer la bendición en mi nombre a cuantos hermanos acuden a pediros pan, pescado y sed de justicia -o haciéndoos eco de mi Palabra en vano- los despacháis con el consuelo gratuito de que “no solo de pan vive el hombre y es más fácil que entre un rico en el reino de los cielos que un camello por el ojo de una aguja”, me ofenderéis gravemente como hijos, hermanos y falsos profetas en la tierra de la fe. Al oir esto, uno de los presentes que ocupaba el cargo de diputado de caridad y asuntos sociales en el templo, pregunto: Señor en mi comunidad, repartirmos más del cincuenta por ciento de los ingresos a obras asistenciales y banco de alimentos. En verdad os digo, que no haceis más que traficar con donaciones ajenas para lavar vuestras conciencias. Si de verdad tienes Fe y creeis, volved a casa y en mi nombre ajustad el salario de vuestros trabajadores, a los que pagais la mitad del sueldo por el doble de horas que producen en beneficio de vuestra hacienda. Haced esto en memoria mía.

http://naturaldesevilla.blogspot.com.es/2010/05/el-cuento-de-la-buena-pipa.html

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