Mostrando entradas con la etiqueta DEDICATORIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DEDICATORIA. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de mayo de 2015

La luz vence tinieblas..a Manué

El sol, joven y fuerte, ha vencio a la luna
que se aleja impotente del campo de batalla...
la luz vence tinieblas
por campiñas lejanas
el aire huele a pan nuevo,
el pueblo se desperaza:
¡ha llegao la mañana!...

A la amanecer 
A la amanecer 
Con un beso blanco 
Yo te desperté 

La noche llego 
La noche llego 
Porque la montaña 
Se a tragao al sol 

Y en la montaña 
Se oye un eco de gemido 
El viento ha quebrado un junco 
Que ya estaba florecido 

Porque se a escondió el sol 
Se quedo muda de pronto 
La flauta del gorrión 

Saca la red 
Hermano saca la red 
Que ya ha salido la luna 
No la vayas a coger 

Ayer cuando amaneció 
Una mariposa blanca 
De un lirio se enamoro 

Que si que si 
Que no que no 
Que tu a mi no me quieres 
Como te quiero yo 
Que si que si 
Que no que si 
Que tu a mi no me quieres 
Como te quiero yo (x4)



La otra noche tuve un sueño por el callejón del agua,
¡no despertarme del sueño, campanas de la Giralda!

vengo a darte los recuerdos
de un hombre que conocí
vive pero siempre vive acordándose de ti.

me lo encontré en el camino
y nos hicimos hermanos
y lo invité a que subiera 
al lomo de mi caballo
y en una venta
bebiendo vino y más vino
a mi hermano de camino le escuché dos o tres letras

mi novia se llama estrella
y tiene un firmamento solito pa ella.


"Señor de los espacios infinitos
tu que tienes la paz entre tus manos
ayúdame, Señor, te lo suplico,
y enseñame a amar a mis Hermanos"

Manué Molina, descansa en paz, los viejos poetas nunca mueren.


martes, 24 de marzo de 2015

BENDICION Y ESPERANZA


Saben los niños por el olor a incienso, que los días del gozo se aproximan. Por el redoble de tambores y los sones lejanos de cornetas, los niños alientan el deseo de acercar la Esperanza al más allá de su barrio, donde la inseguridad se hace presente en los rostros ajados de sus mayores. Lo saben los niños que aprenden pronto y bien en cualquier lugar de Sevilla, donde los tramos de naranjos, le han marcado el camino de la cofradía que siempre busca el amparo de su Parroquia. Para ellos, el Cristo de la Bendición no encuentra impedimento alguno para salir a la calle, puesto que ningún guardián de Convento, sería capaz de desplazarse a tan deprimida zona, para sesgar la ilusión de semejante proyecto humanitario. No se enteran los frailes, desde el lujo insonorizado de su humildad, que la mano del santo de Asís, está clavada en la misma cruz, donde Cristo murió para redimir a los más débiles. No quieren enterarse –que la soledad franciscana- está situada al pié de la cruz que ellos mismos insisten en desmontar del Calvario, antes del sábado de gloria. ¿Para que sirve un templo conventual tan vacío si Dios no está hecho para el sábado?. Toda esa lección magistral de catequesis lo saben los humildes, sin necesidad de liturgia vana y trasnochado sermón. Bienaventurados y benditos del Padre, los que no han necesitado el recurso de la sabiduría, para aprender la verdadera catequesis: Ama a Dios sobre todas las cosas; pero no te olvides de amar al prójimo como a ti mismo. Una sola palabra: -FRATERNITAS- un proyecto magnífico, para hacer todo un lujo de la humildad y una mujer al frente de muchas mujeres y hombres comprometidos con la Sevilla más abandonada a la suerte y nunca mejor dicho a la suerte que está intentando cambiar la mala imagen de las Tres mil vergüenzas, en una iniciativa de magnitud tal, que a todos nos conmueve por su valentía y dignidad. Es fácil postular, allí donde las chaquetas se asientan en isabelinas sillas de acuerdo con la dignidad de sus cargos; pero es harto imposible, adentrarse en la aridez y desolación de las zonas más deprimidas y marginadas –Sevilla del más allá- donde FRATERNITAS, ha montado su cuartel general, asida a las Letanías de María Santísima, recorriendo las calles,  del nomenclátor que reza bajo la advocación de Auxilio de los Cristianos; Salud de los enfermos; Refugio de los pecadores y Consoladora de los afligidos. Por esas calles del magnificat mariano, no pueden correr los niños asustados e inseguros al contemplar al Cristo caído en el lodo del paro y la droga, pero sí pueden mirar frente a frente la Esperanza que les acerca desde la Macarena o Triana, Jesus Obrero en su calle  de la Amargura, que también está pespunteada de fragantes naranjos y abrumada de incienso; que lo mismo suena a cornetas y tambores, sobre un canasto tallado con todo el barroquismo de las necesidades de que adolecen sus vecinos. En una palabra: FRATERNITAS –hermandad y parroquia- el verdadero Cristo de la Bendición, que sí sale a la calle, durante todos los días del año, mientras unas personas,, nos regalen su tiempo y nos abran sus manos llenas de Bendición y Esperanza.

viernes, 9 de enero de 2015

Mi primera entrada; 10@ños de bloguer.

La veía solo de Domingo de Ramos a Sábado Santo en nuestra cita obligada como abonados en la Avenida. Tenía 84 años de precisosa lucidez sobre todo interior. Repasábamos como nos había ido la vida en esta Semana de ilusiones y reencuentros, se asía a mi brazo con sus manos sarmentosas, pero cálidas. Estaba preparándose para su último viaje, sólo le pedía al Señor, que no causara molestias a nadie, que cuando le llegara su hora, pasase del sueño a la otra orilla, para seguir dando gracias a Dios por todo lo que le había dado. El jueves Santo era su gran día, la ilusión de esperar al Señor, se vislumbraba en su rostro iluminado por la impaciencia. Me decía con los ojos nublados de lágrimas, mientras se acercaba la cofradía: "Antonio...ya viene el Señor del Pasión...mi padre era de la Sacramental, reposa bajo sus plantas...ay, cuantos recuerdos...".Pasaba el dulcísimo Nazareno y yo desviaba la mirada hacia esta entrañable Señora, porque en sus ojos veía reflejado, la auténtica luz del rostro de Cristo...Pasión confortadora. Este año, ví su silla de tantos años, vacía..ocupada por otra persona, temí lo peor, aunque aún conservaba la esperanza de estar a su vera el Jueves Santo. Así fué, cuando pasó el Señor de Pasión, paró a la altura de la silla que ella ocupaba, sentí un escalofrío indescriptible y entonces comprendí, que estaba con El en el paraíso.

Sevilla 13 de Mayo 2006

martes, 7 de octubre de 2014

de aquel verano



De aquel verano, hace más de cuarenta años, todo un bolero, toda una vida. De aquel beso robado en la plazuela, de aquellas miradas distraídas que se buscaban bajo el aire denso que mecían las polvorientas hojas de los naranjos, fundiéndose en un beso; el primer beso del sabor ambrosía. Mujer-que sin tiempo de saborear los agridulces tiernos de la infancia- pisaba fuerte el garbo de una naturalidad inconcebible, desafiante, seductora, por los patios, pasillos y azoteas. Mocita exuberante vestida con el azul estampado de un cielo que le caía dulcemente por encima de las rodillas. Novia de los tormentos que llevan al éxtasis de la penumbra, donde los amantes se citan, en el principio sin fín de las caricias improvisadas; los temblores del tacto, buscando la seda insaciable que circunda los redondos perfectos pechos descubiertos de la primera vez. El amor imperioso, descabellado, como un potro sin doma que arrasa la yerbapunta de la vida; que tira por los borda los futuros proyectos, que no atiende a razones, más que al gozo de gozar juntos y a solas la plenitud del estado de gracia subconciente y hallado. Algo más que cuarenta años de aquel bolero que se podría cantar con las mejores letras compuestas para el amor y aún sigue sin ninguna canción en especial, que pueda resumir su vida. No hay luz, para incendiar sus sombras, ni sombras que alarguen la silueta de dos enamorados que combatieron tantas guerras ;que alcanzaron tantos cielos despejados y grises, tantas nubes amenazantes, tanta lluvia floral, tanto diluvio, sólos, mal acompañados, pero siempre juntos. Cumplieron con creces la profecía para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en el umbral y en la plena estancia. No faltaron a la cita de los demonios de la envidia;la tentación al ágape lujurioso de los aduladores que siempre acechan romper el amor por el flanco más débil; pero nunca descendieron a los infiernos de la infidelidad, ni bajaron al purgatorio del abandono, a pesar de los graves incendios que provocaron y las llamas que amenazaban su incierto futuro. En la recta final, ya saben todos, que el amor se relaja; que viste trasnochado el hábito estameña de la rutina; que se agota en el último esfuerzo de la flaqueza; que atiende más al cansancio de su propio desgaste físico; que a la química de buscar el reposo en los brazos del amante que sin ofrecer nada, espera. A la hora de exigir, el amor no responde, es uno mismo, el que tiene que acudir a urgencias, pedir auxilio con la cara de humildad en rebeldía del que siempre ha dado sin pedir nada a cambio. De aquel verano, hoy es otoño seco y melancólico de hace más de cuarenta años, las hojas están caídas, crujen de adioses, pero el tronco nunca está seco, tiene profundas raíces sembradas con la mezcla efervescente de dos culturas, dos mundos, universos divergentes que confluyen, aún sin querer, en la querencia de una misma cuadra. Tiene cuatro ramas frondosas, unidas e indeclinables y dos nuevos brotes verdes, que no entienden de diferencias irreconciliables, ni tenaces despechos. Creen en el Amor y apuestan por lo que Dios ha unido a pesar de esta insufrible crisis y el afán de separación que condiciona a los hombres.

jueves, 25 de septiembre de 2014

MONTEQUINTO Ya tiene, DOLOROSA



 Montequinto, no tiene casco antiguo ni histórico; no es ciudad, ni pueblo, ni pedanía, ni siquiera es barrio, aunque pertenezca al término municipal de Dos Hermanas. Montequinto es un sencillo balcón que se asoma a Sevilla desde el Sur, abriendo sus brazos a la calidad de la vida, en el Cerro balsámico donde plantó sus airosos Pinos y Olivares de Quinto. De su antigua atalaya, quedan restos de torres y la hermosa almazara árabe, felizmente recuperada en todo su esplendor. Montequinto es poco más ni menos, que espacio de alquitrán y cemento, donde el verde sembró sus orillas de especies botánicas, ensayando los campos elíseos que recuerdan los nombres de los grandes emperadores de Roma, junto al romanticismo y la evocación de las ciudades más emblemáticas de Italia. Como no podía ser menos. por proximidad a la eterna Sevilla, Montequinto tiene, Parroquia y por Patrona a la Virgen de los Angeles, con su popular Romería de Mayo y capilla escolar, donde los Escolapios predican -con palabras de fe- la esperanza de un mundo mejor a través de la docencia. Montequinto, presume de cultura en los numerosos actos y cursos que se desarrollan en su magnífica biblioteca, cuenta en su reciente historia, con la primera Hermandad canónicamente establecida, que sueña con llevar el nombre de Rocío en su Bendito Simpecado bajo carreta de plata, peregrinando a la ermita de la Blanca Paloma como ya lo hacen  sus hermanos “los caminantes”...y tiene además, Montequinto, una Tertulia Cofrade, que cumplida dichosamente sus bodas de plata,  coincide con la efemérides de abrazar  la devoción  a  la Primera Dolorosa que se va a entronizar en el barrio, María Santísima del Pilar. Sí, Montequinto sueña convertir en hermosa realidad, el sueño de unos “locos” -benditos locos- que escriben como siempre las mejores páginas de la historia. Será el próximo sábado 4 de Octubre, a las 20 h, durante el transcurso de la Solemne Eucaristía que se celebrará en la Parroquia de Ntra. Sra. de Los Angeles, cuando se lleve a efecto la anhelada Bendición de la Dolorosa. Padrinos -como no podía ser menos la Hermandad del Cachorro de Triana, junto con la de la Santa Cruz de Dos Hermanas y la Comandancia de la Guardia Civil de Montequinto. Pero antes, Del 27 de septiembre al 3 de octubre en la Basílica del Santísimo Cristo de la Expiración estará expuesta la imagen de Nuestra Señora del Pilar en su Mayor Dolor, realizada por el joven imaginero y hermano de la corporación trianera José María Leal para la Agrupación Parroquial Humildad y Pilar de Montequinto.

El viernes 3 de octubre, como es tradicional la Basílica del Cachorro permanecerá abierta hasta las doce de la noche, pudiéndose visitar hasta esa hora el ábside del Santísimo Cristo de la Expiración, ese último día de estancia de la nueva dolorosa en el templo tendrá lugar la entrega oficial de la misma por parte del imaginero a la Agrupación Parroquial de Montequinto. 

     Permítanme ahora, que el que suscribe se quede atrapado en este hermoso sueño, como vecino de Montequinto y cofrade, invitando a todos los Quinteños y sevillanos en general a estos actos y cultos históricos que sin duda colmarán de satisfacción  y beneficios espirituales a cuantos los vivamos para contarlo. En definitiva que puedo deciros más como buen hijo, a los que sabemos RECIBIR COMO SE MERECE A UNA MADRE...YA TE ESTAMOS ESPERANDO...¡¡BIENVENIDA A TU CASA DE MONTEQUINTO!!!...MARIA SANTISIMA DEL PILAR EN TUS MISTERIOS DOLOROSOS. Seguimos soñando con Besar tus radiantes manos y darte un paseito por nuestras calles.

fotos Roberto VILLARICA,. La Virgen ha sido vestida por primera vez por las manos de los maestros "Paquili" y Antonio Bejarano. Luciendo para su presentación a los fieles una terna, del vestuario de la Virgen del Patrocinio.



Ultimas fotos, realizadas por AntonioSierraEscobar, el 20/05/2015.







martes, 9 de septiembre de 2014

Mi muy mejor amigo.

Me despedí de tí serenamente, como lo hacía otras noches en que nos quedábamos a solas cuando todos dormían. Acariciando serenamente tu pelumbre aborregada, tu cálido bajo bientre, tus ingles abiertas como alitas de pollo. Me despedí de tí -tú también lo sabias- que era la última noche de sumisión de entrega de lealtad sin medida de absoluta fidelidad sin condiciones; tu instinto histórico me lo decía con el brillo de tus pupilas apagadas. Gracias, porque ahora sabré lo que es echarte de menos; lo que es vivir sin la sombra que siempre me acompañaba, sin la felpa calentita que siempre se abría hueco en el rincón derecho del sofá donde el tiempo no cuenta. Sabré lo que es vivir sin tu rosca a mis piés; sin el rastro y la huella insoslayable de tu olfato sabueso buscandome por la casa; arañando la puerta de mis voluntarios encierros, para acompañarme, velando mi reposo de guerrero y mis armas oxidadas de humano en celo. Es curioso, sin decir esta boca es mía, tan solo con tus rayantes ladridos de rabia y gozo, como has podido darme la lección de cariño más puro de esta vida. Ya ves, a estas alturas, después de dieciseis años juntos, me quedo con la duda, si fui digno de tí, si te cuidé lo bastante -pobre de mí ser racional- cuando a tí no te cabe la más mínima de haberte entregado hasta morir en mis manos, buscando una caricia agradecida. No he podido regar tus cenizas con lágrimas, no han salido de mí se han quedado llorando tu adios por dentro. El arrebol de tu rabo loco de alegría, se ha quedado dormido para siempre, a mis pies, esperando para darme de nuevo compañía sin nada a cambio. Sé que algún día saltarás a mi encuentro, pero hoy has partido, serenamente -como lo hacías todas las noches cuando apagaba las luces de la casa- a la sombra de mí, querido amigo, descansa en Paz. Rogad a Dios en caridad por el alma de mi querido perro, que falleció en la ciudad de mis amores a las once de una luminosa mañana de febrero de 2008.

Mi perrito "Jaro"
1991-2008

martes, 26 de agosto de 2014

"Y tu, que miras"

A Manuel Sanchez Rodriguez.

 Se  murió el macho; el del testículo herniado del tamaño de un huevo de avestruz; el que volvía los ojos para perdonarte, cuando no tenías perdón; el que ofendía con la gracia de no ofender; porque tenía el don de pronunciar los exabruptos que solo sirven para deshacer entuertos de risa; el prólijo inventor de esperpentos e improperios inverosímiles; el que daba mucho más de lo que tenía, porque además lo poco que tenía te lo regalaba; el que habitó una choza en Valdezorras; el que sopló petroleo, además de sacarlo de donde no lo había; El carrero que resucitaba a las tercas mulas de una patada en el mismísimo; el que aprendió a leer y a escribir, para sacar el carnet de conducir tractores, para salvar los muebles de árbol gordo en los tiempos de la arriá; El que llevó a parir a su vieja desde la choza al hospital en su motocarro; El de la "Sava" con toldo de safari que sacudía el jugo de los árboles frutales de Torreblanca y cuando hacía sonar el claxon, alborotaba las ansias febriles de los niños, mujeres y animales, que salían a su encuentro por la calle enladrillada en delirio de bienvenida; Sino el número uno, de los números unos, del uno de San Román; Se murió el macho, aquel que extraía las muelas de los estreñidos y sanaba las "almorranas" de los que le miraban por encima del hombro; el que engañaba de frente y se llevaba al huerto a los petulantes que salían a prenderlo; El que hacía un milagro de los favores y conseguía favores que eran  verdaderos milagros; El que sin predicar con el ejemplo, dejaba en evidencia a los predicadores ilustrados; El que encandilaba a los sabios por su sencillez y enaltecía a los humildes por su gracia; el que se llevaba a las mujeres de calle y las mandaba barrer la Plaza de España .-"so peazo "- para morirse de risa en vivo y de cuerpo presente. Se murió el macho, seguro que en el cielo Dios ha hecho la vista gorda para recibir a Manolo: "vaya tela, Padre, esta gente ¡son tos unos cabrones!, que man tenío tres meses metio en la cama de un hospital...me cago en el...si no hubiera sido por mis hijos y mis nietos...ah y mi Juan y mi Ana" Y así se estará enrollando con el mismísimo Dios refiriendo su primera batallita en el más allá, Por la cara, sin tener nada que ocultar, con la verdad por delante, como hizo siempre, descaradamente con su amor y cariño por bandera, seguro que ya estará trajinando el sitio, donde montar su taller ilusorio de pájaros, cachibaches y herramientas todas, para hablar de sus "muertos" y añorar sus andanzas de mujeriego, tarambana y bebedor pasivo, junto a su compadre de toda la vida y su tocayo de la calle San Luis. Mientras tanto, nosotros aquí, te recordaremos siempre, como el líder indiscutible de la familia. Nos quedamos con tu corazón, que era tan grande como el patio de recreo donde ensayabas aspavientos de loco ocurrente, que tan feliz hacía  a sus hijos y nietos De dos en dos; un niño en cada pierna, riendo a mandíbula abierta como aquel San Juan Bosco que conquistó bronquitis bajo los eucaliptos de guardia que custodiaban la parcela de Tocina. En el mundo del "tanto tienes tanto vales", te cagaste encima de todos los títulos nobiliarios y las casas señoriales que te olían a nabo en alcanfor y reliquias maldecidas por el polvo de la ambición..."que le den por el culo...". Tus obras fueron amores, sin etiquetas ni compromisos, con la verdad por delante, para que no se espante y el que se espante o sonroje que vaya a misa diaria y le saque la lengua al Señor. Se murió el macho; el que enterró a Paquirri; el que cuando se cortaba su fabuloso pelo a navaja, no tenía nada que envidiar a Curro Jimenez; todavía era más atractivo, más seductor e interesante, porque le envolvía el halo deslumbrante de la naturalidad.  Nos queda el sabor de tu amistad; esa que todos quisimos disfrutar y la disfrutamos; ese ser algo más de suegro, de esposo de padre y de abuelo; servicio permanente como la funeraria donde, mejorando tus supersticiones y canguelos, superaste 35 años de trabajo, entrega y sacrificios, viajando por toda España con "tus muertos".  Adiós, Manolo; Sanchez, esposo, padre, abuelo y bisabuelo, los que te conocieron y trataron, siempre te recordarán con un dejo de sonrisa, un trago de emoción y el brillo en los ojos. Luchando hasta el último aliento y rodeado de los que como Tu, lo dieron todo sin pedir nada a cambio. Ahora -"mamón"-  a ver en lo que te reencarnas; ahí llevas la foto de la que tanto presumías, para que la sigas mostrando a las eternas mujeres que siempre se pararon a escucharte; entre ellas, la Santa de tu devoción, Sor Angela de la Cruz, que Ella te lleve hacia el paraiso del eterno, descanso, donde velarás por todos nosotros sin lugar a dudas.

EPITAFIO:  "Y tu, que miras descapullao"

viernes, 5 de julio de 2013

EL AMOR conFORMA II


El AMOR es muy grande, pero tiene cuerpo de niño; refunfuña y se enfada, llora y patalea con la pureza y candor de un infante, pero al rato se le pasa y se arroja a tus brazos buscando consuelo. No tiene capacidad para el rencor, su memoria olvida pronto el daño, aunque como dice Santa Teresa de Calcuta, cuanto más duele, mejor es su efecto. Por ponerlo en el lugar más alto, se compara con Dios y se sitúa donde hay caridad y están más de dos personas reunidas hablando en su nombre. Por intentar definirlo, los hombres escriben de El, con más deseo que conocimiento; con mayor anhelo que experiencia; con más énfasis que sentimiento; porque su enunciado resulta indefinible. El Amor no es responsable ni maniático; no pide nada a cambio y da sin pasar factura. Disfruta haciendo disfrutar y recibe con la condición de gozar a la altura de su beneficiado. Si hubiera que ponerle rostro al Amor, sería el de los iluminados que han visto la luz de saber interpretar una mirada; el de aquellos que aprendieron la docta lección de leer entre líneas; de los que supieron escuchar la voz del corazón que la razón no entiende. El Amor, no conoce el miedo, lo ha vencido; es inmune a los celos; los ha conquistado; esquiva la ira, la abraza y adormece, la alivia y atiende automáticamente al perdón. El Amor es un recuerdo constante que no necesita notas recordatorias; una memoria atenta que no persigue al enemigo; un tiempo sin espacio que ralentiza la rutina de la vida, antes que la alcance la ansiedad; un antidepresivo sin efectos secundarios; un permanente estado de inconciencia. cuyos síntomas incurables contagian sin provocar la pandemia. El amor no tiene pasado; no piensa en el futuro; es un presente que se estrena cada día y se abre con la ilusión de quien recibe su regalo. Cuando intentes poner todo en su contra, el Amor terminará puntuando a su favor; si te escuece es buena señal; si le eres fiel, terminarás de su mano en el paraíso; si le ríes su gracia, te hará olvidar tus penas y como te resistas, te volverá loco. En todo caso, bendita locura... el AMOR

viernes, 31 de mayo de 2013

El Sacramento de la Caridad


Que en Sevilla la luz es diferente, da buena muestra la fotografía que pierde pié por retratarla, extrayendo matices infinitos a lo que se supone que está eternamente dispuesto para ser contemplado. El tiempo sin tiempo que soñaban los poetas, el tiempo de la mirada siempre párvula, tiene una luz en Sevilla, que vuelve loco a los artistas. La mañana del corpus, llega precedida de su cita legendaria, reluciente más que el sol y ni pintada, por los pinceles de Velazquez y Murillo. El sabor y el olor, se estrenan con la capacidad de asombro de un niño y la belleza, llama la atención, pisando la alfombra mágica del verde romero y la juncia. Aunque no es oro todo lo que reluce, Sevilla juega con sus luces y sus sombras, descomponiendo la decadencia en el mágico caleidoscopio de las artes y haciendo que la tradición resurja con los bríos de sus costumbres ancestrales. La procesión del Corpus, comienza a desfilar con sus mejores galas; pero el primer paso que nos presenta, es el de la Madre, más Madre que Santa, más monja que beata, a la que Sevilla sigue venerando como Sor Angela. Como no podía ser menos , la luz se inunda de luz, antes de lucir y relucir más que el sol. La Madre de los pobres, enciende la llama de la Fe, como abanderada de la encarnizada crisis por la que atravesamos, Mujer Santa, sevillana de Dios, custodia del Santo Sacramento de la Caridad -hermana mayor de los pobres, se erige en su paso exornado por rosas próximas a San Juan de la Palma, vistiendo la humildad de su sarga y estameña, con un sencilla rosario en sus manos y el brevario devocional.

 
Al contemplarla, dime su existe más modernidad en el tiempo sin tiempo, que su bendita imagen presidiendo la solemnidad de una procesión que se pierde en la memoria de los siglos. Ella viene predicando con el ejemplo siempre vivo de la perfección de la caridad, que tras de sí, no es oro todo lo que reluce, lo hace con la sonrisa maternal de quien huyó siempre de toda vanidad y protagonismo; de quien escogió remangarse y arrastrar sus alpargatas, para atender al Cristo desheredado, que mendiga por las calles y yace en el lecho del dolor y la pobreza. No hay forma más bonita de anunciar la luz en una ciudad que no se cree lo que tiene, porque vive envuelta en la gracia y por eso necesita retratarla en instantáneas que le permitan meter el dedo en la llaga de la verdad. Nadie mejor que una madre, Madre Angelita, Sor Angela de la Cruz, la Santa, tan nétamente sevillana, ante la que todos nos damos por aludidos, representados, protegidos, amados, hermanados e hijos, para enseñarnos el camino perfumado por el romero que nos lleva hasta la majestuosa custodia de Arfe, donde Dios -Amor de los Amores- está en cuerpo presente, recorriendo el rosario de todas y cada una de las representaciones de gloria, penitencia y sacramentales, elegantemente realzadas por la presencia de un cortejo que se hace interminable, hasta que un Niño Dios de todas las edades, nos deslumbra en su baldaquino de plata, con su adorable figura montañesina, precediendo y prediciendo la consigna: “Alabado sea Jesús Sacramentado” y a Sor Angela de la Cruz, Sevilla agradecida.

sábado, 11 de mayo de 2013

Mi primera entrada

La veía solo de Domingo de Ramos a Sábado Santo en nuestra cita obligada como abonados en la Avenida. Tenía 84 años de precisosa lucidez sobre todo interior. Repasabamos como nos había ido la vida en esta Semana de ilusiones y reencuentros, se asía a mi brazo con sus manos sarmentosas, pero cálidas. Estaba preparándose para su último viaje, sólo le pedía al Señor, que no causara molestias a nadie, que cuando le llegara su hora, pasase del sueño a la otra orilla, para seguir dando gracias a Dios por todo lo que le había dado. El jueves Santo era su gran día, la ilusión de esperar al Señor, se vislumbraba en su rostro iluminado por la impaciencia. Me decía con los ojos nublados de lágrimas, mientras se acercaba la cofradía: "Antonio...ya viene el Señor del Pasión...mi padre era de la Sacramental, reposa bajo sus plantas...ay, cuantos recuerdos...".Pasaba el dulcísimo Nazareno y yo desviava la mirada hacia esta entrañable Señora, porque en sus ojos veía reflejado, la auténtica luz del rostro de Cristo...Pasión reconfortadora. Este año, ví su silla de tantos años, vacía..ocupada por otra persona, temí lo peor, aunque aún conservaba la esperanza de estar a su vera el Jueves Santo. Así fué, cuando pasó el Señor de Pasión, paró a la altura de la silla que ella ocupaba, sentí un escalofrío indescriptible y entonces comprendí, que estaba con El en el paraiso.

SevillA 13 de mayo 2006

sábado, 3 de noviembre de 2012

El "MONA-guillo" de San Esteban


EL MONA-guillo de San Esteban

En memoria de Antonio López Vera



Con el alba arremangada hasta las pantorrillas, te imagino jugando a la pelota sobre el mármol frío en la soledad de San Esteban. No es nada irreverente, picardías de niño, travesuras de los que prueban el vino de consagrar y las obleas, antes de convertirse en cuerpo y sangre de Cristo. Ese Cristo de la ventana que te miraba y seguro que se reía, porque veía reflejado en sus lágrimas la cara de un futuro hermano costalero. Si tantas cosas sabe de nosotros aquel que teniendo las manos atadas nos mira con infinita misericordia, que no sabrá el Señor de los que como tu, Antonio, fueron sus Mona-guillos antes de vestir el hábito nazareno, para después cambiarlo por la faja y el costal, aperos de labranza de una fe que nunca se cuelga, porque forman parte de la manera de ser y sentir que dura todos los días de la vida. Pero la vida como bordó el poeta: es una semana y no siempre sale el sol en Martes Santo para que no roce un varal por la ojiva de esa puerta. Hubo años; meses de marzo y abril, días tristes en tu vida, Antonio, Martes Santos grises, nublados y lluviosos en los que te encontraste solo ante tus sagrados titulares. Viajes falsos al paraíso, que quebraron tus fuerzas y te hicieron doblar las rodillas - más a tierra, los costeros- cuando el mundo se disfraza de amigos con el traje negro de capataz adulterado. Pero ahí está el secreto que guarda nuestro paso de misterio -ante la burla y el escarnio- la humildad y la paciencia del ungido, El que con la piedad de su dulce mirada nos dá la “caña” y la convierte en cetro que abre todas las puertas de misericordia y para un “Mona-guillo” como tu, siempre estuvo la puerta abierta para colarte por la sacristía aunque la ojiva pareciera cerrada y por si fuera poco, los hermanos de San Esteban sabemos desde la noche de los tiempos, que existe una ventana siempre abierta, donde aferrarse para recuperar la Salud y continuar el Buen Viaje por la vida. Y además de todo esto -por si fuera poco, gozamos del consuelo de una Madre que no nos deja nunca Desamparados y menos a los que fueron “corrientes” bajo sus trabajaderas; “fijadores” al dolor de su infinito quebranto y “costeros” para ajustar los vaivenes que da la vida y salvar con el sudor de la frente, la imposible y más que justa ojiva. Era el día de todos los Santos, cuando el Director Espiritual soberano y perpetuo de nuestra hermandad, te llamó para que le ayudases a bendecir el pan y el vino de los que viven eternamente -se acordó de aquel Mona-guillo de San Esteban- que quizás...¿quien sabe? ...le preguntó al Altísimo: ¿Señor, te importa que cambie el alba por mi túnica azul-crema?... “En verdad te digo, Antonio, que esta misma tarde, te servirá de mortaja para entrar conmigo en el paraiso.”



Antonio Sierra Escobar



sábado, 22 de septiembre de 2012

El Otoño, ha llegado...

REPOSICIÓN: "Aquí estamos"
 
 
Estamos aquí; hemos vuelto sin salir de casa a abrir las ventanas aprisionadas por el aire acondicionado; hemos vuelto del mar que nos devolvió la calma de la efímera felicidad que encuentran los que conocen su quimera; hemos vuelto de los días mágicos donde todo parece más bueno o menos malo por decisión propia que no por su propia acepción. Venimos cansados por el cansancio aceptado; hartos por la piadosa gula; estresados por la relajación; concientes de nuestros propios excesos, con los días grabados en el traje de luces de la color de bronce. Septiembre nos trae el reencuentro con una cruda realidad a la que habrá que hornear y cocer en el fuego lento de las calores del membrillo. Cada cual sacará sus propios humores, ojeando el atiborrado álbum de fotos digitales y los insufribles comentarios de los viajes condicionados por la vanidad, más que por el puro placer de las sensaciones vividas. Blanco ibicenco sobre el cuadrilátero de antorchas que iluminan la noche interminable; sonrisas blanqueadas por el uso de los profilácticos; cuerpos retocados por el fotoshop de los gimnasios y curvas matizadas en los manglares del pareo. En el libro de la vida, Septiembre abre un cuaderno donde se esbozan nostalgias, como dibujo de párvulos, sencillos trazos redondos, bajo figuras horizontales; el sol poniéndose sobre el horizonte es la vuelta al cole, tanta ilusión en los niños como desolación en los bolsillos de sus padres. Los rayos del sol poniente desde la terraza, festonean el cielo, pero esta puesta, aun siendo igual de hermosas, no corresponden a las contempladas desde el mirador de la cala o aquel rincón escondido de la sierra, sus fuegos languidecen en las brasas de un crepúsculo que en el lenguaje ininteligible de los sueños escribe las letras del trabajo y la rutina. Hay quien por lejos que se fue de casa, nunca estuvo tan cerca de sus costumbres convertidas en ley; otros sin moverse del sitio, volaron tan alto que jamás podrán poner los pies en el hábito de los vicios. Septiembre está aquí, para conducirnos a todos por la ruta de nuestro particular retiro.

lunes, 25 de junio de 2012

DUELO de NATA y MENTA


Hoy es de esos días en los que comprendes lo que es el Amor; te llega a través de un dolor profundo, inenarrable, de una noticia que de deja conmocionado. Pero sabes que es Amor, porque te ha hecho sentir esa pena acostumbrada -que vestida de verde y blanco-era la Esperanza que siempre se convertía en felicidad. Hoy el amor se siente como el sol tapado por las nubes, como una tragedia fatídica que te deja desarmado y rendido ante la sinrazón, pero no deja de ser el amor, saltando entre los defensas de la vida, a la salida de esquina, sacando medio cuerpo y marcando el gol inolvidable de los mejores recuerdos. Puedes maldecir el amor, como tantas veces lo hiciste desde la grada ante la impotencia de los peores partidos;como puedes pedirle a Dios explicaciones por llevarse a un chaval de veinticinco primaveras, llamado Mike Roque; pero no puedes dejar de sentir ese Amor, puro y verdadero del que quiere decir, pero no quiere oir. Ese amor que sabe a nata - menta y pace en las praderas de Heliopolis; ese glorioso amor de tortilla de tercera y tres anillas que siempre parece porque es, tu historia interminable. Hoy es de esos días en que el amor, además de sentirlo, te duele en el alma, por dentro de las trece barras que aprisionan las pasiones: el Betis es ese amor donde nunca te cupo la duda y por eso hoy lloras-el hasta siempre-de uno de tus niños con mayor progresión, se llamaba Mike Roque y ha dejado colgada la camiseta con el número 26 en el cielo.

sábado, 21 de abril de 2012

SEVILLA, tuvo que ser




Sevilla tuvo que ser con su lunita plateada, con su Santo Entierro Grande, después de Semana Santa...Sevilla tuvo que ser la que contagió al mundo su alegría en una Exposición Universal, que superó todas las expectativas de participación, crítica y público, poniendo el cartel de “no hay quien de más” en la memoria de los grandes acontecimientos del siglo XX. Hace ahora veinte años que se inauguró la EXPO´92, parece mentira, como mentira nos parecía aquel logotipo que asomaba por la luna trasera de los autobuses urbanos -pegasos para los sevillanos- anunciando el lejano evento. Parece mentira que aquel erial de la Isla de la Cartuja, con sus famosas y arruinadas chimeneas, se fuera convirtiendo a suerte de banderillas en forma de grúa y todo tipo de maquinaria y excavadoras, en un recinto, que llamaba a rebato a las oficinas del INEM, que no daban a basto en suscribir contratos, en la gran fiesta de oro de la construcción, bendiciendo a las PYMES y elevando al olimpo de la quimera a los autónomos. Aquella primavera fue todo vísperas prolongadas en la ciudad que nunca cuadra las cuentas pero las cosas se organizan solas, porque todos sus faustos, salen a la calle antes, durante y después del vía+crucis que cuesta su inversión, superando toda campaña promocional. Cuentan los cronistas y demagogos, que la “vieja dama”, representada ante el mundo por su primer Ministro e hijo dilecto, criado en Bellavista, se modernizó hasta tal punto que todas las infraestructuras, formaron parte de su dote, fertilizando la tierra que ya de por si y merced a sus tópicos típicos hace germinar cualquier tipo de semilla. Pero lo más importante para nosotros, los naturales de sevilla o sevillanos de adopción, fue lo bien que nos lo pasamos en la EXPO y lo orgulloso que nos sentimos disfrutando como anfitriones universales. Podíamos haber presumido y de echo lo hicimos de cifras y records de visitantes y visitas Soberanas e ilustres, pudimos haber presumido de pabellones y edificios que rompieron los moldes de la innovación; de tecnologías que aún se anticipaban a la punta del iceberg que ya asomaba por el lago, pero nos dejamos llevar por el pájaro loco de nuestros sentimientos disfrazados de CURRO y volamos con la imaginación por su cresta a través del arco iris, embobados y noveleros como siempre, nos quedamos en esta ciudad, nacida para la primavera en vísperas, haciendo colas como las de San Lorenzo, que es muy nuestro, para ver los asombros de Canadá o asomarnos a los precipicios del vértigo en la tierra de Gracia de los conquistadores. Fuimos sevillanos por el mundo, como nos gusta a nosotros, sin salir de casa, porque esta casa es tan bonita que fue capaz de convertirse en isla mágica, con microclima y telesférico para cruzar el desnivel de la grandeza. Recuperamos paraisos perdidos como el navegar del río, aun sabiendo que sus nuevos puentes nos harían cruzar tarde o temprano a la otra orilla donde se paga el precio de la gloria. Pero quien nos quita la diana que el arco de la Barqueta asestó en nuestro corazón con la flecha del Alamillo. Han pasado veinte años y nos quedamos con la gracia y la emoción del recuerdo, lo único que siempre hemos tenido para dar y recibir de todos aquellos con los que la compartimos. Nos queda la isla a duras penas subsistiendo en parque temático, el perfil del Monasterio con sus airosas chimeneas recortadas en el horizonte del poniente y la sombra de aquellos pabellones emblemáticos que nos hicieron viajar sin salir del ombligo de nuestro mundo. Como dijo Petronio, fuimos dignos del espectáculo, lo mismo que el espectáculo era digno de esta ciudad universal. La más grande con lo más granado, actuó en el palenque en las noches memorables de Azabache, todas las celebridades del momento, se dieron cita en el evento que llegó a ensombrecer las espectativas de toda una olimpiada, Sevilla tuvo que ser la maqueta inefable de esa Andalucía joven que se plantaba ante los ojos del mundo en una EXPO´92, que marcó desde entonces, un antes y un después en la Historia, que nosotros pudimos vivir para contarla.






miércoles, 7 de marzo de 2012

SALOME...a tí mujer

… por lo que te debo. Mil años que yo viviera, no bastarían para pagarte y saldar la cuenta que tengo pendiente contigo. Escribo en el albor de la verdadera pascua, en el umbral de los días que marcan la hora exacta del gozo, mirando el reloj de la vida en tu pulsera hacendosa –mujer- ¡que te diría! Para resumir en una estrofa los versos de aquel bolero: “gracias, por haberte conocido”. Quizás no encuentre el modo, pero sé lo que quiero; lo que quiero es encender la luz apagada de tus ojos; ojos de Salomé, que esconde en su mirada la vidriera nublada de María de Cleofás; la congoja asfixiante de una Magdalena al pié del calvario de la vida. Sé que te faltan las fuerzas, que los espinos horadan tus sines provocando el dolor de la adversidad en tu cabeza, que el peso de tu cruz es aplastante, que la esponja de hiel reseca tus labios y avinagra el humor de tus palabras. Cansada de darte por entero a los demás, no guardas prenda en ti para tu talla. Treinta monedas tomo prestadas a Judas, para empezar a pagar mi penitencia; mi pecado de treinta primaveras intentando encerrarte en un mundo que no es de este mundo; un mundo que no te pertenece, porque sabes -mejor que nadie- que pasa como una exhalación y deja aquel vacío de triste realidad que aguarda al hombre. ¡Que te diría! Para hacerlo más fácil, para tocar la fibra de tu coraza fría…ya sé –cariño- mi dedo en la llaga como el Santo Tomás que necesitas para ver y creer…ese ingrato cariño que despilfarro a ciegas perdido en el laberinto inmarcesible del misterio de la vida, cuando las bellas artes convierten la ciudad en paraíso que dura el frenesí de una Santa Semana. Pero te juro que sólo a ti te veo bajo el palio de esta luz que me encandila…que tu eres la mañana de Reyes de mi domingo de Ramos; la sensación indescriptible del beso en sus manos, que son tuyas, cuando adivino el alba en tu mirada de fe por excelencia. Déjame ese minuto de poder y de gloria, esa ráfaga cómplice que arrebata tu ser, compartirla contigo, indicarte el camino –igual que Juan- se afana en mostrarle la calle a la Amargura. Sé que es mucha arrogancia, pero es otra manera de llegar al Amor, también crucificado en el árbol podado de la vida. Mi secreto –dejamé que te diga- eres tú…despojado de todas mis ataduras, con los piés en el suelo y la mirada al cielo donde imploro esa luz que ilumine el caiz de tu sonrisa.





Leer más: http://naturaldesevilla.blogspot.com/search/label/DEDICATORIA#ixzz1oQZWbcQK

viernes, 3 de febrero de 2012

a la niña, Angela de la Cruz



Hoy te traigo un regalo, que espero no descubran tus padres antes de tu bautizo. Para tí y para mí -Angela de la Cruz- con ese nombre que te han puesto, además de venir con un pan bajo el brazo, traes un certificado de garantía, suscrito por la Santa, que más que Santa es Madre de todos los sevillanos. Me vas a permitir revelar el secreto que sólo tu conoces y has dejado introducido en un cofre allá en el limbo de los justos, para que un día -cuando el tiempo te alcance- comprendas con toda claridad. El día que vinistes al mundo -amén de una gran alegría- nos proporcionastes un tremendo susto, pues los médicos se temían lo peor y te separaron de los brazos de tu madre tras el parto, la cual quedó en estado crítico y tu padre, tan conmocionado, que no era capaz de articular palabra. Pues bien, nada más lejos de la realidad ¿verdad Angela?, lo que ocurrió, fue cosa de tu abuela Rosario, que sin pensárselo dos veces, allá que fue la primera en tomarte en sus brazos...como si la estuvieramos viendo, con ese desparpajo que la caracterizaba, nos hizo temer con su genialidad, en lo peor, mientras ella -dale que dale- con su niña, paseándola por los pasillos azules y enseñándola con orgullo a "to los Santos", que hasta el mismísimo Dios, le tuvo que amonestar, de la que estaba formando en el cielo: "Rosario, le ha dicho Vd, a la Virgen del Carmen, que vele por su hija"..."¡ay, Padre mío, Vd, no se preocupe, que ya la he dejao yo en las manos de su hijo de la Salud, al cual conoce mu bien mi yerno!". Tuvo que ser así, porque en el fondo, ya tienes constancia de la ilusión que atesoraba tu abuela Rosario por ver a su nieta en vida, de modo que de ahora en adelante, será tu hada madrina y el ángel de la guarda que vele por tí para siempre jamás. A estas alturas, te habrás dado cuenta, que con tu madre, no se te va a caer el techo encima, por las dosis que te está suministrando de sol y de luz, puras vitaminas en cuanto a calidad de vida, pues nada mejor que salir a la calle de esta ciudad, para disfrutar de lo que no cuesta nada, porque no tiene precio; ojalá heredes de tu madre, la capacidad del saber estar y el buen gusto de las relaciones públicas que facilitan nuestra convivencia. De tu padre -querida Angela- ¿que puedo decirte?, que no hayas oido ya, mientras sus amigos te hacen "carantoñas",- cuando ruge la "marabunda"-,  está hecho para disfrutarlo, como tu lo disfratas ya, para tí sola, porque nadie mejor que Tu, sabes el profundo cariño y la desmedida ternura que te profesa y eso se palpa en lo a gusto que te encuentras en sus brazos, porque son las amarras a las que te vas a aferrar para protegerte de por vida.  Además, ya habrás sentido, que te mece con la misma cadencia y compás, con que los costaleros duermen a su Reina. Seguro que más de una vez habrá susurrado en tus oidos, el compás de una marcha. En cualquier caso, tu padre es un "padrazo", te lo digo yo, que lo conozco y quiero como si fuera mi hijo. Hablando de casta costalera, tu abuelo Manolo, será tu gran descubrimiento; te lo vas a pasar "pipa" con el...puede resultar un poco peligroso su verbo fácil, pero te aseguro, que su compañía es recomendable para la salud y su cariño sincero e imprescindible, para conocer la grandeza que atesora esta familia. De tu abuelo Paco, ya conoces el calor que desprenden sus manos, todo bondad y ternura...tu misma, Angela, habrás gozado ya, la serenidad y donosura que irradian sus brazos. Cuidalo mucho -mi niña- porque te necesita tanto como tu lo necesitas a el y de esto te darás cuenta, el día de mañana, cuando la figura del bueno de tu abuelo Paco, se agigante con el tiempo. En cuanto a tu madrina, Rocío, será como tu segunda madre, una hermana y confidente perfecta. De tus tías, Ana Mari y Jacinta, te guarde Dios, porque ellas, seguro que sabrán guardarte...llevalas con paciencia, porque no te van a dejar en paz, a menos que te hagas la dormida, cuídate de sus "zamarreos" si no quieres hechar hasta la última papilla, pero -mira- te voy a decir una cosa, ni el oro de ley con más kilates del mundo, vale más del cariño, protección y desvelo que te van a regalar de por vida, con ellas tienes el seguro de Amor con más garantías que existe en el mercado. Por si fuera poco lo que te estoy contando en secreto, más numerosa aún es tu familia por parte materna: la cantidad de primos y primas que te habrán dejado su impronta en tus tiernas mejillas ¡que maereo, verdad!, habrás observado con esos ojos claros de mirar sereno, que algunos primos son tan grandes que más bien parecen tíos o viceversa, pero en el fondo, a mí me ha dicho un pajarito, que tu, mi querida Angela de la Cruz, te encuentras muy a gusto en los brazos de Adrián y que no se enfade nadie. Por último, para no cansarte más, que veo que estás bostezando, he dejado para el final a tu abuela Ana...mira, tesoro, con tu abuela Ana, tienes que ser más cariñosa -si cabe- que con el resto, porque ella es el estandarte y pilar donde se basa la familia. Tu abuela Ana es la matriarca de esta prole que se disputa el tesoro de tu primera sonrisa. Tienes que ser muy cariñosa con ella, no solamente porque está "papucha" y delicada, sino porque está tan nerviosa y afectada por tu naciomiento, que no sabe como demostrarte la emoción que le produce tenerte en sus brazos. No llores, por Dios, mi querida Angela de la Cruz, ábrele esos ojos azul-verde, para que se mire en tu vida y recobre la alegría, que siempre ha llevado por bandera. Regálale esa mirada y abrázala con tu luz, porque para eso eres la Niña de sus ojos. Y nada más..cariño, para tí y para mí, que no se entere nadie de nuestro secreto, guárdalo en tu corazón, como yo en el mío te llevo, sin necesidad de darle tres cuartos al pregonero.

De tu tío, Antonio Sierra Escobar.

sábado, 28 de enero de 2012

"Quitapesares" a Pepe Peregil




 
Hoy escribo al natural, como lo haría el faraón de Camas toreando o el maestro carretero escribiendo o el palio de la Esperanza Macarena andando -siempre de frente-. Escribo a la más natural de las sevillanas maneras, todavía impresionado por la triste noticia de tu muerte, pensando en la desolación de Santa Catalina, por donde mora aún tibia y espigada la monumental sombra de tu figura. Porque tu eras, querido Pepe, natural de Sevilla, aunque nacieras en el pueblo con nombre al sabor del más preciado caldo -pura Manzanilla- sol acristalado en los Terceros, con puerta Salida a la Plaza del Rialto. Tan natural eras, que llevabas la fama en familia, la metías por las bullas y te codeabas con l príncipes igual que con mendigos; esos “ratones coloraos”, que paseaban por “quitapesares” como “mateo por su casa”, arrancándole a la noche, jirones de embrujo y ocurrencias de libro. ¡Niña, sabes quien ha muerto! ¿quien, papá?: ¡El Peregín!...¿y ese quien era?...¡a bueno, el que cantaba saetas, que parecía que estaba riñéndole a los santos! Que sepan las generaciones y venideras, que ha muerto, el metro ochenta mejor despachado de la gracia de Sevilla -la poca que va quedando- la que cantaba el Pali, al natural...un “pon de tó” y un arrancá improvisado, que hacía del arte un tablao, por soleares y segruirillas. Y sobre todo un hombretón, un buen hombre de calle y talle flamenco a quien le salía el alma por la boca. Ahora va a ser, cuando desde el cielo, nos eche una mano el Cristo, para arreglar Santa Catalina. Mira tu por donde, Pepe, allí si que te va a escuchar, el Señor de las Penas, la saeta que le tenías preparada para el Domingo de Ramos. Te has ido, antes de lo esperado -eso sí- nos has cogido desprevenidos; te has asomado a un balcón de la Avenida, en plena “jindama” por la maldita enfermedad y has arrancao la saeta del adiós por sorpresa, dejándonos el corazón encogío. Pero Sevilla, tan desagradecida como parece en vida, jamás olvida a un hijo predilecto cuando muere, te llevas su medalla de oro, aunque a ti te gustaran más las de tus hermandades sobre el pecho. Te llevas mucho cariño, tanto como las buenas amistades que hoy lloran tu irreparable pérdida, inopinadamente el eco desgarrado de tu potente voz, resonará en el silencio de la Plaza, cuando el Cristo de Burgos, dibuje su imponente silueta en los muros antiguos de San Pedro y ¡el Cachorro -Pepe- el Cachorro!, te hará un guiño desde Triana, escuchando la saeta que le brindas en el cielo. Descanse en Paz, Pepe Peregil.

jueves, 27 de octubre de 2011

Martirio infinito


Martirio infinito”, no se si es la palabra correcta, pero el término es exacto. Ni aun poniéndonos en vuestro lugar, que lo intentamos -cada día- con-padeciendo la pesadilla continua que estáis sufriendo, desde hace más de dos años. “Martirio infinito” que se recrudece en cada jornada de la vista, metiendo el dedo índice de la mentira en la llaga de vuestra desaparición. Lo que no tiene nombre, tiene más de tres innombrables apellidos y ya no importa que hayan mantenido en jaque a todo un equipo de inspectores de policía, como también es lo de menos, que le haya costado al mismo Estado, un gasto inútil en el despliegue de medios más avanzado que se conocía, vadeando integrante el río grande y removiendo toneladas de basura, por increíble que parezca que tres fracasos de la LOGSE, dirigidos por un descerebrado, hayan urdido un plan peliculero digno de Torrente. Lo que duele en el alma es esa frialdad de iceberg que esconde el enorme témpano de mentira en el que estáis sumergido. Lo que duele en el alma son las cinco puñaladas que de nuevo habéis asestado en el corazón sangrante de Eva y Antonio. A la pregunta que todos nos formulamos, a la esperanza que mantiene en vilo a una ejemplar familia, al interrogante que clama justicia en boca del fiscal y en nombre de todos los que somos Martas, vosotros habéis respondido, aferrado al guión despiadado del perjurio. Hasta cinco veces –¿Donde está el cuerpo de Marta? “No lo se; no lo se; no lo se, no lo se, no lo se”. Quinta Angustia de María en el pecho de Eva; rabia e impotencia en el rostro acontecido de Antonio, indignación general en la plataforma de apoyo, como para perder la fe en una justicia con la que están jugando unos infames a la gallinita ciega. Como será la Amargura y el Dolor que sienten esos padres, que a nosotros que somos ajenos a semejante desgracia, nos mueven las ganas de tomarnos la justicia por la mano; de aplicar una ley del tailón sobre las escalofriantes declaraciones que han tenido que escuchar los verdaderos mártires de esta pesadilla infinita: Marta violada; Marta estrangulada, Marta yacente en el suelo abandonada a la suerte que sus verdugos se deshicieran del cadáver y por si todo esto no fuera suficiente para hundir al mismísimo titanic de la paciencia humana, quedaba por rematar la cruz con el “inri”: los autores, cómplices y encubridores de tan macabro crimen, se regodean en versiones contradictorias, tejiendo una maraña de declaraciones inverosímiles. Como para confiar en un estado de derecho que concede a los imputados, el privilegio de mentir o no decir la verdad, que para el caso es lo mismo, como para permanecer impasible ante la desesperación de Antonio e indolente ante el hundimiento anímico de Eva. Sin embargo aún queda algo de esperanza atrapada en la densa oscuridad de este proceso, una luz, tenue imperceptible, que se filtra por las rendijas donde se han escondido los miserables. Algo muy por encima del bien y del mal que establece un abismo insondable ante el menor indicio de duda. El valor de la integridad moral que honra y engrandece a la familia de Marta, el honor de enfrentarse ante la tragedia con la frente bien alta; la nobleza de una mirada desafiante, que estaría dispuesta a perdonar a sus verdugos a cambio de la verdad. Aunque la justicia se ha vuelto contra esos padres, dictando la despiadada sentencia de no querer decir donde está el cuerpo de Marta en boca de los imputados, aun quedan pruebas y testigos que pueden arrojar un halo de luz a estas tinieblas.

 Noviembre viste de luto al Mayor Dolor y traspaso; acerca la mano de la Amargura sin San Juan. Las reinas dolorosas tienen el mismo rostro de tristeza que Eva, sienten la misma angustia y desconsuelo que Tu gesto, cargado de belleza y serenidad. Marta lo sabía como sevillana y buen cofrade y por eso vas a tener la recompensa entre comillas, de dar cristiana sepultura a los restos de tu queridísima hija. Lo harás porque la vida es una semana con paso de misterio y aunque no haya Cristo, capaz de redimir tu pena, la mano lánguida de la Caridad, te señalará el anhelado sitio donde florece la rosa que irá sembrando el camino de su traslado al sepulcro. Hay una hermandad de cuya bendita advocación prestaste el nombre a tu hija y cada lunes santo ante su impresionante paso, todos recordaremos a Marta en la sentencia más ejemplarizante que jamás se pudo dictar.



A Eva y Antonio. 

jueves, 6 de octubre de 2011

La Dueña de "LAS DUEÑAS"

Foto ABC.

       Sólo podría añadir a esto que "murió la más grande de las Españas"...aquí yace Cayetana que vivió como sintió.

Se casó la más grande de las Españas; la reina de los títulos nobiliarios, ante la que agachan su soberana cabeza los monarcas; la aristócrata por excelencia, la más sevillana de la Aristocracia, la que cuenta más historia que los azulejos que circundan la Plaza de España; La Duquesa enamorada de Sevilla, preñada de la luz que alumbró al poeta en el huerto claro donde madura el limonero; la que hizo de su vida un canto a la libertad, tejiendo la red de un manto de malla bordado con su propia voluntad; con la real gana de echárselo sobre sus hombros por encima del bien y del mal; venciendo  la extravagancia del dinero y poniéndose el mundo por montera sobre la pelumbre nacarada de su cabellera barroca. Se casó por amor, en contra de sus detractores más impenitentes, saltando la tapia y el pozo profundo de los intereses hereditarios, riéndose de los obstáculos patrimoniales, venciendo la leyenda de sus bienes y repartiendo su incalculable hacienda, para contentar a los adoradores impávidos de su egregia descendencia. Como el lúcido payaso que se rie de su incontestable grandeza, el amor la envolvió en el brillante celefán de la voluntad más  inquebrantable; su fe ciega, abrupta voluntad que se remonta al tiempo y al espacio. Fiel a sí misma, única, irrepetible, constante, digna, orgullosa y sublime en la plenitud de la longevidad, con los pies en el suelo para no perder nunca el equilibrio de su deterioro físico. Siempre altiva pero cercana; siempre amable y admirable ante la diferencia que irradia el resplandor decadente de su incomparable clase. Entre la gloria y el ridículo, Cayetana prestigitó en la cuerda floja de la nobleza y le regaló a Sevilla el ramo de azahares que perfuma sus días más solemnes. La Duquesa entre la bulla semanasantera, muchedumbre ávida y curiosa y se mezcló con su pueblo, arrancándose por bulerías y por sevillanas, una más, descalza y penitente, como lo hace cuando llora delante del Palio de su Virgen de las Angustias, sintiendo y viviendo la eterna madrugá de un Viernes Santo. FELICIDADES, Duquesa.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Madre admirable

Cuando cruzabas el patio con tu porte mayestático, hermosura proporcionada en altura y peso, rubia teñida, poderosa impasible, la gente distraía sus labores, por verte de pasar, aunque solo fuera de soslayo.
 Tu risa era un torrente atronador que pintaba de color, el sepia de los días y tu voz metálica imposible, desmentía el do esperado por la capacidad de tu voluminoso pecho. Hermana de tus hijos, madre de tus nietos a los que amamantaste, quien como tu para desafiar la vida, adelantándote a su tiempo.
 Yo no sabía, como podía ser posible, tanto temple en la estrechez de tu mirada, en tu gesto apacible, tanta comprensión como respeto a quien no se lo merecía, tanta dulzura y sumisión hacia aquel que ponía locura en tu sobrevivir desordenado. No se comprendía, si no fuera por la calidad de tu bondad o la demencia de amor que te asolaba.
 Grande la felicidad que te inventaste para decorar las paredes desnudas del alma y rebosar por la anchura de tu cuerpo. Grande las obras que modelaron tus manos fornidas, obras de amores pero también de sobradas razones. Después de tantos hijos, varones malogrados en partos imposibles, San Francisco Javier, intercedió por tí ante el altísimo y diste a luz al hijo predilecto, título póstumo a los merecimientos de la dicha contrariada. Fuiste y serás siempre la elegancia distinguida de mis Domingos de Ramos, Mamá grande que presidía la fiesta instituida por el esplendor de la familia en pleno. Alegría de nuestros silencios generacionales y tierra de promisión donde se administraba, la intendencia y logística del dar mucho y pedir poco.
Pero hoy al contemplar tu postración inmerecida, tengo que aferrarme a la cita agorera del ínclito poeta: “hay un momento en la vida, cuando el tiempo nos alcanza”. No hay más verdad que la aplicada en tu cuerpo ahíto, desangelado y casi inerte a tu edad cuando la cosecha era tan digna acreedora de recoger sus mejores frutos. No hay fuerzas, cuando el alma, supera en peso la tristeza que soporta el cuerpo, hay ganas porque nunca te fallaron las fuerzas, pero la soledad -por más acompañada- te ahoga en el mar de las lágrimas olvidadas, pendientes de un pasado vengativo. Estamos contigo, tu sabes que nunca fallaremos al pago amoroso de tan preciada deuda, pero no podremos ayudarte si tu no quieres levantar cabeza, esa que siempre mantuvo la frente despejada, bien alto y que ahora -enferma de amor-
se esconde bajo las sábanas donde reposan los caminos inescrutables de la mente, esperando la voz inaudita, que le diga: “levántate y anda”.

A mi suegra.

Entrada destacada

MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04